Bueno ya, seria.

Sus puños se aprietan y de pronto se altera.

-¡¿Qué tanto me ves, fenómeno!? -Se hacerca a ti a paso duro y termina frente a tu persona.-

De inmediato tapas tus oídos por el fuerte sumbido que provocó el chico. Tu mueca se retuerce y lo miras aturdida. Kocho se acerca de inmediato a ti y te revisa, ahora notando que tus brazos y piernas, son prótesis.

-Vaya, vaya... -Susurra para sí misma.- ¿Señor, que tantas sorpresas tiene ____?

-Bueno, mis niños. Eso se los dejo de tarea. -Terminada la oración, se aleja y se va con sus hijas atrás.- Tengan buen día y pórtense bien con ella.

Silencio. Destapas poco a poco tus oídos y suspiras en silencio.

-Oh, ¿No puedes hablar? -Mitsuri se te hacerca curiosa y niegas.- Eso debe ser terrible...

La pelirosada en sus pensamientos siente tanto dolor de tener que verla. Inmediatamente cambia su mirada y toma las manos de ella, sintiendo la madera fría y rasposa.

-Nos alegra a mi y a Shinobu que una mujer se una al grupo, ya estábamos algo cansadas de ser las únicas chicas. -Sonríe. Eres algo inexperta en demostrar afecto así que con tus manos, tomas sus cachetes y los presionas levemente provocándole una risa.-

-Veo que también carece de humanidad. -Comenta Iguro con sarcasmo.- Espero llevarnos bien.

Lo miras atenta. Luego de eso el pilar mayor de todos se acerca llorando a rezar por ti.

-Lamento qué tal atrocidad haya caído sobre ti, rezo para vivas una vida plena llena de gozo. -Ante sus palabras, sonríes.-

El Shinazugawa sigue en shock. No creyó que te molestara de tal forma. Sigue a un lado tuyo mirándote atentamente con una expresión de sorpresa, sin contar cómo se ponen sus ojos al estar exaltado.

-Oye, deberías ofrecerle una disculpa. -Giyuu se hacerca a él y le dice en tono bajo.- Me sorprende como un incompetente pueda ser así de agresivo incluso con una mujer.

-¿Ah?... ¡Ah! ¡Qué quieres tú, maldito Tomioka! -Se gira hacia el pilar del agua y le empieza a gritar un millón de insultos.-

Los demás ríen. El Tokito se acercó a ti y con su mano jugó frente a tu cara, de inmediato la tomaste. Él menor se sorprende y te sonríe.

-Creo que tienes buenos reflejos.-

-¡Mi nombre es Rengoku Kyojuro! -Se presenta el rubio.-

Y así los demás se presentaron pero Sanemi no. Tengen fue el que lo presentó por ti.

...

Un corto periodo de tiempo pasó y se te asignó una misión con el pilar del viento. Algo que no te importó mucho porque te mencionaron sus arranques de ira repentinos.

Lo poco que habías recuperado de tu cuerpo hasta ahora, fueron tus dos piernas y la piel de todo cuerpo, incluso la cara. Lo malo es que aún no consigues tu nariz.

Cada que matas a ciertos demonios, una parte de ti se recupera. En este caso, las lunas menguantes. Hoy se les asignó una misión para derrotar a una, que mejor, ¿No?

(aquí no los mata Muzan)

-Oye, no confío en ti, mocosa. -Se posa frente a ti en el camino.-

Por ende dejas de caminar y lo miras. Esa mirada le fastidia y mucho por el simple hecho de ser tan sofocante que se siente juzgado.

Kimetsu No Yaiba [Escenarios/OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora