Soy una Chica

Capitulo 15: Nutella & 25 de Octubre

Harry…

Después de que practicamos mucho, pero enserio mucho, el entrenador nos dijo que quería que limpiáramos los vestidores, regaderas, etc.

Mientras limpiábamos, escuchaba como Taylor soltaba unas risitas, ¿qué tiene de divertido limpiar las porquerías de otros? Ella estaba recogiendo todas las toallas que habían dejado por todo el vestidor, yo la estaba ayudando, pero para alegrar más el ambiente cuando vi que iba a pasar al lado mío puse mi pie en su camino para que se tropezara. Ella se tropezó pero no logró caerse porque yo la sujeté de un brazo, pero se le cayeron todas las toallas que ella cargaba. Yo comencé a reírme, era tan gracioso ver la cara boquiabierta de Taylor  tenía cara de “Espero que no hayas hecho lo que acabas de hacer” ella sin decir nada y aprovechándose que yo tenía la guardia baja por estarme riendo, me tiro al suelo y me dijo:

-        ¡felicidades! Esas toallas las recogerás tu – me dijo molesta.

-        Si, lo sé – le dije sonriendo.

Ella no dijo nada y se le paso lo enojada que estaba.

-        Taylor… ¿Por qué te estabas riendo hace rato? – le pregunté curioso.

-        ¿hace rato? ¡Ahh…! Ya… estaba recordando cuando me trajiste por primera vez aquí, que querías que me cambiará y que estuviéramos juntos, tú no le veías el problema pero yo sí, era porque estoy reflexionando, y eso decías porque tú pensabas que yo antes era hombre y no porque fueras un pervertido.

-        ¡es verdad! Recuerdo eso – dije y comencé a atacarme de la risa – también cuando dijiste que te depilabas las piernas y te miré con miedo.

Ambos nos reímos mucho, la verdad sí que era gracioso, porque yo pensaba de verdad que ella era un hombre.

-        Taylor… la verdad me gustas mucho, quiero que volvamos a salir – le dije con una tierna sonrisa.

-        … - ella no decía nada, se quedaba muda y sonriendo.

-        ¿dirás algo? – le pregunté esperando que ella me digiera que sí.

-        Mi… mi güerito, – dijo con una sonrisa – claro que quiero volver contigo.

Me le acerqué y la besé tiernamente. Ella me seguía la corriente. Fue de los mejores besos que hemos tenido y se lo dije una vez que terminamos de besarnos.

-        ¿te das cuenta que nunca nos hemos besado tan deliciosamente? – le dije sonriendo.

-        Es que comí cebolla asada – me dijo ella riendo.

-        ¿es enserio? – le pregunté asqueado.

-        Si, con una pizca de ajo molido – dijo ella.

-        Menos mal que fue molido y no entero – le dije con sarcasmo, continuando el juego, sabía que no era enserio lo que ella decía.

-        Ja, ja, ja, Harry… eres el mejor… para la próxima trae Nutella

-        ¿para qué? – pregunté curioso.

-        Para superar este besos delicioso. Si nos besamos con Nutella  sería súper delicioso – decía ella con una sonrisa y sonrojada.

-        ¿hablas enserio? ¿es como una fantasía que siempre has tenido? – le pregunté curioso.

-        Amm… - se puso coloradísima de la pena – si.

-        Te ves tan tierna cuando estas sonrojada – le dije con una sonrisa.

-        Hace meses me hubieras dicho que me vería tierno – dijo ella recordando que antes yo pensaba que ella era hombre.

-        Eres tan perfecta – le dije.

-        ¿qué? – dijo ella confundida por el cambio drástico de tema.

-        Eres tan perfecta, nunca había sentido lo que siento por ti con nadie. A veces pienso que soy muy poco para ti.

-        Harry… - decía ella con una tierna sonrisa – yo a ti no te quiero… te amo.

No le dije nada y con rapidez me acerqué a besarla, la tomé de la quijada con mis dos manos y la besaba al mismo tiempo que mis lágrimas salían de mis ojos, no supe que expresión tenia ella porque estaba con los ojos muy cerrados. Podía sentir que al principio ella se asustó, pero luego se dejó llevar, obviamente no tanto como yo, pero hacía el intento. Ella intentaba separarse de mí, pero no la dejaba, no quería dejar de besarla, hasta que ella dijo:

-        Harry… cálmate

-        ¿De verdad me amas? – le pregunté con lagrimas.

-        Si te lo dije es porque de verdad lo siento por ti – me dijo con una sonrisa – no llores.

-        Nunca, me lo habían dicho; lo peor es que yo se lo decía a mis antiguas novias, pero enserio las amaba. Es verdad, muchas me lo decían pero sentía que no era cierto. Desde que te conocí sabía algo, que el día en que me dijeras eso sabía que sería cierto.

-        ¿por qué? – preguntó ella.

-        Porque tú eres diferente, no me mentirías.

-        Ya que estas calmado, quiero explicarte lo del beso de Paul y el mío. Es verdad, nos besamos, pero eso fue cuando aun no éramos novios, cuando nos castigaron a los 3,que Paul y yo tuvimos que estar ordenando libros en la biblioteca… a Paul… su padre lo golpeaba, no solo a él, también a su mamá, lo obligaba a traer dinero. Mi papá es jefe de policía y lo ayudó a hacer una demanda, simplemente lo besé pensando que de verdad lo quería, pero solo lo quería como amigo y pasó lo mismo con él.

-        ¿es enserio lo que me dices?

-        No te mentiría – me dijo.

-        Bueno ya que estamos en “La hora de las confesionales” debo decirte que Nerak me besó hace poco.

-        ¡¿Qué?! – gritó enojadísima - ¡la voy a matar!

-        ¿estas celosa? – le pregunté riendo.

-        ¡¿Cómo no lo voy a estar?! Ella quiere quitarme a MI NOVIO y no la dejaré – decía ella muy directa mientras yo me reía - ¿de qué te ríes?

-        Eres tan hermosa cuando te pones celosa – le dije y la abracé.

-        25 de Octubre – dijo ella.

-        ¿qué?

-        Hoy es 25 de Octubre y fue de los mejores días de todos, nos dijimos todos nuestros secretos, aclaramos muchas cosas, fuimos de nuevo novios y nos besamos deliciosamente como dices tú.

-        Y todavía falta la Nutella  – le dije con una sonrisa picara.

Ella sonrió y me abrazó. No quedamos un rato así, después nos recostamos en las toallas, estábamos tan juntos. No fue poco tiempo el que estuvimos, fue mucho, que hasta nos dio sueño y nos quedamos dormidos.