Al descubierto

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Narro yo

-¿Entonces te han pedido que escribas una canción para la serie? - preguntó Mathieu a Marinette en su habitación mientras esta estaba con la guitarra entre las manos sentada en el piano.

-Si- respondió pensativa. - Aún que lo cierto es que el tema es extraño de tratar para mi. Tiene que hablar sobre el amor verdadero y que lo dejas marchar. - habló pensativa.

-Bueno, pues inspírate en nosotros. - Marinette lo miró sería.

-No te dejaré ir nunca. Me arrepentiría el resto de mi vida. - aseguró haciéndolo sonreír

El se acercó a ella y se sentó junto a ella.

- Marinette... No pienso irme de tu lado a no ser que tú me lo pidas. - acarició su mejilla con cariño y ternura. - Te quiero.

Marinette sonrió y se abrazó a él. El abrazo su torso y colocó su mentón en el hombro de ella.

- creo que me has inspirado - aseguró entre una leve risa, para después separase y sonreírle.

Él le sonrió del mismo modo. Ella se acercó a los labios de él.

- y yo también te quiero. - susurró para después besarle. - haber que te parece.

Marinette tocó unas notas en la guitarra para después cantar un trozo.

-Esta muy bien, pero aún le queda trabajo.- aseguró haciendo que Marinette hiciera un puchero.

- Ya sé que le queda trabajo, acabo de empezar. - él río al verla de esa forma.

Marinette miró como se reía embelesada. Sonrío y le empujó tirándolo del taburete.

- Hey- dijo mientras seguía riendo.

- El señor se sigue riendo. - dijo para después tirarse encima de él.

Puso sus manos tocando el suelo a ambos costados de él y mantenía su torso elevado. Él dejó de reírse para darle paso a un sonrojo.

- ¿Ahora quién ríe?- dijo victoriosa.

Él hizo una mueca de disconformidad. La cogió por el torso y de un movimiento le dio la vuelta al asunto. Él estaba encima y ella abajo. Y ninguno de los dos aguantaba más. Ambos se fundieron en un beso salvaje. En un momento el la ayudo a reincorporarse separándose momentáneamente del beso, para después tirarla sobre la cama y besarle.

- Marinette... - dijo él su nombre acariciando su muslo mientras la besaba con la respiración entrecortada.

- Mathieu... - susurró su nombre con la respiración entrecortada.

- Deberíamos parar ahora. - la miró con cariño para después apartarse y ponerse a su lado en un costado.

Marinette se quedó mirándolo. Era consciente de que él necesitaba más que besos y que hace un tiempo no se habría sentido preparada, pero... Ahora era distinto, ella se había dado cuenta de que también lo necesitaba.

- Mathieu... Yo también lo necesito. - dijo confundiéndole. Ella lo miró con cariño.- Quiero hacerlo. - dijo sorprendiéndolo

El al oírlo se reincorporó enseguida.

- ¿Estas segura? Si no lo estas no tenemos que hacerlo ahora. Puedo esperar.- aseguró haciéndola sonreír enternecida.

Marinette se acercó a él y lo tubo de nuevo. Se puso encima de él para después besar su cuello y dejar pequeñas mordidas. Metió su mano por debajo de la camiseta de él y acarició su abdomen.

-Estoy segura.- susurro mientras se acercaba para besarle.

Él se zafó de ella y se levantó de la cama confundiéndole. Tras ello, él la cogió como princesa. Abrió las sabanas de la cama y la echó.

-No queremos que te resfríes. - le sonrió haciéndola reír mientras lo cogía del cuello de su camisa y lo acercaba a ella para besarle.

Él volvió a zafarse ante la mirada confusa de la fémina. El buscó en unos cajones y sacó velas ante la mirada sorprendida de ella. Puso las velas alrededor de la cama. Sacó un ramo de rosas que había guardado ante la mirada atónita de esta. Cogió una rosa y tiró pétalos por el suelo y por la cama. Fue donde su chaqueta y para aumentar la sorpresa de Marinette sacó un paquete de condones.

- No me mires así... - sonrió ruborizado. - Las rosas te las iba a dar hoy. Las había escondido para darte una sorpresa. - aseguró haciendo latir más rápido el corazón de la fémina. - Las velas estaban ahí por si se van las luces y el paquete de condones me lo ha dado Alexis. ¿Tú sabes porqué?- le preguntó logrando que esta se ruborizara.

-Tal vez tenga una idea. - respondió viendo como él se aproximaba hacía ella.

Él le sonrió divertido para después ponerse encima de ella con ambas manos apoyadas en la cama, pasando sus brazos por los costados de la fémina. Se acercó lentamente a los labios de ella, hasta unir sus respiraciones y acabar en un beso lento y dulce, el cual tras unos segundos se volvió más apasionado y más salvaje. Los labios unidos de ambos ya no bailaban, pataleaban. Ambos desprendían pasión por doquier y deseaban indagar más en el otro. 

...

Ambos cayeron derrotados en la cama, tras haber unido por primera vez sus cuerpos.

-te quiero- aseguró él tras haberla hecho suya por fin, reflejando en su mirada la admiración que sentía por ella.

-Y yo a ti. - aseguró ella con una sonrisa mientras caía rendida en su pecho.

Él observó como dormía. Tras unos minutos se levantó y recogió todo. Después de recoger todo, le puso el pijama sin despertarla. La tapó con las sabanas y se quedó observándola sentado en un rincón de la cama, para más tarde quedar dormido.

Todo Por Un Akuma (Corrigiendo)Where stories live. Discover now