The Black House: Amor y Vampiros.

capitulo 5

Zach había estado escuchando lo sucedido entre Joseph, Elizabeth y Katherine.

"debo felicitar a Katherine" se dijo para sí.

Elizabeth pasaba por ese corredor mientras se dirigía a su recámara.

- Elizabeth lamento lo de Joseph- exclamó Zach.

- ¿Escuchaste? -pregunto ella.

-No, no. Es que estaba por aquí leyendo y de casualidad escuché- se excusó Zach.

- ¡Oh sí! Bueno no importa él es libre de hacer lo que quiera ¿no?

-Sí. Bueno... ¿queréis hablar?

-No. Bueno no es que te esté rechazando es sólo que Joseph dijo que iría a mi habitación a hablar, si me disculpas... me retiro.

-No hay problema adelante.

Zach se había molestado por eso, sus ojos brillaban de furia.

-Con vuestro permiso- exclamó aquella menuda chica que tanto había enfurecido al señor de la casa.

Ella avanzó un poco y se volteó a la dirección de Zach, -Zach tal vez otro día hablemos- exclamo y siguió con su camino.

Zach mostro una falsa sonrisa y le hizo una extraña seña a Elizabeth con la mano en forma de despedida.

Elizabeth yacía en su recámara recostada en su cama leyendo un libro que describía las características de los vampiros, puesto que quería saber acerca de ellos.

El sonido de la puerta la distrajo y se levantó de la cama para ver quién era el que tocaba,

- ¿Joseph? Dijo sorprendida.

-Sí, sí, soy yo ¿te molesta qué esté aquí?

-No, no, no, digo para serte sincera no creí que vos vinieres.

-Pues estoy aquí ¿puedo pasar? - dijo él, a pesar de estar en su propia casa y poder tener la capacidad de entrar a cualquier habitación de la casona, James conservaba sus instintos vampíricos de preguntar antes de pasar puesto que consideraba la habitación de Elizabeth como el hogar de ella.

-Necesito hablar con vos, más bien quiero hacerlo-continuó Joseph lanzando un suspiro.

Elizabeth asintió y se hizo a un lado permitiendo el paso de Joseph a la habitación, él entró y tomó asiento en uno de los sillones que ella tenía en su recámara.

-Y bien ¿de qué queréis hablar conmigo? - cuestionó Elizabeth cerrando la puerta y sentándose en la orilla de la enorme cama.

-De ti... de mí... de...- Joseph hizo una pausa como analizando sus palabras.

- ¿De qué? - continuó ella.

-De nosotros- exclamó él nervioso.

- ¿De ti, de mí, de nosotros? - cuestionó Elizabeth, Joseph asintió. – perdonadme, pero vos y yo no tenemos un nosotros, te recuerdo.

Joseph bajó la cabeza con un poco de decepción y negó un poco con ella.

-Elizabeth, yo escuche que vos le dijisteis a Erie sobre mí, y... yo siento lo mismo por vos, yo... creo que te amo. - dijo lanzando un pequeño suspiro.

* * *

El despertador sonó, eran ya las 10:00 am, Elizabeth no había podido dormir en toda la noche.

Bajo a la biblioteca encontrando un viejo diario ahí, un diario que no había sido escrito, después de haber hecho aquel descubrimiento ella fue donde Joseph, preguntando por aquel diario... a lo que él se lo obsequió, sus palabras resonaban en la cabeza de Elizabeth "os lo obsequió linda, será para vos una muestra de mi amor"