Two Birds (Damian x Raven)

13-Reencuentro

Todo el lugar fue alumbrado por una cegadora luz blanca. Los oídos retumbaban en un pitido constante que la abrumaban. El suelo tembló violentamente por unos instantes junto con el agua que salió disparada en todas las direcciones. Para su fortuna, pudo crear una barrera alrededor de ellos, y aún así salió herida por no actuar más rápido. Seguía con los brazos alzados, las manos abiertas emanando energía oscura. Sus ojos le ardían mientras estos viajaban en cada uno de los presentes, no sabía con certeza si se encontraban bien. Todo estaba borroso. El humo y la lluvia dificultaban su visión. Su semblante se relajó ligeramente cuando sintió a todos con vida, protegidos por su magia. Pero necesitaba saber si fueron heridos.

--¡¿Están bien todos?!-- Exclamó Raven con preocupación. Percibía el movimiento de las piedras a su alrededor al igual que la persona controlando las mismas. Se concentró y empezó a conjurar una ráfaga de viento etérea, desapareciendo por un segundo hasta el agua que caía del cielo negro. Teniendo un panorama más claro, divisó a la causante de todo esto, a la traidora y manipuladora de Terra, parada a varios metros con una expresión sombría y con la mirada clavada en ella. Como si estuviese esperando algo.

--Hola Raven, tiempo sin verte-- Rompió el ruidoso silencio que se había formado en lo que parecía ser, una forma de hacer enojar a su contra-parte, quien lanzaba no respondía. Con su cuerpo a la defensiva en una clara amenaza a la antigua titan. No queriendo dar una respuesta, disparó una descarga de energía de sus manos, directo al pecho. Terra lo bloqueó con un movimiento de sus manos colocando una roca de un gran tamaño.

--Podrías esperar a que te salude siquiera, ¿sabes? -Comentaba con ironía macabra- ¿Cómo están tus amigos? No los veo muy bien la verdad...--

Realizándose por lo que dijo, Raven buscó con el rabillo del ojo a su equipo, cayendo en cuenta de su verdadero estado, ninguno se movía. Quietos como un árbol. Pero seguían con vida, lo sentía. La explosión no fue lo suficientemente rápida como para hacerles un daño significativo antes de que ella los protegiese, tenía que haber algo más, algo se le escapaba.

"¿Magia?"

Devolvió la mirada, con el entre-cejo más fruncido que antes. Elevó a sus compañeros y los desplazó algunos metros detrás de ella, ahora mismo eran una carga que no podía permitirse estar cuidando en todo momento. Al dejarlos en un lugar seguro, disparó sin escrúpulo alguno un poderoso rayo violeta. Terra tuvo apenas tiempo de reacción cuando una estela púrpura pasó a velocidad de parpadeo a su costado. Destruyendo parte del entorno detrás de ella. Su rostro se contorsionó en sorpresa horrorizada. Un poco más y hubiera muerto, y muy fácil. 

Le dirigió la mirada a la chica cuervo que se encontraba emanando una oscura energía de todo el cuerpo. Su semblante serió acentuándose a cada segundo. Podía sentirse en el ambiente los deseos asesinos que tenía el par de ojos de la demonio.

--¿Estarán bien?- Interrogó con calma iracunda la hechicera.

--Quien sabe... ¿Acaso importa?-- Respondió con desdén, enfureciendo a la mujer cuervo. Terra se elevó apoyándose en una plataforma que arrancó del suelo, lista para atacar. De repente fue agitada en un zarandeo violento contra el suelo. Un tipo de aura oscura la mantenía anclada al suelo sin posibilidad de hacer movimiento alguno. Sintió pasos insonoros por la lluvia. No podía ver a su alrededor, su mirada solo estaba hacia un costado por una soga de magia en su cuello. Raven se acercaba con ritmo lento. El aura intimidante se anteponía a Terra, quien a cada segundo que pasaba, el terror la empezaba a invadir, uno que jamás experimentó, ni cuando era una pequeña niña, siendo maltratada por esos pueblerinos y sin razón alguna la odiaban. Ahora mismo sentía el horror subiendo por su espina, percibiendo como cada parte de su cuerpo gritaba por alejarse, huir hasta lo más profundo de la tierra y esconderse, donde no pudiera ser encontrada.