Odió | Kim Taehyung

9. Soy su novia

El ratón regresó a la madriguera.

KIM TAEHYUNG

Cuando la vi de espaldas frente a mi, esta mañana en mi apartamento, un sentimiento de dejavú corrió por mi cabeza. Estoy seguro que era ella la mujer misteriosa de la otra noche.

—¿Porque sacas tus cosas?—pregunté viéndola con el ceño fruncido.

Habíamos llegado a mi oficina pero ella había empezado a sacar todas sus pertenencias.

—No te besaré, así que renunció.

Vi como tomando todo se dirigía hacia la puerta lentamente, si eso quería ella la dejaría. No estaba dispuesto a rogarle para que no se fuera, por el amor de Dios, soy Kim Taehyung dueño de Kim Association Enterprices, no le rogaría nada a nadie.

Joder, si quería besarla pero nada más, solo era un simple beso, tal vez así dejaba de pensar en ella y me enfocaba en mi vida.

La vi llegar a la puerta y lanzar su cabeza hacia atrás en modo de exasperación, sus gestos me daban gracia.

Volteó hacia mi y la vi dejar su caja con pertenencias en el suelo, pasó un brazo por su espalda y escuché como si la puerta fuera cerrada con pestillo. Mi cabeza comenzó a imaginar muchas cosas y la mayoría no eran buenas.

—¿Porque eres así?—su voz salió enojada, caminó de brazos cruzados hacia mi escritorio.

—Es tu elección.

Dije seco, realmente era lo que ella quería.

—No sabes cuanto te odio. Me obligas a hacer algo que sí quiero pero no debo.

¿Entonces ella si quería besarme? Interesante. No despegué mi vista de ella mientras rodeaba mi escritorio, cuando estuvo frente a mi colocó su rodilla entre mis piernas sobre mi sillón, y eso me descolocó.

Unió nuestros labios por unos cortos segundos y luego se alejó. Perplejo frunciendo el ceño la detuve antes de que se alejara.

—Eso no es un beso—gruñí y tomándola del cuello la atraje hacia mi con fuerza estrellando nuestras bocas, solté mi lengua lamiendo su cavidad, su sabor me hacía querer más. Sus manos subieron a mi cabello jalándolo y eso fue algo que no pude controlar. Un gruñido de aceptación salió de mi boca, muchas mujeres habían jalado mi cabello pero era ella la que hacía que todo se sienta diferente.

Sentí como sus piernas temblaron así que con fuerza tomé sus piernas en mis manos y la cargué hasta que quedo sobre mí. Young Mi se separó para tomar respiración, la vi de cerca, sus mejillas sonrosadas, sus ojos verdes, su cabello alborotado y sus labios hinchados hicieron que quiera más. Tan solo respiro y devoré de nuevo sus labios, ella me aceptó con gusto, nadie se resistía a mi.

Fue mala idea eso está claro, mi amigo la había sentido muy cerca y había despertado. Pase mis manos por sus piernas que quedaban al descubierto, mi toque le ponía la piel erizada y eso me gustaba.