12: Mi ángel guardián.

748 104 38
                                    

Ángel guardián


Hola, mi ángel
Sé que tu tiempo en la tierra fue corto, no pudiste visitar a tus amigos como quisiste, no pudiste decirle a nadie cómo te sentías. Sabía que llorabas entre las cobijas de mi casa, mientras escuchabas gritar a Joaquín. Me gritaba a mí por haberte traído. Todavía no sé por qué tengo que seguir con alguien así.
Mi ángel, salvaste muchas vidas, pero ¿y la tuya? ¿Qué pasó con tu sonrisa? ¿En el cielo la muestras? ¿Puedes darme un vistazo de ella? No miro a las nubes por nada. Algún día me responderás o mostrarás tu nueva cara. Sabías que por ti daba lo que él corazón me pedía, supiste desde el principio que tus salidas no eran salidas verdaderas, sino puertas fantasmas. ¿Por qué soy como tú, en ese aspecto? ¿No te parece que sufrimos demasiado? ¿No te parece que el mundo está en nuestra contra? El mundo te aborrecía tanto que tuviste que buscar hogar en las casuchas blancas del cielo.
Dime, ¿estás cómodo ahí? ¿Qué se siente morir? ¿Al fin estás vivo por dentro o sólo es otro de tus sueños? Porque en los míos siempre te encuentro. Quieres escapar, estás encarcelado, ¿por qué lo has hecho? Te dije que podíamos unirnos, pero tu dolor fue más fuerte que tu amor hacia mí.
Ángel mío, reposa en mis caderas cuando estés presente; te las daré sin etiquetas, tú se las pondrás, las que quieras. Eres libre de gozar de mi cuerpo, hazte cargo del daño que me han hecho. Por favor, vuelve conmigo. Así sean dos minutos, quiero contarte mi nuevo mito. Lo inventé hace poco, cuando estaba hastiado de mi familia y mi novio. Sí sabías que las rosas no son rosas, sino rojas, ¿cierto?, ya que parece ser que te pusieron un nombre y al final, resultamos ser de otro cuento absurdo.
En nuestro cuento, los malos acechan a los más empobrecidos con tal de quitarles la vida, y en el suyo, retozan sus espadas en mis heridas, las clavan y sangran tan fuerte que parecen de risa; como si nunca hubieran sido por algo pasado, ahora es algo grave, ellos me ven como un juguete. Tú no hubieras hecho eso, ¿verdad? Tú me hubieras protegido. Aunque, a pesar de todo, sé que estás conmigo.
Cuídame y cuídate, por favor, que en la tierra sufrimos y en el cielo, el castigo es severo. Dime que fuiste al cielo. No me hagas ver para abajo. No quiero otra vez hacerlo. Dime que Dios está ahí contigo. Por favor, dímelo... Sólo dame tus manos un día más y regálamelas. Las usaré como mías y si algún día las lastiman, yo te prometo no ser digno nunca más en la vida.
Estoy rezando por tu bienestar. Suicidarte te dio más problemas que soluciones, ¿no es así? ¿No estás en el lugar que querías? El cielo no es rojo, mi ángel, el cielo no es negro, ni siquiera la noche llega a serlo.
Voy a luchar, por ambos. Seré el camino que no pudimos seguir conmigo. Estoy aquí para ti, por favor, que no te fustiguen; estoy llorando, ven por mí. Escapémonos al cielo. Seamos parte de otras dimensiones en donde no existimos y si nos convertimos en materia, espero, realmente, sea por una buena idea.
Te amo. Te extraño. Nunca te olvidaré.
08:12

Rocíame Tus Pecas | KookV ©Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora