capítulo 21

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Elizabeth se encontraba en casa de sus abuelos: la señora Charmine Carwell y el señor Michael Carwell, su abuela la cuidaba día y noche desde que un apuesto muchacho había entregado el cuerpo de su nieta.

Al principio la señora Charmine sintió pánico al verla en ese estado, el muchacho le había dicho que estaba bien solo necesitaba descansar, pero después de verla un día "descansando" el pánico corría un poco más por su cabeza, imaginándose mil y un cosas de lo que podría haberle pasado. Llamo a Cambridge para saber acerca de sus padres, y obtuvo la noticia más desgarradora, los padres de ella habían fallecido por un accidente vial, su pobre nieta ahora era huérfana, salvo que estaba ella para cuidarla y mimarla como se merece.

-¿En qué andas pensando Charmie?- pregunto Michael entrando en la recámara donde Charmine estaba cuidando a su nieta, acariciándole con ternura el pelo y la cara.

-En Elizabeth, pienso en que mi hijo murió junto la madre de ella en ese accidente y ella ha quedado sola. Nosotros la cuidaremos Mich.

-Claro que sí. Es nuestra nieta.

-con más razón.- exclamo la señora contemplando la cara pálida de ella. -¿es extraño verdad?

-¿qué es extraño?

-Sus padres murieron hace un mes y ella apenas llegó hoy a nuestra casa.

-No sé si sea extraño pero al menos la tenemos con nosotros.

-Lo sé. ¿Sabes algo del muchacho que la trajo?

-Ni siquiera lo mire.

-Era bastante guapo y amable, si tan solo pudiera darle las gracias por haberla traído a nuestra casa.

-Hay Charmie, a lo mejor lo encontraríais en la calle algún día cuando salgáis a hacer mercado.

-probablemente, se merece nuestra gratitud. Ni siquiera me permitió ofrecerle un vaso con agua, solo llego me dijo que la había encontrado en el bosque, que estaba bien y la dejo aquí en la recamara y se fue. Fue bastante extraño.

-¿Abuela?- pregunto una débil voz. La señora Carwell volvió su mirada hacia la chica acostada en la cama, sonrió y de la emoción emano lágrimas de sus arrugados ojos, ¡su nieta había despertado!

-¡oh Elizabeth! ¡Gracias a Dios que estáis bien!- exclamo la señora.

-sí abuela estoy bien. ¿Cómo estás vos?

-Más calmada querida, me alegro tanto que hayas despertado, me tenías asustada.

-¿y mis padres?

-Oh ellos.- murmuro la señora bajando la cabeza, suspiro profundamente. -Ellos, tuvieron un accidente, Elizabeth tus padres murieron.

Elizabeth derramo pequeñas lágrimas, sus padres habían muerto ahora estaba sola en el mundo.

-Tuve un sueño extraño.- dijo ella limpiando sus lágrimas. Su abuela la miro.

-¿qué clase de sueño? Haber contadme.

-era bastante raro, soñé que vivía en una casa enorme y de color negro. En ella habitaban dos familias y todos eran vampiros, los conocí a todos muy bien, e incluso recuerdo haber soñado que mi mejor amigo era un hombre lobo.

-Oh querida que imaginación tenéis.

-sí abuela. Es bastante extraño. Solo no puedo olvidar esos hermosos ojos coloridos.

-¿Ojos coloridos?

-Sí, en mi sueño había un muchacho, era guapo y alto, su piel era pálida demasiado pálida, el cabello castaño y esos ojos coloridos, cambiaban de color dependiendo su estado de ánimo, recuerdo que en mi sueño me gustaba verlos del color dorado y marrón cuando demostraba su felicidad.

The Black House: Amor y Vampiros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora