Nombres

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Título: Nombres.

Summary: Había un montón de aspectos que atribuía Sasuke en justificación a la despistes de su compañero. O eso quería creer. Alegaba que no era natural, se trataba de algo pasajero, ¿verdad?

Palabras: 748.

Tipo: One-Shot

Mundo: Universo Alterno.

*"*

El trabajo de un detective de Delitos Mayores era muy demandante y desgastante, días ajetreados, noches en vela, en ocasiones no tenían descanso; escenas de crímenes que jamás imaginaron ver, problemas por todas partes.

En fin, un montón de aspectos que atribuía Sasuke en justificación a la despistes de su compañero.

O eso quería creer.

Alegaba que no era natural, se trataba de algo pasajero, ¿verdad?

—Interroguemos a la testigo, Yanura Sakuma.

Miró a Naruto, sentando en el asiento del copiloto leyendo el contenido de la carpeta, un caso archivado e inconcluso que, después de tres años salía de las cenizas. El agresor de la señorita Haruno era el mismo asesino de dos mujeres jóvenes que poseían ciertas similitudes esta.

Un tema delicado. El ex-novio de la chica se volvió un asesino que intentaba revivir su imagen en otras mujeres. Los detalles de las muertes estaban de más, muy perturbador y sádico.

Pero ese no era el punto.

—Es Haruno Sakura —repitió Sasuke por tercera vez.

—Eso fue lo que dije —replicó Naruto cerrando de golpe la carpeta—. Vayamos entonces.

Lo vio salir del auto azotando la puerta. Juró que si se descomponía iba a carga la cuenta a su tarjeta y le valía un comino que se quejara por el resto del mes.

El azabache jaló las llaves y salió. Después de pagar el parquímetro, se apresuró a la acera quedando frente a las puertas de la cafetería que se alzaba en dos plantas. Muy llamativo el establecimiento, además que el olor que provenía de adentro se le antojaba apetitoso.

Todo sabía rico cuando no se tenía nada en el estómago.

—Según el último informe, ella trabaja de mesera aquí. —El rubio volvió a abrir la carpeta. Al ver que estaba al revés, lo giró sin soltarlo, y movió la cabeza de lado.

Entornando los ojos, el de ojos negros le arrebato la carpeta para poder leer la información por su cuenta.

No terminó el primer párrafo cuando vio la puerta abrirse, su compañero se había adelantado.

Suspirando, se adentro y lo buscó con la mirada. Apretó los dientes al ver que Naruto se plantó frente a la caja, frente a una chica morena.

—Buenas tardes señorita, buscamos a Yaguro Saruka, necesitamos hacerle unas preguntas.

Sasuke no podía creer que Naruto confundiera los nombres y apellidos, especialmente de las víctimas que les tocaban tratar. No olvidaba su propio nombre porque tenía la cabeza pegada a su cuerpo.

—¿Yaguro...? —La chica compuso una mueca de desconcierto.

—Es Haruno Sakura. —finalmente lo alcanzó y aclaró el verdadero nombre.

—Eso fue lo que dije. —Naruto rechinó los dientes y junto las cejas en irritación.

Sasuke lo miró con obviedad. No iba discutir su falta de atención frente a la chica, debían comportarse a la altura de su trabajo, sino, nadie les tomaría en serio.

—¿Por qué quieren interrogarme?

Los ojos negros del detective se enfocaron en la joven que dejó la charola de metal sobre la barra. Aquel rostro no se comparaba con la foto estaba pegada en el informe, ese pedazo de retrato no le hacía justicia a lo que apreciaba.

Era hermosa. Sus grandes ojos verdes que reflejaban confusión y una pizca de recelo, y su cabellera rosada amarrada en una coleta alta, un menudo y formando cuerpo, apostaba que no pasaba del metro sesenta.

Por unos segundos reinó el silencio, fue hasta que recordó su propósito y se aclaró la garganta para justificar su presencia.

Y como siempre, alguien lo estropeó.

—Buenas tardes Yagiro Sakuma. —Naruto se adelantó dos pasos. La pelirrosa lo miró confundida—, mi compañero Uicha Sasuchi...

—Uchiha Sasuke —corrigió hastiado el aludido.

—... Y tu servidor, Uzumaki Naruto. —Los presentó mientras sacaba su placa del interruptor de su bolsillo, compuso una expresión profesional— Somos detectives y necesitamos hacerle un par de preguntas.

El azabache volvió a suspirar en cuanto le lanzó una ojeada a la cara de confusión de Sakura, y después, a su amigo que sostenía la dichosa placa al revés. Ciertamente no era la primera vez, pero siempre esperaba que fuera la última.

Resignado por los gestos de su amigo, en silencio estiró la mano para voltear la placa y fuera legible. Naruto no se movió ni cambió de expresión, solamente una gota de sudor frío resbaló por su frente.

Sasuke supo dos cosas ese día: esa mujer poseía un carácter difícil de tratar, una característica que la hizo más atractiva ante sus ojos; y que la despistes de su amigo no tendría solución ni golpeándole la cabeza. Temía que fuera hereditaria.

One-Shots SasuSakuWhere stories live. Discover now