Capítulo 1

3.2K 153 23
                                    

*Narra Lydia*

—¡Hey! ¿Has estudiado para el examen de matemáticas?

 Terminé de guardar mis libros de biología en mi casillero y me volteé. Frente a mí se encontraba una simpática adolescente con aspecto asiático y cabello negro.

—No es necesario, Kira. ¿Qué hay de tí?

—Pues... —no pudo seguir. Se quedó mirando fijamente a algo —o alguien— por encima de mi hombro. Un segundo después Scott apareció frente a mí.

Fue cuando empezaron a hablar animadamente cuando me di cuenta de que yo sobraba allí; así que me di media vuelta y me dirigí hacia el salón dónde tendríamos el examen minutos después. Había abandonado mi lema de "una diva se hace esperar" hace tiempo. Al llegar encontré a Malia y a Stiles repasando los apuntes que yo les presté.

Al principio había sentido pena por Malia, ya que, después de todo, la pobre había vivido años como un coyote en los bosques y no sabía nada o muy poco del mundo de los adolescentes. Pero con el tiempo esa pena se había ido transformando en una constante irritación frente a su inmadurez, agresividad, e insensatez.

Y luego estaba Stiles. Con el paso de los meses y los sucesos sobrenaturales que me rodeaban a mí y a nuestros amigos había pasado de ser un fracasado más de la escuela quien estaba loco por mí, a mi mejor amigo en todo el mundo. Siempre había estado ahí para mí, aunque yo no me diera cuenta y a veces no pudiera agradecérselo.

En fin, que estos dos estaban juntos desde el verano anterior, justo después de que mi mejor amiga, Allison, muriera. Sinceramente, había sido un golpe bajo que de repente Stiles ya no tuviera tanto tiempo para mí. Aun así, no podía reclamarle nada ¿verdad?

Algo abrumada por todos los pensamientos que repentinamente se habían colado en mi cerebro, me senté en mi silla y esperé al toque de la campana. Los estudiantes fueron llegando y una hora después me encontraba totalmente compenetrada en una ecuación especialmente complicada de resolver. Cuando por fin la terminé entregué el examen y me dispuse a irme, no sin antes echar una última mirada al salón. Malia parecía desesperada mordiendo su lápiz, Scott estaba medio dormido y Kira parecía muy concentrada. Mi mirada fue más allá y se encontró con la de Stiles, quien me dirigió una pequeña sonrisa antes de seguir con lo suyo. Con una sensación de calidez, abandoné el lugar.

-------------------------------

—¿Has revisado las 50 páginas que te tocaban a tí? —le pregunté a Parrish esa misma tarde mientras nos encontrábamos en su oficina en la comisaría de la ciudad. Estábamos hojeando el bestiario en busca de la criatura que él podría ser, como veníamos haciendo los últimos días sin resultado alguno.

—Sí —contestó él con la cabeza dentro de libro.

—¿Encontraste algo?

-Nada demasiado interesante. Bueno, considerando que esta ciudad está llena de hombres lobo, banshees y kitsunes, por supuesto. En todo caso, nada que pueda relacionar conmigo

Suspiré. Esto se estaba poniendo realmente difícil.

—¿Y que sin nunca aparece? —me preguntó él con voz desilusionada— ¿Qué pasa si yo no estoy aquí ni en ninguna parte?

—Encontraremos lo que eres. Eventualmente. No te preocupes por eso, aun no llegamos al final del bestiario.

—Lo sé. Pero esto está empezando a hartarme. A veces pienso que es mejor dejar todo como está y no complicarme más la vida.

—¿Quieres que dejemos de buscar? —le pregunté suavemente.

Parrish me miró. Era una mirada que me dirigían diferentes chicos muy a menudo, y a la que yo casi nunca respondía. De veras lo sentía por él. Sabía que el rubio me encontraba por lo menos bonita, pero yo realmente no sentía nada hacia el oficial. Quiero decir, estaba bueno, sí que lo estaba, pero no iba más allá.

—Al menos por hoy, Lydia

Asentí y tomé mis cosas para ir a mi casa a ducharme

------------------------------

Estaba acostada en mi cama durmiendo plácidamente. Hacía frío.

