•Kellin x Oliver•

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(Son unxs pervertidxs)

Kellin había estado peleando con su novio por un montón de cosas estúpidas, primero habían peleado por cualquier cosa, Oliver de por si, es muy celoso, y más con Kellin, porque Kell es su niño, de nadie más, no pueden respirar cerca de él, ¿y qué es lo primero que hace? ir y joderlo, ponerlo celoso.

Es como estar picando a un león enojado con una rama.

Oliver y Kellin hacían la pareja  perfecta, porque, aunque eran muy diferentes, eso los unía.

Ese día, Kellin, como de costumbre, llevaba su falda, era un falda negra con calcetas hasta los muslos del mismo color y botines negros, una camisa blanca y corbata negra.
Kellin levantando pasiones y Oliver casi se muere.
Así que decidió llevar a su niño a comer.

Fueron a un restaurante de sushi y cuando acabaron, Oliver arrastró a Kellin al baño, verificó que no hubiera nadie y lo empujó a un cubículo.

-"¡Hey! ¿Qué te pasa ahora?"

-"No me vengas con esas estupideces Kellin, sabes perfectamente todo lo que provocas. Y sé perfectamente tu modus operandi para coquetear y querer joderme con mis celos."

-"Ahora resulta... puedo hacer lo que a mi se me dé la gana."

-"No, no puedes."

-"¿Ah no? Detenme."

Era un buen reto, así que Oliver tomó del cabello a Kellin, jalando su cabeza hacía atrás mientras el muchacho se quejaba por los tirones. Se inclinó y comenzó a besarlo, desde la boca hasta el cuello, como cliché todo, pero los labios de ambos eran embriagantes para el contrario, así que decidieron seguir.

En un momento, Oliver puso a Kellin contra la pared, alzando su falda, empezó a tocar sus piernas y culo.

-"E-espera, Oli, amor no- lo vamos a hacer aquí, ¿verdad?"

-"Oh, claro que si. Yo no tomo los retos a la ligera cariño."

-"Pero yo- ah!"
Otro tirón de cabellos lo interrumpió, Oliver se acercó a su oído y le dijo:

-"Cállate princesa, no quieres que nos descubran."

Aflojó el agarre en el cabello del pelinegro, sin soltarlo aún, apegándose lo más que pudo, tocando ahora, también el pene de Kellin, bajándole las bragas.

-"Abre la boca."
El chico obedeció al instante y Oliver introdujo dos dedos, lo más que pudo, intentando que Kellin se ahogara un poco.
Mientras tanto, Oliver desabrochó sus pantalones y bajó su ropa imterior, acercando su erección al pelinegro.

-"¡Ahg gg-n!"
Cuando escuchó las quejas del menor, sacó los dedos de su boca y los colocó ahora en la entrada del chico.

Oliver se hizo unos pasos hacia atrás e inclinó un poco a Kellin para que sólo sus manos quedaran recargadas en la pared, con el trasero al aire.

-"Déjame dejarte algo muy claro, nene..."
Dice el mayor e introduce un dedo, haciendo al contrario jadear un poco.

-"Tú..."
Intoduce otro dedo, comenzando a moverlos como tijera y de adentro hacia afuera.

-"Eres todo..."
Saca los dedos.

-"Mío."
Cuando termina de decir la palabra, entra en él, de golpe, aunque ya lo había preparado un poco, de igual manera a Kellin le dolió hasta el alma, y Oliver lo notó, así que no se movió, le empezó a dar besos por todo el cuello y la espalda, hasta que Kellin se acostumbró a la sensación y le dijo que podía moverse.

Destroya, Honey.Where stories live. Discover now