One-Shots SasuSaku

El Peso De la Corona: Pócima de amor (parte 2)

Título general: El peso de la corona.

Pareja: Sasuke x Sakura.

Summary: Un grupo disfuncional viajando por el País del Fuego tratando de conocerse mejor. Una pócima de amor que no resulta con los efectos esperados según a palabras del vendedor. "—Voy a suponer que esta niña no es la princesa Sakura. Cuando voltee, aparecerá en su metro sesenta siendo la chica de dieciséis años, caprichosa y ruidosa, y no de cuatro años. Sí, eso es seguro".

Disclaimer: los personajes de Naruto no me pertenecen, si no a Masashi Kishimoto. Yo solo creo historias paralelas sin fines de lucro. (Inspirado en Akatsuki No Yona).

Advertencia: Es la continuación del anterior OS.

AU mundo medieval (? por así decirlo. Principalmente ésto iba a ser un fic completo, pero no sabía cómo darle el contexto adecuado así que decidí descartarlo por completo. Empero, forme un pequeño fragmento.

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—¿¡El vendedor era ambulante!?

La queja de Konohamaru pareció más un aullido ahogado, no podía gritar por más que quisiera, corrían el riesgo de ser descubiertos por los pocos guardias que merodeaban la zona. Por el momento se encontraban escondidos dentro de un extenso callejón. Las entradas eran vigiladas por Neji y Karin, pero no perdían nada de la riña a sus espaldas.

Especialmente la niña, extrañamente permaneció en silencio, observando la discusión desde la espada de Neji mientras jugaba con Aoi.

—Buscamos por todas partes y no lo encontramos —dijo temeroso Naruto. Tragó grueso el ver la expresión de asesina de Sasuke—. Unos aldeanos nos dijeron que los puestos eran de vendedores ambulantes.

—Oh, por los dioses —gimió Konohamaru llevándose las manos a la cabeza—. Quiere decir que ese hombre debe de estar muy lejos de aquí.

—Ustedes dos...

El murmuro de Sasuke se escuchó escalofriante para los aludidos.
A grandes zancadas se aproximó al rubio y albino que corrieron en círculos, asustados por la cara asesina que componía Sauske.

—¡Espera un momento! Todo tiene solución... —Suigetsu retrocedía con rapidez—. El hombre no ha muerto, solamente debemos buscarlo.

Sasuke aspiró bruscamente.

—Claro, suena muy sencillo cabeza hueca —gruñó Konohamaru apretando los puños—. Hay diversas aldeas en el País del Fuego, eso sin contar que haya decidido visitar un país vecino. ¿Cuándo tiempo crees que nos tomará encontrarlo?

—¿Unas semanas? —Naruto se atrevió a contestar, no muy seguro.

—¡Arg! ¡Y todavía tienes el descaro de contestar!

—Ya no lo regañes mamá, su cerebro apenas funciona —repuso Suigetsu agitando la mano.

—¿Eh? ¡El tuyo es pura agua!

—¡Madre! Naruto me insultó.

—¡Qué no soy su madre par de inútiles!

Konohamaru estaba cansado de las peleas absurdas y sin sentido. Sentía que en cualquier momento le daría una terrible jaqueca.

—Ya cállense, ¿no ven que lo estresan más? —Karin se posicionó detrás de Konohamaru para frotarle los hombros.

El chico murmuró una especie de insulto “estúpidos tenían que ser”, apenas fue escuchado por los aludidos.