Capítulo 22

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Jenna y la Corte Mayor se dirigieron al centro de la aldea. Conjuraron un hechizo que las hizo transportarse directamente hasta Casa Negra.

-Bien esperaremos aquí.- dio la orden Jenna.

-pero Jenna, ¿Cómo sabrán que estamos aquí?

-cuando miren la luna lo sabrán.- señaló Jenna la luna que tenía un cuarto de color rojizo.

Era poco más de la medianoche, la enorme luna llena poco a poco empezaba a tornarse de un color rojizo, Jenna y la Corte Mayor esperaban pacientemente observando a la luna, estaban preparadas para todo y contra todo, aplastarían cabezas y quitarían vidas si fuera posible.

En Casa Negra Joseph miraba por el ventanal de la sala, los demás ingerían sus alimentos para tener fuerzas, Charlie y Sam en conjunto a toda su manada habían cazado para tener fuerzas, tenían que luchar por su honor en venganza de tantos siglos en servicio de las brujas, por fin esa noche se liberarían. Zach miraba el nocturno cielo desde su recamara, recordando a Stefany su viejo amor, lucharía por ella, porque gracias a ella pudo tener una familia y sentirse amado, y seguía sintiéndose así, por el sacrificio que ella hizo por él. Su muerte significaba más que una despedida, significaba un silencioso te amo en una nueva vida eterna, una solitaria lágrima rodó por su mejilla, él la limpió y salió al salón.

Joseph miro a la luna, recordó su promesa hacia ella cuando hace unas horas apenas se posicionaba en el cielo, pensó en Elizabeth, en que estaba viva, sana y salva en casa de la Familia Carwell. Estaba más segura ahí que en Casa Negra en donde Jenna podía intentar distintas cosas con tal de dañarla o incluso matarla; dado que aun empezaba su fase de transformación.

-Es hora.- exclamo Joseph observando la luna.

-Es hora.- dijo Jenna a las demás brujas.

-Es tu fin.- exclamaron ambos al cielo, retándose el uno al otro.

Joseph y Charlie iban al frente, Zachary se les unió.

Detrás iban Sam, Logan y Charles, luego Erie, Katherine y James. Por último Scott, Dylan y Tom. La manada de los Borrew iba detrás de ellos, y en conjunto montones de pequeños elfos se les unieron para pelear, más por diversión que por un motivo concreto. El espíritu de Edward los acompañaba a cada uno de ellos, indicándoles palabras de aliento y llenándoles de energía.

-Recuerden bien Hijos míos, hermano y acompañantes, luchen, luchen con todo y contra todo, y nunca pase lo que pase se den por vencidos, siempre habrá un nuevo motivo por el cual deberán seguir luchando. Luchen hasta el final. De esta guerra vosotros saldréis victoriosos y sino todos lo logran al menos quizá alguno de vosotros vendréis a hacedme compañía. Por mientras, lucharéis como manda la sangre, por amor, por venganza, por libertad, por diversión por lo que fuere, luchen hasta el cansancio hasta que la paz clame un final. Os dejo toda mis buenas intenciones para que con vosotros pueda seguir adelante.

Joseph suspiro al escuchar en el viento las palabras de su abuelo, Katherine limpió algunas de sus lágrimas.

-Nosotros te prometemos, luchar como vos habéis dicho.- contestaron todos los Anderson mirando al estrellado cielo.

Caminaron hacia adelante con la cabeza en alto. Hasta llegar justamente al centro del espeso bosque, en donde Jenna se encontraba al frente de la Corte Mayor. 36 brujas lucharían. La sorpresa de Jenna se dio al ver cuantos lucharían entorno de la familia Anderson.

-¿estás lista?- preguntó Joseph a Jenna, ambos se encontraban en el punto medio.

-Sí, aunque me parece una injusticia que vos tengáis a tantos luchando contigo y yo solo traigo a 35 brujas como ejército, el vuestro es mucho más numeroso.-reprochó Jenna.

The Black House: Amor y Vampiros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora