5- Déjame ayudarte

1.5K 121 31
                                    

Al regresar a la torre, todo estaba en calma, no había ni un solo sonido, Rachel encontró que este escenario podría repetirse más a menudo, era bastante disfrutable este silencio tan acogedor, podía hacer que la persona más irritable del mundo, con el peor genio, pudiera caer bajo la tranquilidad del silencio profundo.

Rachel encontró unas rebanadas de pizza en el refrigerador, al verlas recordó que Damian no había comido nada desde que ha despertado, ya era de noche y le preocupaba que empeorará a causa de no alimentarse.

Las calentó, y fue a la habitación del enfermo.

"Ahora que lo pienso, es más como un paciente en estos momentos" pensó divertida a la imagen de un Damian siendo cuidado, de verdad era difícil de imaginar.

Al llegar tocó 3 veces y espero.

No hubo respuesta.

"¿Estará dormido?"

-¿Damian?... ¿Estás ahí?- preguntó en un tono sereno y frío.

No hubo respuesta.

Sin pensarlo mucho giro la cerradura para abrir lentamente la puerta con su magia.

Estaba oscuro, solo había un tono claro que provenía de la luz de la luna que entraba por las ventanas abiertas, envolviendo toda la habitación.

"Lo supuse, estaba dormido, se ve... Tierno"

Rachel enterándose de la mala jugada que le dio su mente, sacudió la cabeza para tratar de alejar esos pensamientos que no venían al caso, sin mucho éxito su cara se puso cómo una fresa recién cosechada.

Dejó el plato con pizza en su mesa de noche. Sentándose en el borde de la cama del terco petirrojo.

"¿Qué está pasando contigo Damian?... ¿Qué está pasando conmigo?"

Rachel bajo la cabeza para mirar sus manos, completamente perdida en sus pensamientos, quería saber porque todo de repente estaba en su contra, los hermanos sangre volviendo de su muerte, Damian extrañamente enfermo dando señales de no mejorar pronto, pero había algo más, una ansiedad producida por el chico que dormía plácidamente a unos centímetros de ella, cada vez que lo veía esforzarse en ese estado, le daban ganas de noquearlo para que dejara esa actitud autodestructiva, no le gustaba nada que se hiciera daño así mismo.

"Damian... ¿Qué me hiciste?"

Con el tren del pensamiento llevándola lejos de esta tierra, acercó sutilmente su mano al rostro del chico que miraba hacia arriba, con una respiración un poco silbante y cortante, pero el rostro dormido no parecía mostrar el dolor por el que su cuerpo estaba pasando.

Su mano se posó sobre una mejilla de manera gentil y cuidadosa para evitar que este despertara.

Al principio vaciló, estaba inquieta con la idea de que se despertara, pero siguió con su acción calmada.

Hizo contacto con la mejilla del muchacho tozudo, tuvo una grata sorpresa al sentir una suavidad inexplicable, y no sabía por qué, pero le agradaba este contacto.

Empezó a trazar pequeños círculos con su dedo índice en el pómulo izquierdo del chico impasible.

Podría quedarse así todo el día, admirando esa cara serena, excluida de todas las preocupaciones del mundo, de su labor, el sueño sin duda te dejaba ver una faceta distinta del chico maravilla, ojalá pudiera ser así de tranquilo en su día a día.

"Seguí trazando esos pequeños círculos en tu mejilla, sin darme cuenta mi dedo anular se posó sobre una pequeña parte de tu labio inferior, su suavidad y fragilidad me cautivó, empecé a enderezar mi cuerpo inclinándome hacía ti de manera lenta y cuidadosa, de un momento a otro tu respiración se mezcló con la mía. Vi tus bellos orbes cerrados por aquellos párpados, quería verlos, quería hacerle saber a esas esmeraldas que cuidaré de su dueño, sin importar que"

Two Birds (Damian x Raven)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