Comenzó con un murmullo que apenas logró molestarme. Luego se convirtió en un susurro más audible. A medida que la voz aumentaba de volumen me fui despertando. Entonces me di cuenta: era la voz de Stiles la que hablaba. Busqué desesperada por toda la habitación; pero luego lo supe: la voz, que ahora gritaba, venía de lejos, muy de lejos. Sin pensarlo ni un momento, salí corriendo de mi habitación.

Ahora podía distinguir las palabras en los gritos.

"Sálvame Lydia"

"Apresúrate"

"Va a matarme"

"¡LYDIA!"

Mis piernas iban cada vez más rápido. Ya ni siquiera veía ni sabía adonde diablos iba, pero confiaba en mi cuerpo y en mi instinto.

Y de repente, se callaron. Stiles quedó en silencio. Aterrada, seguí corriendo. Los ojos me ardían por las lágrimas y la garganta me dolía; en algún momento había empezado a gritar y ya no paraba.

En un momento todo se puso negro y caí al piso. Ya nada tenía ningún sentido, pero yo seguía llorando y gritando. Había perdido a Stiles.

"Lydia, basta" la voz volvió.

"Todo está bien, tranquila"

—¡¡LYDIA DESPIERTA POR FAVOR!!

Y entonces la oscuridad se desvaneció. Aturdida, con lágrimas empapándome la cara y las cuerdas vocales irritadas, lo único que podía ver era un par de ojos. Eran color miel y me miraban con la preocupación y el alivio reflejados en ellos. Y en ese momento, eran lo más tranquilizador y bello de todo el mundo. Stiles. Sus manos sostenían mi cara y me acariciaba las mejillas con ternura. Me repetía una y otra vez que todo estaba bien, que él estaba bien. No lo pensé dos veces; crucé los brazos por su espalda y lo abracé con fuerza. Me correspondió en seguida con la misma fuerza mientras enterraba la cara en mi cabello.

Nos quedamos así hasta que pude regular mi respiración y detener los sollozos. Entonces me separé y miré alrededor. Nos encontrábamos en la sala de estar de Stiles. Todo estaba oscuro exceptuando por la tenue luz de una lámpara apoyada en una mesilla.

—Lydia... ¿Qué pasó? Yo... estaba durmiendo cuando te oí. Gritabas mi nombre. Estabas fuera de la casa, así que te traje adentro. Creo que estabas sonámbula o...

—Era una pesadilla —lo interrumpí mientras miraba el suelo—. Te... morías. Te estaban matando y tú me pedías ayuda, pero yo no podía ayudarte, y temo que eso se vuelva realidad –dije lo más rápido posible mientras el terror inundaba mis venas. Yo era una banshee. Predecía la muerte. Un sueño así no era sólo un sueño. Yo lo sabía.

Stiles abrió y cerró la boca. Podía ver que él también tenía miedo, aunque intentara no demostrarlo. Lo vi removerse inquieto hasta que alargó una mano hacia mí y me apartó un mechón rojo que me caía en la cara.

—¿Styles? —una voz adormecida resonó en la habitación—  ¿Por qué te levantaste?

Miré hacia mi derecha. Malia estaba allí, en shorts y musculosa y nos miraba medio confundida medio iracunda, a medida que procesaba la situación.

Claro; ella y Styles estaban seguramente dormidos y abrazados hasta que yo llegué. Me invadió una súbita vergüenza. Me froté los brazos, tenía la piel erizada, solo llevaba mi liviano camisón. Sin dar tiempo a explicaciones me fui por la puerta sin hacer caso al tono enfadado de Malia ni a las súplicas de Styles para que me llevara a mi casa. Simplemente me fui, mientras el sol salía.

------------------------------

Holaaaa!!! Aquí les dejo el primer capítulo del Fanfic, espero que les haya gustado! También quería contarles que es el primero que escribo, así que discúlpenme si no supera sus expectativas

Como sea, si les gusta podrían votar y/o comentar? =3 Saludooooos!!!!!

Nota: el video no es mío, créditos a la autora

-Blue


Soulmates || StydiaWhere stories live. Discover now