Desahogos de madrugada.

Homenaje a la revolución en Latinoamérica.

Todos luchan. Todos creen. Todos solidarizan. Todos ayudan. Todos pelean.

Latinoamérica siempre fue eso, una sola. Ni chilenos ni peruanos. Ni venezolanos ni colombianos. Todos hermanos, nacidos de una misma tierra, miembros de un mismo cielo. Hijos de la misma madre. No nos maten, no nos silencien.

No puedes comprar mi dolor. Me dueles, Latinoamérica, me dueles. Y te amo, por eso te defiendo, eres mi tierra y no te vendo, no te cambio, no te abandono. Seguiremos de pie, encontraremos la libertad. Venceremos, pero no nos jactaremos, en nuestra victoria su derrota será implícita. A diferencia de ustedes, avaros del poder, nosotros amamos a nuestra madre tierra de verdad. A diferencia de ustedes, vampiros chupa dinero, nosotros defendemos al pueblo.

Nuestra sangre indígena recorre nuestras venas con furia, queremos justicia, queremos paz. No pediremos ayuda porque aquí se respira lucha. No nos maten, no nos silencien.

Me dueles, Latinoamérica, me dueles. Pero no pararé, ni yo ni ellos. Merecemos la libertad.

Por favor, madre tierra, abre las puertas de esta jaula y déjanos volar libres por los bosques que nunca le pertenecieron a nadie.