twentyeight

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Delfi

Pasó mucho tiempo, no sé cuánto.

—Delfina— gritó desesperada la rubia.

—¿Qué?— contesté cansada.

—¿Fumaste?— preguntó sentándose a mi lado —Ey, ¿que ha pasado?

—No sé— apoyé mis codos en mis muslos y mi cabeza sobre mis manos tapando así mis rojos ojos.

—¿Cómo que no lo sabes?— sobó mi espalda.

—No sé Paula no sé— hablé de mala manera.

—¿Quieres ir a la fiesta?— preguntó.

—¿Vos querés?— levanté mi mirada al cielo.

Sé que quería, seguro le hacía ilusión y por mis giladas no le quitaría el placer.

—Si tú no vas yo no voy— miró al cielo igual que yo.

—Bueno dale vamos— ella dió un gritito de alegría y se paró.

Yo con toda la paja del mundo le seguí muy por detrás hacia la entrada. Los pibes seguían ahí así que solo pasé sin mirarles para que no vieran que me afectó.

(...)

Eran las cuatro aprox y yo miraba mi celular en la salida del boliche. @wos.ds3 subió una historia. Ni siquiera sé que hacía con las notificaciones activadas pero bue soy masoca y entré. Era un vídeo de él con Dtoke.

Voltee mi cabeza a la derecha y vi como la puerta del boliche se abría dejándome ver al rubio. No tenía ganas de verlo y menos de bancarme sus miraditas de pelotudo.

—Paula— la llamé al celular.

—¿Sí?— contestó muy en pedo.

—¿Pero dónde mierda estás?— pregunté preocupada al no oír el jaleo.

—Me fui a casa del chico que conocí en la inter, estabamos por liarnos, gracias por cagarnos el beso— se notaba que estaba re en pedo así que sólo le corté.

Miré de vuelta la calle, a punto de llorar de vuelta. No aprendía más. Oí el sonido del prendedor de Valentín, seguro estaba por fumar y si era re lógico, ¿cómo voy a ser tan autista?

—¿Qué?— Paula me llamó de vuelta y contesté de la manera más forra posible.

—Perdón, ¿estás sola?

—Y si pelotuda de mierda, si llego a saber que te querías ir con el wacho ese me quedo en casa, si vine fue porque a vos te hacía ilusión— solté re caliente y pude sentir la mirada de Valentín —y ya no porque me dejes sola, te fuiste con un desconocido tarada— seguí —andate a la recalcada concha de tu madre y cuando madures ahí me hablás rejunte de cromosomas.

Corté con toda la bronca del mundo, sé que me re fui y debería haber bajado tres cambios pero toda la bronca que tenia acumulada se la llevó ella aunque yo no quisiera.

Sollocé olvidándome de la presencia del rubio y al instante me mordí el labio. Me paré de donde estaba y me dispuse a ir a mi casa. Mi auto no estaba muy lejos pero no daba conducir con todo lo que llevaba encima.

—Eu no te vayas sola— gritó Valentín atrás de mí.

Lo ignoré y seguí caminando, una vez ya no me podía ver la cara solté todas las lágrimas que no solté antes.

—Eu Delfi— me agarró el brazo.

—Soltáme tarado— hablé enojada y triste a la vez.

Me agarró de la cintura y volteé para estar cara a cara.

—Hasta que no me viste llorar no fuiste capaz de acercarte— solté enojada —sos un gil, andate— iba a continuar pero Valentin me calló de un chape.

Me sorprendí y me quedé estática pero a los segundos seguí el chape. Me recordó a nuestro primer beso, una lágrima salió y Valentin se separó un poco al notarla, la corrió de mi cara sonrió y yo seguí con el chape.

—Te amo— soltó cuando nos separamos.

—Yo más y no sabes cuanto— mis ojos se aguaron y él me envolvió en sus brazos.




•••
Claro pero por fin chaparon pedazo de gedes ahre

distante; wosWhere stories live. Discover now