Odió | Kim Taehyung

5. Recuerdos

-Como ya sabes, eres mi asistente personal. Aquí tienes mi horario-dije extendiéndole una serie de papeles y calendarios-Tú iras conmigo a donde sea que tenga que ir, también serás mi chofer.

-¿Chofer?-preguntó un poco confundida, creo que ella no sabía de esta parte.

-Si ¿Hay algo que le moleste?

-No Señor, prosiga.

Continué diciéndole de algunas reuniones y de cómo andará detrás de mi o consiguiéndome lo que necesite. Mi vista pasó de su cara hasta sus pechos, joder, entre más la miraba mas quería probar si fue ella.

-Señorita Lee, quisiera preguntarle algo.

Dije acomodando mi moño y sentándome erguido sobre mi gran silla.

-Dígame.

-¿Usted fue la joven que llegó a mi apartamento hace unos días?

Mi pregunta había quedado en el aire, su mirada bajó a sus manos.

-No se de que habla Señor.

Me crucé de brazos, sentía que algo andaba mal, no me agradaba en lo absoluto.

-Le conviene no saberlo señorita Lee porque si me llego a dar cuenta que usted está involucrada, deberé tomar cartas en el asunto.

-Realmente que no sabría....

-Ya se puede retirar, no la necesito ahora.

Corté lo que sea que ella quería decirme, no quería verla a la cara por más tiempo, estaba enojado por muchas razones.

La vi levantarse y caminar hacia su pequeña oficina, cuando me cercioré que haya cerrado la puerta me levanté hecho un demonio hacia afuera.

-Buenos días Señor ne....

-Ahora no Ha nuel, cancela todas mis reuniones de hoy.

Salí sin dirigir palabra alguna a nadie, encendí mi auto y volé fuera de la empresa. Mi cabeza no dejaba de reproducir su cara nerviosa y eso me ponía más enojado.

-Joder-exclamé golpeando el timón.

Debía detener toda intención hacia ella, buena o mala, esto no acabaría bien para ninguno de los dos. Me prometí no volver a caer bajo las manos de una mujer y cumpliré mi promesa.

3 años atrás...

-¿Donde estas? So Hyun Me has dicho que llegara a tu apartamento pero no veo tu auto, llámame cuando recibas esto.

Colgué la llamada angustiado, recién me había caído un mensaje de un número privado diciendo "Amor, te necesito, ven urgente a mi apartamento".

Mi corazón latía por ella, Min So-Hyun se había adueñado de mi corazón y de mi mente, era suyo completamente. No podía pensar en que algo le sucediera, haría lo que fuera por ella.

Impaciente, caminaba de un lado a otro frente a su apartamento, cuando de pronto se escuchó un estruendo dentro y luego unas risas.

- ¿Sohyun?-llame pero nadie contestó, me acerqué a la puerta y al poner una mano sobre la manija de la puerta cedió abriéndose.

Entré cerrando detrás de mi, su apartamento tenía todas las luces apagadas, excepto su habitación, se veía la luz alrededor de la puerta. Me acerqué lentamente y podían al fondo escucharse gemidos, mi corazón comenzó a latir y mi cuerpo a sudar frío, esto no estaba pasando.

Abrí la puerta de golpe encontrándome a Sohyun sobre el hombre al que yo estimaba mucho y lo consideraba parte de mi familia.

-¿Que carajos?-Exclamé con la furia carcomiéndome por dentro, ambos se alejaron rápidamente y Sohyun comenzó a llorar. Oh si perra, llora todo lo que quieras.

-Primo, déjame aclarar que...

-Cierra la maldita boca Seokjin, tu no eres mi primo y jamás lo serás, revuélcate con ella de nuevo ya no me interesa ninguno de los dos.

Acercándome a paso rápido le brinde un puñetazo en la cara, luego lo quede viendo y decidí que necesitaba sufrir más el hijo de puta.

Salí del apartamento con sangre en mis manos, no mía. Seokjin fue llevado al hospital y puesto en cuidados intensivos, fue allí cuando me di cuenta hasta que tan lejos podía llegar, sentía que la ira podía llegar a dominarme.

A Sohyun la volví a ver cuando visité el hospital, me di cuenta que ella lo visitaba seguido y eso me produjo asco. Jamás la volví a ver en toda mi vida.

... ... ...

Me prometí no volver a confiar en ninguna otra hija de puta que solo quería mi dinero. Por eso me refugiaba detrás del sexo sin compromiso y mujeres de una noche, nadie se enamoraba y todos felices.

Llegué a mi apartamento, con el coraje aún en mi garganta me serví una copa de Whiskey, lo necesitaba.