Todo Por Un Akuma (Corrigiendo)

Plató

Narro yo

-Buenos días a todos nuestros oyentes, desde aquí, Londrés. - Hablaba una mujer en un plató. - Hoy tenemos unos invitados muy especiales. Que vienen para hablarnos de su película juntos.

El público del plató aplaudió mientras en la pantalla tras la periodista se reflejaba el trailler de la película y el nombre de los actores. Una vez acabo, el público aumento el ritmo de sus aplausos y tras estos ambos actores entraron. 

- Hola, buenas noches. - dijeron ambos mientras se aproximaban a los asientos del plató. Marinette portaba su característica sonrisa y Mathieu su seriedad, también característica. 

Ambos le dieron dos besos a la periodista para después sentarse.

- Primero antes de nada, gracias por venir y es un placer tenerlos aquí. - Dijo la periodista.

- Gracias a vosotros, el placer es todo nuestro. - dijo Marinette saludando con el brazo al público.

La reportera ensanchó su sonrisa  como respuesta. 

- Bueno. Esta película esta inspirada en una saga de libros muy famosa. Y muchos preguntan si habrán escenas confirmadas de sexo en ella. Sabemos que Mathieu trabaja para sus padres como su guardaespaldas y no sabemos como surgió la idea de que fueran ambos protagonistas en esta película. Pero nos sorprende más el hecho de que tenga que hacer esas escenas con él en el caso de que las haya. - hablaba mirando a ambos.

Marinette se mordió el labio inferior pensando en lo que iba a decir.

-Bueno.  El que iba a ser protagonista conmigo, tuvo un accidente y no podría rodar en dos meses. El director vio a Mathieu hablar conmigo y le preguntó si quería actuar conmigo. Dijo que si y pues aquí estamos. - relató.- Y respecto a las escenas de sexo, en el primer libro no hay, en el segundo ya si. Pero depende de como sea acogida esta película se harán más o no.

La reportera asintió conforme, para después mirar a ambos. 

- Esto es una pregunta que tras una película hacemos todos los reporteros. ¿Tienen ustedes algún tipo de relación amorosa? - preguntó mirando curiosa a ambos.- Últimamente han corrido algunos rumores de una posible relación entre ambos.

Ambos se miraron para después mirar a la periodista.

- Si tuviera algún tipo de relación amorosa con esta joven tan encantadora, mi jefe me mataría. - argumentó Mathieu mirándola de nuevo y simulando diversión en su tono de voz, cuando él mismo se acababa de clavar un puñal con esas palabras. 

Marinette se quedó mirándolo intentando no borrar su sonrisa. 

- Lo cierto es que a mi me gusta mucho. - dijo Marinette mirando a Mathieu. - Es una buena persona. Pero demasiado protector para mi gusto. - ironizó simulando ser un guardaespaldas, haciendo reír al plató. 

- Mmm, no se yo. - dijo la periodista. - Los argumentos que dais son respecto a que trabaja para tu padre. 

Ambos se miraron tras esa afirmación.  Marinette le cogió de la mano y se acurrucó en él. 

- El hecho de que trabaje desde hace tanto tiempo como mi guardaespaldas, solo ha hecho que le quiera más como amigo. - Aseguró lanzándole una mirada cargada de amor. - Y eso es lo que hay. - no apartó la mirada de él. - Es mi mejor amigo. 

La periodista asintió pensativa. 

- Aún que le paguen por ser mi guardaespaldas, el dar consejos no entra en su trabajo. Ni darme algún que otro capricho. - medió sonrió a la cámara con un leve rubor.

Con esas palabras y esa forma de actuar lo único que logró fue la mirada enamorada de su acompañante. 

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- Marinette... - La llamó Mathieu antes de entrar a su habitación en el hotel. 

Marinette se giró y se quedó mirándolo. Ambos se quedaron en silencio, mirándose.

- Yo también hubiera deseado decir que... Estamos juntos. - susurró expresando en su rostro su admiración hacia él. 

Mathieu no lo aguantó más y fue a paso firme donde ella, para después besarle. Al inicio, el beso era salvaje, cargado de aquellos sentimientos que los inundaban. Impotentes por no poder ser sinceros con las personas que los rodeaban. Y no poder expresar su amor ante el resto. Pero el beso se fue haciendo más dulce. 

- Algún día... - susurró Mathieu.- mi hermosa dama. - acarició su mejilla mientras su cuerpo se relajaba y su mirada se perdía en la de su contraria. 

- Quédate conmigo hoy. - pidió ella pegando sus narices y respirando el mismo aire que el otro. 

-Si tú me lo pides, voy donde tú quieras... - susurró acercándose de nuevo a sus labios. 

Ambos volvieron a besarse para después entrar entre besos a la habitación.