Mírame Solo A Mi ||BxB|| #fnafhs

Epílogo.

Capítulo extra :b (?

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Cuando Bonnie tenía aproximadamente siete meses rozando ya con el octavo, estaba más estable y seguro de si mismo. Por su embarazo tuvo que dejar de trabajar por este tiempo al menos, mucho esfuerzo tanto físico como mental lo agotaban demasiado y estresaba mucho. Por otra parte Bon estaba más que feliz, aunque el bebé no se mostró bien para saber su sexo en esos tiempos, él estaba casi seguro de que tendrían una niña hermosa. Mientras que Bonnie quiso empeñarse en que un niño no estaría nada mal.

Algunas veces Bonnie vagaba por la sala esperando encontrar a uno de sus conejitos mascota que, por cierto, a parte de ser su regalo de cumpleaños, también fue su regalo de bodas adelantado, porque al final tener conejitos sonaba genial igualmente. Eran unos buenos animalitos, esponjosos y agradables.

Le había costado caminar bastante con esos dolores extraños, y más si andaba de renegado queriendo ser consentido porque, si tanto Bon anheló un bebé, pues bien, pero a cambio quería muchos cariños y cositas ricas para comer. Cuando empezaban a prohibirle cierta cantidad de postres que le gustaba se molestaba bastante. Bon se encargaba de levantarle los ánimos y lo mimaba lo suficiente como para sentirse a gusto consigo mismo. Ahí ya no tenía por donde quejarse.

Cuando se hallaba solo se miraba el vientre, y lo acariciaba con sumo cuidado luego de formar una pequeña sonrisita en esa pequeña acción. Lo aceptaba, sería genial tener una linda familia. Ser "la madre" fue algo que le provocaba molestias, pero no necesariamente era algo para sentirse menos seguro consigo mismo. Esos dolores raros y la sensación de que había algo en su interior era bastante curiosa a decir verdad. A los segundos de acariciarla, la volvía a sentir allí, un pequeño bultito, grande y el cual le daba cosa tocar por encima. Supo entonces que era una pena no tener un niño. Pero que a cambio una bebita sería linda. Un bebé sano y energético ya no sonaba tan mal, de hecho, le daba curiosidad saber que tal se sentía ver crecer a una personita y sobre todo, lo que en verdad era ser "papá".

Los conejitos mascota que tenían, se convirtieron en su nuevo anti estrés. Bonnie levantaba la vista para observar a sus dos mascotitas; el más grande, el conejito de un color marroncito con manchas blancas, ojitos verdosos y de pelaje esponjoso, trataba de ocultarse entre sus pies del otro, uno bastante juguetón de pelaje más largo color blanco con unas diminutas pintas negras y orejitas caídas que lo hacían adorable además de sus potentes ojos rojos. Le gustaban mucho, eran su compañía para cuando Bon no estaba y su entretención puesto que eran como unos gatitos juguetones, rápidos y menos ruidosos.

Tuvo que, cuando ya el tema era imposible de ocultar, el decirles a todos sobre su embarazo y de que ya faltaba poquito para tener a una niña que, de seguro sería tan linda. Su mamá, por supuesto que lo regañó a pesar de haberse dado cuenta el día de la boda, porque se sentía ofendida de no haber sabido antes. Abby y Fox saltaron, y claramente reclamaron ser los padrinos o al menos tener el título de ser los tíos. Los felicitaron y todo, hasta a veces los visitaban sus amigos, el padre de Bon solía venir una vez al mes, al igual que la madre de Bonnie, este les relataba algunas cosas que conllevaba el ser padres y en que no debían de frustrarse por ello.

Lo que más asustó a Bonnie era haber oído que; tener un hijo no era algo fácil, les quitaría tiempo pues era un "trabajo" de largo plazo que, si no querían acabar cometiendo los mismos errores, debían de afrontar con cariño y responsabilidad.
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El día del parto.

El esfuerzo mental que Bonnie puso en ello fue suficiente para que ese evento que, tenía pensado y sería muy extraño, no lo fue en absoluto y, efectivamente, habían tenido una pequeña niña a la cual le dio cosa cargar luego de que por fin los primeros llantos se calmasen y la pequeña bebé estirara sus manos al mundo esperando encontrarlo. Le dolía el estómago, ahora este estaba plano y sensible, seguramente tendría una fea y delicada cicatriz luego de esto.