valen.
me desperté temprano para ir a pasear a ted, mi perro. subí a mi pieza ya que yo dormí bajo en el sofá y delfina en mi cama. entré haciendo el menor ruido posible para evitar despertarla, pero fue en vano. estaba despierta, sentada mirando su celular mientras se mordía su labio y pude ver como sus ojos se aguaban.
—buen día, ¿que pasó?
—nada, buen día valen— me miró —tín.
—perdón si te desperté— negó frenéticamente.
—me desperté hace rato.
—dale delfi, contame que pasó— dije sentándome a su lado delicadamente.
—no importa.
—si importa— la miré.
—no le cuentes a nadie, por favor— asentí.
me mostró su celular, había estado recibiendo varios comentarios insultándola por su condición física, también la llamaban puta, pero vi uno que me llamó la atención. una mina le escribió "che gordita de mamá, te volves a acercar a valentin y sos pollo".
—delfina, no hagas caso, sos hermosa tal y como sos y no te hace falta cambiar linda.
—perdón, ahora te vieron conmigo y los pibes te van a descansar por un siglo— me hundí de hombros y ella soltó un sollozo que intentó reprimir por mucho tiempo.
—eu eu eu— la volví a abrazar —no quiero que llores por esos giles, me chupa un huevo que me vieran con vos eso no debe avergonzarme.
—me quedé sola— dijo en mi hombro.
—me tenés a mi, y a mi amigos, que a partir de ahora son los tuyos también, ¿si?
—valentin, no quiero molestarte— negué.
—no me molestas, te ayudo porque quiero y porque no merecés eso.
—gracias— la abracé más fuerte.
—¿venís a pasear?— ella asintió —yo te prestó ropa.
saqué dos remeras de mi placard y dos pantalones.
—¿cual te gusta más?— pregunté refiriéndome a las remeras.
—esa— sonrió —y ese pantalón— asentí y se lo di.
—podés ir al baño para cambiarte y ducharte tranquila, hay toallas, agarrá una.
—gracias.
se fue al baño y me comencé a cambiar. ni se porque la traté como si fuéramos re amigos. pero la ayudaría lo que fuera necesario, aunque fuéramos prácticamente desconocidos.
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que les parece la mierda esta?? siento que soy re trola acá sepan perdonar
