Delfi
—éxitos— dijo mi tía cuando salí de su bar.
agarré un uber para llegar hasta la facultad y después de 20 minutos ahí estaba.
pagué y bajé. cuanto tiempo sin estar en buenos aires. que hermosa ciudad.
—buen día— dijo una chica morocha que estaba a mi lado.
—buen día— sonreí.
—¿sos nueva?— asentí —¿sos de acá?
—sí, va, volví acá, estuve dos años en españa.
—oh, que bueno eso, ¿no?— asentí no muy convencida —¿te vas a anotar?
—sí, pero para el curso que viene, en españa ya acabé este— la morocha asintió interesada.
—¿qué vas a estudiar?
—derecho.
—entonces estaremos en la misma clase— sonrió —soy ofelia— se presentó.
—delfi.
—¿querés que te lleve a secretaría?
—por favor— hice una mueca.
me llevó por un pasillo lleno de gente en la suya.
—es acá.
—muchas gracias— sonreí.
—nada, cualquier cosa buscame— asentí.
después de media hora una mujer mayor abrió la puerta y me atendió.
(...)
—¿te pudiste anotar?— oí a mis espaldas cuando estaba por salir.
—eh... sí.
—¿vivís por acá?
—no, en chacarita.
—uh, yo tengo amigos ahí.
la mina me sonaba de haberla visto por instagram, parecía re buena onda y era re raro que una piba me cayera piola.
—¿querés ir a tomar algo?— preguntó.
—dale.
por el camino me fue contando como eran los profesores y toda la vaina de la facultad. me preguntó por mi experiencia en españa, solo le conté las cosas buenas de allá, no era mi intención espantarla.
—¿y fue duro irse allá?
—y si— miré para el piso —mi mamá vino, se quedó allá de hecho.
—¿no volvió con vos a baires?— frunció el ceño.
—no, pero mejor— rió.
—¿te reencontraste con tus amigos de acá? seguro fue re lindo verlos de vuelta— miré para otro lado, realmente sus preguntas me estaban incomodando pero seguro no lo hacía queriendo.
—em sí, re.
—acá— miró un café, con valentin y wawa siempre veníamos acá cuando daba venir a buenos aires.
ofelia era una piba re interesante, no me molestaría ser su amiga si ella quería. si vine para empezar de nuevo, por más que no quisiera, tendría que hacer amigues.
—¿me pasas tu número?— pregunté tímida.
—sí— sonrió y me dictó su número —mandame un mensajito y ahí te agrego.
miró la pantalla y sonrió, y no por mi mensaje porque aún no le había enviado nada.
—¿qué pasó?
—los de la bresh me confirmaron donde y cuando es la joda.
oí antes sobre la bresh, valen me contó en españa.
—vení— fruncí el ceño —a la bresh, con mis amigos vamos a ir— asentí.
—bueno, dale, gracias por invitarme— pasé un mechón por detrás de mi oreja.
—hay que ir disfrazada— sonrió pilla —con mi mejor amiga haremos una previa y nos disfrazaremos, vení.
dios odiaba disfrazarme pero no voy a ser ortiva.
—boe, ¿de qué te vas a disfrazar?— se hundió de hombros.
—luego si querés lo hablamos por whatsapp— asentí —voy a hacer un grupo con angela.
•••
