CAPÍTULO X (Primera parte) -El inexperto y el traidor-

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—10 de Junio de 1671—

En el Cielo Pripensema seguía estudiando la situación de cerca:

—Vaya, parece que este par de jóvenes no tienen conocimiento de la amenaza que representan para los demonios cuando unen sus fuerzas, aun cuando Zero es un simple humano sin aura. En ese duro enfrentamiento ambos llevaron a cabo una especie de venganza. No obstante Pyro no es impulsado por ello, y sigue adelante con su misión. Pero Zero, tú sigues devorando tus propias carnes ¿Cuántas muertes y venganzas puedes arrastrar a costas con lo ancho de tu espalda? Tu debilidad reside en penar por ellas, y sumergirte en el ciclo sin fi n que representan.

»Careces de la capacidad de olvidar. Todo aquello cuanto haces y lamentas queda grabado en tu memoria, y se reproduce una y otra vez. Por otro lado, tú, Pyro, necesitas alcanzar la determinación absoluta que hará falta para enfrentar lo que vendrá... Es una pena que el "Observanto" solo me permita ver media hora por día.» —hacía referencia a aquel hueco, al fi lo del acantilado.

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En el infierno Phoary libraba con facilidad una batalla contra un grupo de demonios menores. Moviéndose a una velocidad sobrehumana no les dejaba mucho que hacer, los fue diezmando poco a poco. Luego de acabar con el último se hizo presente Hitory, interrogándolo:

—¿Son esbirros del Rey? ¿O acaso los envió el General?

—No lo sé — dijo, mientras quitaba el sudor de su rostro—. Incluso podrían ser neutrales, a estas alturas, tenemos más enemigos de los que imaginamos.

—Lamento tener que darte la razón —admitió su líder—, pero debe haber alguien de nuestro lado. Debo hablar con el Rey, es el único que no tiene motivos claros para venir por nosotros.

—¿Puedo acompañarte?

—Claro que no, ya debes alistarte, ahora que fue derrotado Curitch debemos retomar nuestro plan, por lo que me informaron, uno de ellos robó la llave para entregárnosla.

—Entiendo. ¿Llevarás a Bysel y Forten contigo?

—No, es una pésima idea. Si parece que voy dispuesto a luchar una batalla es lo que obtendré. Por otro lado, si hubiese querido matarme hubiera enviado a alguien más poderoso a hacerlo.

—No deberías arriesgarte de todos modos —consideró su seguidor—. Cambiando de tema, y viendo que eres alguien sabio, me gustaría que respondas una pregunta antes de mi partida.

—Intentaré hacerlo... ¿De qué se trata?

—Tú... —Titubeando, entendiendo la extraña naturaleza de su planteo—. ¿Crees en la redención? Tú sabes... una segunda oportunidad...

—Antes de responder a tu pregunta, quisiera saber cuáles fueron aquellos pecados que te trajeron hasta aquí —indicó Hitory.

—Yo... como sabes no llegamos con todas las memorias de nuestra vida a este lugar, solo con aquellas que contienen culpas y pecados. Bien... aparentemente era un gimnasta excepcional. Habilidoso como pocos, superado solo por mi hermano mayor. La envidia me llevó a sabotear una de sus presentaciones, y como consecuencia se rompió el cuello en la caída. El odio de nuestros amigos, y el dolor de nuestros padres me llevaron a la decisión más práctica, quitarme la vida. Lo sé, es una actitud de cobardes, pero no pude enfrentar las consecuencias de mis actos...

—Realmente no creo que lo más importante sea lo que hiciste, sino que reconozcas tus errores. Todos merecemos una segunda oportunidad. Esta es tu oportunidad de salir de la sombra de tu hermano, y de actuar con valentía. Si te elegí es porque creo que podrás con esto. Pero ten presente, de algún modo puede que te esté enviando a morir, ¿tienes el valor para lidiar con ello hasta el final?

CAMINO DEL INFIERNO (El Primer Regreso)Where stories live. Discover now