PAUSADA - Boruto Next Generations

Un corazón vacío

Parte 2.

____ y nuestra hija habían regresado a Konoha hace un solo una semana, sin embargo en ese tiempo, mi esposa se había encerrado en la habitación sin decir nada, no atendía a nuestra hija, ignoraba a Daisuke y ni siquiera me dejaba entrar a la habitación. Con desesperación tuve que llamar a Naruto para que hablará con ella o siquiera que diera señal de seguir con vida.

-Esta bien, solo algo agotada-murmuro el rubio tras salir de la habitación-Bueno... No soy médico, lo siento

-No importa, saber que sigue con vida es suficiente-intente bromear con expresión decaída

-Itachi-san, ven-pidió Hinata-Te enseñaré como hacer un biberón para alimentar a la pequeña

-Te lo agradecería

Mi concuñada terminó siendo mi más grande apoyo para la crianza de mi hija, aún tras haber tenido a su hijo meses antes, siempre estaba dispuesta a ayudarme. Boruto y mi hija (a la cual aún no le poníamos nombre), se hicieron cercanos en poco tiempo, a pesar de ser solo unos bebés. La risa de mis hijos era lo único que revivía este lugar.

-¿No han pensado en un nombre para ella?-me regañó Naruto

-Bueno, yo no...-rasque mi nuca-Supongo que tu hermana ya lo tenía pensado, pero como ya viste... Parece muerta en vida

Era extraño llamarla "bebé", "niña", por alguna razón el tener lejos a mi esposa era como tener una barrera con la bebé quién en ocasiones me rechazaba por no ser su mamá, era deprimente.
Tsunade había internado a ___ en el hospital tras haberla diagnosticado con "depresión postparto", la casa ahora estaba mucho más vacía que antes y aunque Daisuke no quisiera demostrarlo, le deprimía no tener a su madre cerca. Nuestra hija, por su parte, por fin se había adaptado a mí, sin embargo parecía rechazar a su madre.

-solo espero que el rechazo de la bebé no afecte aún más a ___

Realmente yo también lo esperaba. Sentarme en su habitación viéndola ignorar a nuestros dos hijos resultaba duro, siendo ella la más emocionada y amorosa de los dos. Amaba a mis hijos, pero viendo a Daisuke tan apegado a ella, sabía que la bebé necesitaba de ella.

-Por favor querida... Regresa con nosotros-susurre triste

Ella me miró sin expresión alguna en el rostro, sin embargo, sus ojos parecían destrozados, como si ella estuviera librando una batalla interna. No supe descifrar que era lo que no me estaba diciendo; me limité a tomar su mano y apoyarla sin palabras.

-Papá, ¿Por qué mamá no vuelve?-mire a mi hijo-En la aldea dicen que es mala... ¿Mamá no vuelve por qué hizo algo malo?

-Claro que no-me acerque a él-Escúchame, en la aldea hay tres tipos de personas, las ignorantes que inventan tonterías, los idiotas que les crees y nosotros, las víctimas de sus habladurías

-Pero en la academia todos dicen que mamá es mala

-Eres su hijo, tu mejor que nadie deberías saber cómo es tu mamá-acaricie su cabeza-Ella no es mala, solo está enferma y por eso no puede volver

-No es la primera vez que se enferma...

-Pero ahora tu hermanita está aquí, una gripita es letal para una bebé

-¿Entonces mamá se fue al hospital para proteger a mi hermanita?-asentí-Perdón papá

-¿Por qué te disculpas?