Capítulo 5

26 10 1
                                    

Narra WhiteTail

Dejé salir toda mi ira congelando el cuello a ese chico. De pronto, le comenzaron a salir por la nariz, el cuello y la boca picos muy puntiagudos de hielo. De su oreja salía sangre que al caer en contacto con la superficie sólida se congelaba.

Luego cayó su cuerpo inerte encima de mi y lo hice a un lado.

Je... Se siente bien... El maldito está muerto.

Solté unas leves risas y toqué el cuerpo del chico.

Me causó demasiada satisfacción ver como lo congelaba solo con un pequeño toque de mis dedos.

Pero...¿Qué demonios estoy haciendo?

Volví rápidamente a la realidad y caí en cuenta en lo que realmente estaba pasando: había matado a alguien y mis huellas estaban por todo su cuerpo. Me levanté del suelo y traté de limpiarme la hierba y hojas que estaban en mi ropa. ¿Y ahora que hago? Yo no se nada sobre esconder cuerpos y menos limpiar todo rastro que indique que yo lo maté. ¿Que más podía hacer? El me intentó violar y yo tuve defenderme. ¿Acaso no es justo? Cometí un crimen muy grave de todas formas, pero con razones justificadas...¿Sigue siendo justo? 

Mi cabeza me empezó a doler seguido de un dolor que ni yo se muy bien como explicarlo pero se originaba desde muy dentro de mi estómago. ¿Culpa? Probablemente ¿Remordimiento? Quizá ¿Angustia? Pueden ser todas las anteriores. Hay quienes dicen que nuestros sentimiento se pueden sentir hasta en el estómago y por eso algunos experimentan lo que le llamamos "Mariposas en el estómago" cuando nos enamoramos. Mi caso no es ese: el dolor que siento es como si me hubieran apuñalado el estómago repetidas veces; y si, yo he sentido ese dolor, del día que tuve el accidente en la cabaña. 

Mi cuerpo comenzó a temblar frenéticamente y yo seguía sin saber que hacer con el cuerpo inerte. Caminé un poco para inspeccionar el área para ver si hay alguna oportunidad de deshacerme del cuerpo. A lo lejos pude ver que habían unos arbustos abultados. Agarré los tobillos del tipo y lo arrastré hasta los arbustos. 

Respiré profundo: el trabajo ya estaba hecho. Si lo dejo aquí nadie se dará cuenta. Si se llegan a dar cuenta, pues ya yo estaré en la comodidad de mi casa sin preocupaciones. Sencillo...creo.

Echo a correr en dirección al mall dejando al tipo escondido entre los arbustos. Un estruendo hace que pare de golpe y gire en torno a los arbustos. El cuerpo de este chico había caído al acantilado que por cierto nunca me percaté que estaba allí. Enserio ¿Comó demonios no vi eso? Retrocedo para ver que fue lo que le sucedió al cuerpo y con esa caída hizo que el tipo estuviera más muerto de lo que ya estaba.

Pude observar que cayó encima de unas rocas y el impacto hizo que luciera demasiado golpeado. Unas ramas le provocaron heridas severas en la cara, brazos e incluso en el cuello donde lo congelé.

Ahora... Viendo el cuerpo de esa manera... Creo que esa caída me va a ayudar a ser aún más inocente de lo que esperaba sobre este "crimen". Con los golpes de la caída, los forenses podrían determinar que el tipo simplemente tuvo mala suerte, se resbaló y cayó en el acantilado. Además, por la caída, se rompieron los cristales de hielo que le sobresalían del cuello y pensaran que una rama o algo le hizo esas heridas. ¡PERFECTO!

De nuevo, retomé mi plan de correr hacia el mall y tratar de notificarle a alguien que estoy perdida para que llamen a mi familia así me puedan venir a buscar.

Una sonrisa de satisfacción y triunfo se dibujó en mi rostro mientras corría pero un pensamiento pequeño de duda hizo que parara de golpe: "¿Sabes lo que hiciste?".

De inmediato, mi expresión cambió en segundos de felicidad a horror. Había matado a un tipo y me sentí feliz por ello. ¿Qué clase de persona se sentiría bien por una muerte? Maté a una persona y ahora estoy sintiendo todo el peso del remordimiento.

Fuera De Vista (#2 libro de la saga Sight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora