Capítulo 2

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-Asique tu perfecta esposa no era tan perfecta como creías- dice Zabdiel luego de contarle lo que sucedió. Yo solo asentí y le di otro trago a mi vaso. Vine a un bar y llamé a mi mejor amigo - te juro que aún no puedo creer que la Santa Sofía sea una zorra...- le doy una mala mirada pero no le digo nada, es la cruda verdad- ¿y qué hiciste luego de golpear al tipo?, ¿Sofía te dió alguna explicación?.
-(suspiro) Solo salí de ahí... Sofía tras de mí me pedía perdón, decía que fué un error estar con él, que sólo había sido una vez y nosé que más porque subí rápidamente a mi auto y vine aquí-  siento tanta impotencia, rabia y pena. Quizás hace cuanto tiempo me ve la cara de idiota y mete a nuestra casa a su amante. Le di todo, todo lo que tenía, mi amor, mi atención, mi dinero, incluso cambié por ella... por quién creí que era el amor de mi vida, dejé de ver a algunos amigos que a ella no le agradaban e incomodaban, dejé de salir con otras chicas, dejé las fiestas alocadas y el alcohol. Dejé todo por ella y le valió.
-Termina de beberte eso, te llevaré a un lugar donde nos pueden ayudar con tu caso- dice Zab y yo como idiota le hago caso, éste es mi cuarto vaso de whisky a las rocas y mi garganta ya nisiquiera lo siente.
Mi mejor amigo maneja mi auto a nisiquiera sé a dónde, pero hoy nada me importa. Bajamos del auto y Zabdiel saluda al guardia de seguridad de la entrada como si se conocieran de años. Cuando entramos mis ojos se abren a tope.
-Este es el paraíso mi rey, solo disfruta- dice él sonriendo y yo lo sigo en absoluto silencio, aún no logro articular ninguna palabra, nunca había venido a un lugar así. Cuando nos sentamos en una mesa de al fondo, observo a todas las mujeres que caminan o bailan casi desnudas, hay de todos los tamaños, todos los colores, e incluso algunas van disfrazadas muy sexy- llevas un par de minutos aquí y ya tienes al menos a 5 comiéndote con la mirada- sonrío por el comentario de mi amigo, hace años que no me sentía así, nunca tomé en cuenta a otra mujer que no fuese mi esposa, por lo que las mujeres que intentaron seducirme en algún momento declinaron de inmediato, las demás sabían que soy casado por lo que apenas y me miraban sin que yo me diera cuenta. Aquí nadie me conoce y me agrada eso. No tardaron en aparecer 3 chicas disfrazadas; una ángel, una diabla y una doctora. Ésta última, luego de un par de tragos y de escuchar mi patética historia de cornudo, me llevó a "el cuarto rojo" diciendo que ella curaría mi corazón. No curó mi corazón pero si sació mis ganas de desquitarme y follar con otra mujer que no fuese Sofía. Fué un buen desquite.

Pasé todo el fin de semana solo y alejado de todo en mi parcela que invertí hace años. Sólo Zabdiel sabe la ubicación, una vez traje a Sofi con los ojos vendados para sorprenderla y mostrarle este hermoso lugar, apenas bajó del auto y se quitó la venda cambió su rostro a desagrado diciendo que pensó que la llevaría a la playa. Casi dos días estuvimos aquí y la desgraciada no salió ni un puto día de la casa para conocer mi huerto que con mucha ilusión hice yo mismo. Fué mi primer logro, lo primero que hacía con mis propias manos y la maldita lo despreció, nunca volví a traerla. En su momento lo ignoré, pero debí haberla mandado a la mierda ese mismo día, ahora pienso mejor las cosas y me arrepiento de tanto.
No voy a negar que lloré un par de veces desahogandome con una botella de whisky. Le di lo mejor de mí a la mujer que amo y a pesar de todo me engañó, para ella nunca fuí suficiente...

Es lunes por la mañana y todos en la empresa llevan caras de zombis, como día lunes. Llego a mi piso y mi secretaria, la cual se ve más sexy de lo normal hoy, me observa con cara de preocupación.
-Buenos días señor Vélez, su esposa a llamado 8 veces desde que llegué, me pidió que le avisara a ella cuando usted llegase- dice Layla, mi secretaria. Si no fuese porque Zabdiel se la folló hace algunos meses, yo en este momento la estaría subiendo a mi escritorio para cogermela.
-No la llames, si vuelve a llamar dile que solo vine por unos papeles y desaparecí sin decir nada.
-Sí, señor- responde ella y yo camino a mi oficina.
-Layla- la llamo- porfavor, llama a seguridad y diles que prohib...- no alcanzo a terminar la orden cuando las puertas del ascensor se abren dejando ver a la elegante e impecable Sofía de Vélez, mi esposa.
-¿Qué haces aquí?- le pregunto molesto.
-Mi amor tenemos que hablar de lo que pasó, vamos a tu oficina- dice como si nada y entra tranquilamente a mi oficina, ¿será cara dura?. Cierro la puerta y me toma del cuello arrinconandome en la misma puerta- cariño, solo fué un error, porfavor perdóname, vuelve a casa, yo te amo y me arrepiento mucho de lo que pasó, me dejé llevar pero no hechemos a la basura éstos años juntos- mientras habla acaricia mis mejillas y cuello, su aliento fresco roza mis labios y su mirada fija en los míos hacen que comience a flaquear. La tomo de la cintura, extraño besar sus sensuales labios, sentir su suave y húmeda lengua, tocar esa sedosa piel que me vuelve loco... estoy a punto de caer cuando el recuerdo de ella con otro hombre en nuestra cama me golpea, haciendome poner los pies sobre la tierra. La empujo suavemente hacia atrás y su sonrisa se borra.
-No puedo olvidar lo que vi de un día para otro, nisiquiera sé si puedo perdonarte, necesito tiempo lejos de ti... necesitamos alejarnos para aclarar nuestras mentes.
-Yo tengo todo claro Christopher, yo te amo solo a ti y...- dice Sofi pero la interrumpo.
-Si estuvieses clara no te habrías encamado con otro- le respondo molesto. Ella pretende que olvide todo y sigamos como si nunca hubiese pasado nada, como si nunca la hubiese descubierto que me es infiel, y aunque la amo, ahorita no puedo olvidar y perdonarla tan fácil.
-Estaré esperando por ti mi vida, cuando quieras puedes volver a casa, a nuestro hogar- termina por decir, intenta darme un beso en los labios pero la esquivo y besa mi mejilla para luego irse.
Todo el jodido día eh pensado en qué mierda hice mal para que ella me sea infiel. Si buscaba solo sexo en ese hombre, pues no lo entiendo, yo siempre le eh dado lo mejor, nunca tuve quejas de ser malo en la cama, de hecho siempre la dejé satisfecha y agotada. Desde que nos conocimos le eh dado mi atención y todo mi amor solo a ella, también todo el dinero que me pide... auto, ropa, joyas, viajes con su madre y hermano, peluquería, spa, todo, absolutamente todo lo que me a pedido se lo eh dado, ¿qué más quieres Sofía de Vélez?



Lamento la demora pero mis ánimos no andan muy bien.
Quería comentarles que ésta historia solo será narrada por Christopher, quizás si les gusta la novela, cuando termine de escribir esta historia crearé la parte en donde narra tn.
Cariños a tod@s ❤

Qué va a ser de mí ~ Christopher Vélez ● TERMINADA ●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora