CAMINO DEL INFIERNO (El Primer Regreso)

CAPÍTULO V (Primera parte):"The Zero"

                                                      —6 de Mayo de 1671—

Durante la madrugada, poco después de la medianoche, el silencio en las instalaciones de la Clínica Downheart fue cortado por una voz un tanto nerviosa.

—¡Hola! ¿Hay alguien ahí?

Lo despertaron estas palabras a través de la pared, desde la habitación contigua.

—¿Estás ahí? —Insistió, a lo cual finalmente Zero respondió:

—¿Qué quieres? No estamos aquí para hacer amigos...

—Lo sé —respondió aquella voz—. Pero... necesito hablar contigo, algo está por suceder... ¿lo sabes?

—¿Algo como qué? —Cuestionó, desinteresado.

—¿Crees en... espíritus?

—¿Acaso no es común entre los locos? —Detuvo instantáneamente el intento de diálogo.

—Pero... no me refiero a esos —arremetió la voz—. Me refiero a espíritus del mundo de los muertos, a demonios... ¿crees en ellos?

—¿Si te dijera que alguna vez tuve uno en frente te dejaría conforme?

—¿Los has visto? Quieren purificar el mundo.

Esto capturó la atención del joven, que abriendo los ojos grandes se interesó por primera vez en la conversación:

—¿Cómo sabes eso?

—Escucho a uno decírmelo, cada vez que duermo, insiste en que uno de nosotros debe morir... a propósito, mi nombre es Jacob, ¿cuál es el tuyo?

—Renuncié hace años a mi nombre cuando me volví nada, por ello me llaman Zero. Pero nadie va a morir, es sólo tu paranoia.

—De verdad —replicó—. Esa voz susurrante no deja de insistir.

Zero sabía que había algo real en toda esa locura, por lo que quiso más detalles:

—¿Y por qué uno de nosotros debe morir?

—Verás... —intentó explicar Jacob—. Parece que uno de los dos es el nuevo Mesías, el salvador y... la misión del Mesías es morir por el bien de la humanidad. A sabiendas de esto... este demonio exige la muerte de uno... lo que producirá el sacrificio del Mesías... y creo que eres tú... la muerte en persona ya me ha visitado.

—¡Jah! —Sonrió Zero—. Si supieras el daño que causé a éste mundo sabrías que nadie está tan lejos de serlo. Mejor deja esta locura, quiero dormir...

—Está bien... —respondió—. Un gusto en conocerte, mis amigos me llaman tan solo Jaco...

—Muy bien Jacob, déjame dormir...

Se acomodó en su cama, intrigado por esta absurda conversación, y el riesgo de que haya algo real en ella.

                                                        —6 de Junio de 1671—

Aquellas conversaciones se repitieron noche a noche durante un mes. Pero esta noche fue diferente:

—Oye Zero, sé que me has dicho que es mi mente jugándome una mala pasada, pero esta noche, el demonio dice que esta noche debe pasar. Uno de los dos morirá hoy.

—Déjame descansar Jacob, comprobarás que tengo razón mañana por la mañana.

Finalmente se hundió en un profundo sueño. "Asesino" le susurró una extraña voz, y al mirar sus manos estaban llenas de sangre. Despertó exaltado, con su corazón sacudiéndose, como intentando escapar de su pecho.