Epílogo

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Difícil. Esa es la palabra que describiría la situación en la que se encontró desde el primer momento en que su hijo llegó. Los cambios fueron tan grandes que nunca imagino lo que se sentiría estar en el lugar en el que se encontraba. Comenzando porque el niño se había criado en un ambiente malo, entre ruinas, peleas, sangre y conflictos, con diferentes valores y pensamientos. Lo que al inicio, le había dificultado el interactuar con el menor, siempre imaginando el porqué de sus acciones, y aun así, nunca lo había culpado porque él mismo tuvo una infancia similar, de tal modo, siempre se comporto de la forma más comprensiva posible.

El chico era claramente independiente, sabía valerse por si mismo, dar respuestas y soluciones, sin embargo, tenía malos rasgos como todas aquellas veces en las que salía sin pedir permiso y volvía cuando quería sin informar a donde o cuando volvería. Fumaba, tomaba y se las rebuscaba para conseguir drogas fuera de la manada (en la cual no había forma en la que se consiguieran). Siempre estaba atento u observando todo, preparado para atacar a quien sea, aun cuando no había ningún peligro alguno en aquella manada, aun luego de que se le explicara millones de veces que no había peligros. Tampoco comía apropiadamente, por lo que poseía una delgadez preocupante y su aspecto era claramente de alguien enfermo.

Sam nunca se había imaginado a todo lo que se enfrentaría, no estaba preparado para ello. No sabía como tratar correctamente al chico, el cual, era un reflejo de su pasado continuo. Con ayuda de Alan, pudieron concurrir a una terapia familiar que se encontraba en la manada del Alfa la cual les había ayudado en mucho, logrando que la convivencia fuera más agradable para ambos y también para incluir poco a poco a Alan a la vida de ambos como Alfa de Sam y padrastro de Keanu. Y ese día, saliendo de la terapia habían salido a tomar helado en el parque de la manada.

¿No les gustaría venir y vivir aquí?

Sería más fácil para ustedes estar aquí, todos estamos aquí.

No me opongo.

¿Lo dices por Kyle cierto?

¿Qué dices? Keanu miro a su padre con algo de pena.

Como sea. Sam volvió su mirada a Alan. —No creo poder vivir aquí, no después de todo lo que viví en aquella manada, de haber conseguido mi trabajo y de haber convivido tan bien con todos allí. Ya sabes como me costo acoplarme a esa manada.

Alan se acercó cuidadosa y discretamente al oído de Keanu para susurrarle una propuesta. —¿Y si tratas de convencer a Sammy para venir a vivir aquí? A cambio te consigo a Kyle disponible para todos tus celos.

La sonrisa de Keanu le dijo con total seguridad que lo conseguiría.

¿No puedes ofrecerme algún adelanto? Ya sabes, para saber la calidad de lo que me ofreces. —Le susurro con aquella misma sonrisa.

No te pases de listo niño, esto no es "D.D".

El semblante de Keanu cambio por completo y recibió un golpe en su estómago .

¡Keanu! Gritó Sam completamente preocupado por su Alfa arrojando su helado para correr a él, sin embargo, habilidosamente Keanu logró tomar el helado, no desperdiciaría helado por nada desde que conoció como eran realmente. —¿Te encuentras bien?

Claramente él esta bien.

Keanu, tú no golpeas suavemente tampoco.

Él nombró mi manada.

¡Alan! Tú sabes también que de eso no se debe hablar, es un tema sensible para Keanu.

¿Ahora lo defiendes?

Hijo de Omegas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora