Destroya, Honey.

•Ryden•

-Nota:
La escritura normal es desde del POV de Brendon
La escritura inclinada son los recuerdos y POV de Ryan.
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Lo sostuve en mis brazos mientras acariciaba su cabello, blanco, pues el tiempo se había llevado el color hace ya un tiempo; aún recuerdo lo histérico que se puso cuando a sus 48 años le salió su primera cana, salió corriendo del baño a decir que se empezaba a volver viejo y que necesitaba tintarse el cabello, y parecía un niño pequeño haciendo un berrinche.
Eso ya no sucedía.
Después de que a sus 55 años le diera cáncer, dejó de tintarse, y conservó su cabello entrecano cuando volvió a crecerle. Él dijo que le gustaba ver su cabello de nuevo y que tal vez parecería Richard Gere en unos cuantos años cuando toda la melanina café se hubiera ido.
Cuando cumplió 65, adoptamos a Dottie, una perrita vivaz y juguetona, Ryan la consentía como un loco, como si fuera nuestra hija, e incluso llegué a sentir pena por la pobre cuando mi esposo le compraba cada año esos disfraces para las festividades, cada navidad la veías con un trajecito de Santa o con unos cuernos de reno, y cada Halloween con un sombrerito de bruja o un traje de calabaza, la perrita dejaba que Ryan le pusiera lo que quisiera y le tomara fotos, era la perra con más paciencia del mundo.
Y ahora, esa misma perrita tiene 10 años, y aunque casi no puede moverse por la vejez, sigue siendo leal a mi esposo, y ahora mismo está acostada a los pies de la cama en donde nosotros nos abrazamos.
Todos sabíamos lo que venía, y todos esperábamos pacientemente.
Mi Ryan, algo débil hablaba conmigo de vez en cuando.

-"Recuerdas... ¿recuerdas qué pasó cuando nos conocimos?"

-"Sí, Ry, lo recuerdo, me dijiste que me veía ridículo con la tuba."

-"Siento eso, sabes que no era cierto, pero no sabía cómo acercarme a ti, Bren."

-"Creo que igualmente sí me veía algo ridículo, era inmensa comparada a mí y con trabajo la podía hacer sonar, de tanto aire que echaba creía que me iba a desmayar."

-"Bueno, siempre te gustaron los retos."

-"Creo que soy algo orgulloso."

-"¿Crees, amor? Tengo que recordarte que nunca te quisiste disculpar con Spencer por raparlo?"

-"Tenía mis razones"

-"Que haya tirado lentejuelas de tu traje no es una excusa, y, ese traje era horrible, amor."

Bien, tal vez sí era un viejo orgulloso, pero no importa, porque también soy un viejo genial.

-"Brendon, necesito que entiendas mi decisión."

-"La entiendo, no me gusta, pero la entiendo. Además, creo que es muy tarde para reclamarte."

Eso ya había pasado, ya no podía hacer nada al respecto.

Estuvimos un buen rato recordando cosas.

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-"Ryan, ¿te puedo besar?"

-"Pero, ¿no te importa lo que pueda pasar?"

-"Es un beso, y en todo caso no me molestaría estar contigo, realmente me gustas."

-"¿Aunque a los demás les moleste?"

-"Sí."

Me incliné un poco hacia el frente y cerré los ojos, esperando a que Brendon me besara.
Y cuando lo hizo, fui el hombre más feliz del mundo por unos momentos.
Ninguno parecía muy seguro, así que él colocó sus manos en mi cara y yo en sus hombros.
Me podía acostumbrar a ésto, sí.
Me gustaba. Era la sensación más linda que podía experimentar.