CAPÍTULO VIII (Segunda parte):"Tango asesino"

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Mientras el grupo de Protektantoj caminaba rumbo al teatro Andy no pudo quedarse callado:

—¿Se dan cuenta que estamos yendo a una trampa?

—Claro que lo sabemos —respondió Pyro—. La diferencia es que llevamos una ventaja.

—¿Y cuál es esa? —Interrumpió Mora, abordada por la curiosidad.

—Es verdad, ¿cuál es la ventaja? —Secundó su novio—. ¿Ésta demonio?

Algo molesto Zero caminó por en medio de ellos y respondió:

—Imbécil, nuestra ventaja eres tú.

—¿Q... qué? ¿Es acaso una broma? —Preguntó el actor.

—Nadie va a molestarse si de vez en cuando cierras tu boca —agregó el joven nocturno.

A favor de la paz Mora trasladó una de sus intrigas a Abby:

—No sé si tendrás conocimiento pero... los demonios importantes que nos han atacado, han pronunciado palabras en un extraño idioma que no conocemos, ¿sabes de qué se trata?

—Por lo que dicen se trata del idioma de los Dioses Antiguos, anteriores a los dioses de Suno. Ellos crearon el aura como un nuevo sentido para los humanos. Este idioma se dice que interactúa directamente con el aura y la hace fluir en la forma que se le ordene.

—Digamos que aprendiendo algo de ese idioma... —entendió Lory—. ¿Podríamos potenciar nuestros ataques?

—¡Les dije que los Dioses existían! —Exclamó Mora, reanimando su fe.

—Perfecto... —dijo Andy a la demonio con sarcasmo—. Gracias por motivarla.

Lory, unos metros más adelante divisó finalmente aquel teatro.

—Prepárense —advirtió Pyro—. Esto se pondrá feo. Mantengan siempre presente la salida más cercana. Si esto se sale de control lo mejor será retroceder.

—¿Retroceder? —cuestionó Zero—. Esto será a matar o morir.

Al ingresar a la recepción del teatro, la atención de Pyro fue captada por una figura de cartón de un artista marcial con un nunchaku real en mano. Sin dudarlo tomó el arma y la colocó en su bolso. La espada permanecía en una mochila en manos de Zero, mientras que el cuchillo demoníaco fue entregado a Mora, la más vulnerable del equipo. Pasaron junto a una pareja de muñecos de madera que bajo la tenue luz confundieron con enemigos. Estos eran de tamaño real con articulaciones y cabello, e indumentaria de Tango, junto a una cartelera publicitando un espectáculo de Aero-tango.

De entre las butacas se hizo presente un demonio para recibirlos, confirmando al hablar ser el dueño de aquella voz que provocara el humo con anterioridad.

—No esperaba que fueran tan tontos de venir. Mi nombre es Onser, y ellos mis colegas, ¡que animarán esta fiesta!

Tres demonios menores de este grupo se adelantaron, así como en respuesta lo hicieron Pyro, Abby, y Zero, este último clavando la espada junto a su pie. El rival que le correspondía se puso en posición de ataque y lo cuestionó:

—¿Pelearás con una espada contra alguien que está desarmado?

—La espada no es para pelear, solo la usaré para matarte —respondió el kungfuteca, con su frialdad característica.

Se colocó en una guardia característica de su estilo marcial, con sus pies en "punta de lanza" recargando su peso en el de atrás. Evitando confrontar directamente al enemigo se movió entre sus golpes. Pyro, progresando en el uso de su aura comenzó a usarla —al principio levemente—para fortalecer su cuerpo, y pelear de igual a igual a su enemigo. La demonio, mientras tanto, daba una buena golpiza a su rival, cuando Pyro dio la señal:

CAMINO DEL INFIERNO (El Primer Regreso)Where stories live. Discover now