Travesía.

Rechazo

"Veo tu dolor, siento tu dolor
He recorrido ese camino, he sentido esa vergüenza.
Este es nuestro santuario

Podemos encontrar refugio y paz
tu estás, tu estás seguro conmigo"
—Sanctuary, Welshly Arms—

Minho sintió como Taemin lo hizo levantar su torso, las manos del doncel estaban frías y el médico pudo sentir un ligero temblor en estas, y comprendió la razón cuando escuchó a su instructora llamar a Taemin como su hijo, el cuerpo del veterinario se tensó al escucharla hablar, y era que justo hacia poco tiempo había dicho que ella estaba muerta.

¿Qué estaba pasando?

Para Minho era un hecho de que Taemin le mintió, o quizás daba a su madre por muerta, podría ser que Lee se sintiera así respeto a su mamá por como ella lo trató, se mordió las mejillas tratando de mantenerse neutro, porque llevaba meses conociendo al castaño y podría asegurar que él era un ángel, a pesar de esto llevaba años conociendo a la doctora Lee, ella le había dado clases en la universidad y luego fue su guía en el hospital donde le tocó servicios de cardiología, además de que fue su asesora de tesis, la mujer era conocida por ser dura y fría, muchos eran los rumores acerca de ella, no obstante tenía un corazón hermoso, a ella no le importaba que sus pacientes no tuvieran dinero para aceptarlos en su consulta o llevarlo a cirugía, siempre encontraba los métodos para ayudar, aún así ¿Porqué trató a su hijo de esa manera?

—¿Qué haces aquí?.—inquirió Taemin.

—Vamos dentro Lee, será mejor que hablemos en otro lugar, así también Minho viene, de hecho él es una de las razones por las que estoy aquí.

—¿Yo-yo?

—Sí, tenemos plazas de residencias para cardiología, neurocirugía y ginecología, ya te explico más detalladamente dentro de la casa.—Na-eun miró el cielo y se cubrió con su mano de los escasos rayos de sol.—Pronto lloverá, no quiero arruinar mi cabello.

Taemin intentó hablar, pero el dolor en su pierna no lo  dejó, solo se quedó viendo a su madre caminando hasta la casa que compartía con su prima, quien debía de estar encerrada en su habitación.

—Sube a mi espalda.—indicó Minho viendo como Taemin apretaba su mano cuando movía su pierna.

—No Minho, yo puedo solo, déjame apoyarme un poco en ti y así llegaré.

El sonido de un trueno les hizo sobresaltarse, no se habían dado cuenta de que el cielo estaba totalmente gris, que el clima había adoptado la forma en la que se sentía Taemin.

Comenzaron a caminar despacio, porque Minho sabía que en ese momento era mejor dejar que Taemin se tomara su tiempo.

—Sí piensas que te mentí, no lo hice, para mí ella murió cuando nos abandonó, yo a pesar de las formas que ella buscaba para hacerme fuerte siempre tuve esperanzas de que las cosas cambiaran, solo tengo eso para decir, lástima que tuvieras ese tipo de persona como instructora.

La lluvia comenzó a caer sobre ellos, lo que hizo que Minho tomara al doncel en sus brazos y corriera dentro para evitar quedar empapados, cosa que no pasó, porque al final sus ropas se mojaron, el médico sacudió su cabeza haciendo que su cabello un poco largo llenara de gotas a Taemin, haciéndolo sonreír a medias.

Cuando entraron a la casa Na-eun se encontraba en la cocina, encendía la estufa y preparaba chocolate caliente,  Taemin hizo una muesca mientras se dejaba caer en una silla, sacó su teléfono y le envió un mensaje a su prima, quién respondió al instante.

—Déjame revisar tu pie.—sugirió Minho poniéndose de rodillas frente a Taemin.

—Estoy bien Ming, tranquilo.