Destroya, Honey.

•Dallon x Mikey•

Dallon era el chico nuevo, no en cualquier lugar, en un internado católico.
Seguro lo llevaron para deshacerse de él.

Era un chico extremadamente problemático aunque en el primer día había platicado con Ronnie Radke, un chico que, al parecer, había tenido problemas con adicciones, tenía el mismo horario que Dallon, así que como ambos eran algo difíciles se llevaron bien al instante.

Llegó la hora de ir a los dormitorios. A las 9:00 pm, así es. A las nueve de la noche. No era de sorprender, es una mierda católica.

Eran cuartos compartidos, Ronnie, Dallon y ¿Mikey? Estaban en un mismo cuarto.

Antes de entrar al cuarto, Ronnie le dijo a Dallon que Mikey era algo extraño, no era un mal tipo pero todo eso de la religión lo tomaba muy en serio.

Entraron y se encontraron a un chico rubio, con gafas, acostado en una de las camas que se encontraban situadas en la habitación.
Al verlos ingresar, Mikey se sentó en la orilla de la cama y se presentó con Dallon.

-"Hola, yo soy Mikey, al parecer ya has conocido a Ronnie, ¿cierto?"

Dallon asintió y se detuvo un momento a ver al chico frente a él, era muy lindo, y su atuendo lo hacía ver muy tierno, ojos verdes como olivos y una nariz fina debajo de la cuál se encontraban unos labios rosas encorvándose en una apenas visible sonrisa.

Dallon es extremadamente gay, otro de los motivos por los que lo botaron en ese lugar.

-"Dallon Weekes, un placer Michael."

-"Bueno, conózcanse mejor, yo me voy a bañar, sé que soy irresistible pero no espíen por favor." Dijo Ronnie.

-"Ronnie, no creo que nadie quiera verte desnudo." Aclaró Michael colocándose los anteojos con el dedo índice.

-"No lo sé Mikey, yo si te espiaría a tí."

-"¡Ronald Radke!" Respondió Mikey con sus mejillas tan rojas como una manzana, mientras Dallon se carcajeaba a causa de la conversación de sus compañeros.

-"JA JA JA Hasta luego."

-"Lo siento Dallon, a veces Ronnie puede ser un tanto indiscreto, en fin, ¿te está gustando la escuela?"

-"En realidad es una mierda, la escuela es una mierda, la religión es mierda y todo se basa en mentiras, en resumen, la vida es asquerosa e inútil."

-"¡Dallon! Te va a castigar nuestro señor por ofenderlo."

-"Que me castigue, al menos así sabré que existe ese viejo barbudo que se supone que me observa hasta cuando me masturbo."

-"¡Dallon! ¡No digas eso! Acompáñame."

-"Bien."

Salieron del cuarto uno detrás del otro, Dallon sólo seguía a Mikey por la curiosidad de a dónde lo llevaría el rubio.

-"Michael..."

-"¿Si?"

-"¿A dónde vamos?"

-"Ahora verás."

Cuando Mikey se detuvo, abrió una puerta de roble, para así ingresar a una de las tres capillas que poseía el lúgubre instituto.

-"¿Qué? Michael no jodas..."

-"Shhhhh. Estás frente a nuestro señor, Dallon. Entra."

-"Ugh."

Cuando Dallon entró, Mikey fue tras él y cerró la puerta a sus espaldas, para después dirigirse al altar que se encontraba adelante, y arrodillarse.

Dallon lo siguió, parándose junto a él y diciéndole:

-"Michael esto es una mierda, si crees que confesaré mis pecados estás mal."

-"Pero Dall, lo necesitas..."

-"Michael, no necesito ésto, no es real y no es nada de lo que me tenga que preocupar."

-"Te irás al infierno Dall."

-"Mikey, sólo necesito lo que a mí me interese, música, comida, agua, un novio..."

-"Querrás decir 'novia' ¿no Dall?"

-"Sé lo que dije, yo soy gay Michael."

-"Oh. Dallon, eso es pecado, si no te confiesas terminarás en el infierno."

-"Lo haré, pero te arrastraré conmigo."
Acto seguido, Dallon se abalanzó contra el mayor, jalándole el cabello mientras el otro soltaba gimoteos, intentando zafarse del agarre, sin lograrlo, así que a los pocos segundos cedió al beso otorgado.

Como sabía que Mikey no estaría de acuerdo con sus decisiones, digamos que lo forzó in poco.

Durante el beso, le quitó la corbata a Mikey, y le ató las manos detrás de la espalda, y antes de que el mayor pudiera reclamar algo, ya estaba inmovilizado, recargado sobre el altar, su pecho y mejilla contra la mesa, y las manos en la espalda, mientras lo sostenía Dallon.

-"Dallon ésto está mal, muy, muy mal. Por favor no..."

-"Shhhh te va a gustar Mikey, seguro a "Yisus" también."

-"Dallon... No por favor, no aquí, no ahora."

Mientras Mikey le decía ésto a Dallon, el menor le bajaba los pantalones y los bóxers.

Mikey tenía que admitir que era excitante y que él también era gay, pero lo educaron de manera muy estricta.

Michael escuchó al mayor bajar el cierre de sus jeans, y sostenerlo sólo con una mano.

-"Da- Dallon, ¿qué hac- AHHH! Mmmh"

Se interrumpió a si mismo al sentir la lengua del mayor en su entrada.

Mientras Dallon lamía el trasero de Michael, con la otra mano se masturbaba.

-"Dallon ahh no..." Dijo con voz temblorosa.

-"Shhhh te trataré bien Mikes."
Después de decir ésto, se alineó con Mikey y lo penetró sin más.

-"AHHHH DALL... DUELE!"

-"Pronto pa- ahh pasará el dolor."

Se comenzó a mover con un vaivén lento y suave, acariciando el miembro de Mikey con su mano derecha, mientras la izquierda le sostenía de las caderas.

-"Ohhhh Mikey... Eres muy lindo, te sientes tan bien..."
Fue aumentando el ritmo de sus embestidas y con ellas los gemidos del rubio.

Lo siguió masturbando a paso rápido hasta que se vino sobre su estómago y la pequeña mesa de madera, por su lado, Dallon siguió embistiendo unos segundos, hasta que salió de él y se corrió el la espalda, manos y nalgas del mayor.

-"Dallon... Iremos al infierno."

-"Pero iremos juntos Mikes."

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Bueeeeeno, seguí sus sugerencias y aquí está el capítulo.

Bai, hijos de la frente.