Rocíame Tus Pecas | KookV ©

08: Sin los insultos o las burlas, tu voz suena melodiosa.

Playlist: https://open.spotify.com/playlist/7IFuxIJlMpdt3Im72odDaV?si=h_KRgrOrRRekLoAYIGHpXA

Ahora sí, gocen su lectura ♡

Pimpollo Marrón

23 de Junio del 2018

Kook!!
09:27

¡Rápido! ¿Azul o rojo?
09:27

Azul
09:27

Bien...
09:27

¿Te gusta dar paseos?
09:28

No
09:28

¿Por mí darías uno?
09:28

Quizá...
09:28

¿Por qué?
09:28

Porque... se me ocurrió la idea de ir a tu casa y hablar un poco con tu madre. Ella me quiere mucho, me trata mejor que la mía, y, no sé, creí que sería buena idea aprovechar y salir. Darle un respiro a la cama. ¿No te parece?
09:30

¿Kook?
09:30

¡Oh, lo siento!
09:30

No, no, no. Vuelve, pls
09:30

Es que iba a pasear con tu madre porque la iba a ayudar con las compras, por eso me preguntaba
09:30

¿Está bien que vaya a tu casa? Sólo la ayudaré, luego me iré
09:31

¿KooKoo, dulce de KooKoo? ¿Estás ahí?
09:31

JungKook... lo siento... Será algo rápido, luego me iré, lo prometo
09:31

Está bien que vengas
09:34

Pero no te me acerques. Ni entres a mi habitación
09:34

Gracias. Si quieres hablarme, dímelo, ¿sí?
09:34

Y, sí, estoy de acuerdo con ello
09:34

La última vez que lo había visto, su piel me decía que el sol se ahogaba en sus poros, que el serpenteo de su bronceado era una indumentaria, también. La desnudez en él quizá no demostraba plenamente su piel y la ropa, tal vez era su manera de desnudarse. No importaba qué ropa usase, su cutáneo y curvilíneo rostro y cuerpo admitían que las obras artísticas y románticas se podrían estrellar y dejar la mancha, su pintura, la marca de que estuvieron presentes, en la pared de un zurdo como yo.

Y según mi familia, ¡cuán ambidiestro era su método de interpretación en el desconsuelo y cuánto duraba una mula para cargar a diez hombres en desvelo! Las mulas eran más pequeñas que los ligres que él adiestraría para cargar a toda su gente, pero aún así seguía eligiéndolas para ser su animal de carga. Las rayas difuminadas no le interesaban si sólo eran otro disfraz a su cuerpo. Las mulas eran como eran, menospreciadas y subestimadas, pero él las seguiría llevando consigo para llevar encima a toda su familia.

O quizá él era la mula.

Quizá él era la mula que cargaba a los diez hombres en desvelo, nunca satisfechos, siempre encorvados y con su cintura no se descifraría ningún misterio. Un híbrido, eso era, y cuanto más se mezclaba entre humanos, más despertaría el hambre de los diez hombres en desvelo.