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Advertencia: Lemon en el capítulo.

El azabache gemía mientras su novio aumentaba las embestidas cálidas y cuidadosas, la habitación se llenaba de susurros algo sucios por parte de ambos jóvenes, habían aprovechado el tiempo que sus amigos les habían dado a solas en aquél gran lugar, donde el sonido se perdía entre aquellas paredes porosas.

— No pares Tae-ehyung — el azabache se lamía los labios extasiado de placer, pues estaba muy exicitado. El deseo carnal que ambos jovenes sentían por el otro se desbordaba en el ambiente.

— No me cansare de cogerte — Taehyung balbuceó con su voz sumamente excitada, pues estaba dando embestidas a su novio tan suaves, que había incrementado el ritmo, ahora eran un poco más rudas, el azabache gruñó al sentir la polla de Taehyung en lo profundo de él. Se introducía hasta el fondo, él se estaba volviendo loco, amaba el cuerpo de Jungkook. Justo cuando Taehyung pensaba venirse, lo contuvo un poco más pues no quería ser egoísta, necesitaba que el placer de su novio también alcanzará su punto máximo para que ambos llegaran a el orgasmo juntos.

— Oh, Taehyung — susurró el azabache entre dientes, mientras que el nombrado continuaba con las embestidas con su dulce polla dentro del ano de su lindo novio.

— Jung-ko-ok — gruñó. Dio unas cuantas palmadas en los glúteos firmes del azabache, sabía que eso lo ponía demasiado caliente. — Me encanta tu cuerpo.

— Taehy-ung estoy por venirme — mascullo el azabache. — Aún no quiero hacerlo... — dijo entre susurrós.

— Vamos a la regadera Jungkook. — mencionó Taehyung. Pues estaba demasiado caliente que fantaseo con hacerlo mientras las gotas de agua empapaban sus cuerpos.

Taehyung saco su polla del ano de Jungkook y se paró del costado izquierdo de la cama, el azabache tomó su mano para que lo dirigiera a la regadera, pues este tenía los ojos vendados, con una corbata que Jungkook le había regalado a Taehyung en su cumpleaños.

— ¿Quieres que te quite la venda? — preguntó Taehyung sosteniendo la mano de jungkook. Este asintió, y entonces Taehyung se colocó detras de él para retirar la venda, pero no sin antes plantar unos cuantos besos en su cuello, hombros y espalda.

El azabache al sentir el tacto se estremeció, su polla dolía de lo dura que estaba, pues Taehyung lo ponía de esa forma, tan dura.

Finalmente retiró la corbata dejándola caer al suelo, se puso frente a Jungkook y lo besó, lo besó tan intensamente cómo si no importara nada, cómo si nadie existiera en el puto mundo más que ellos dos. El azabache lo mordio un poco antes de que ambos entraran a la regadera. Una vez dentro de esta, el azabache pegó a Taehyung contra la pared para seguir besándolo, el agua caliente caía al costado de los jóvenes mientras estos no dejaban de darse besos casi a la misma temperatura que el agua.

Taehyung empujó a Jungkook levemente hacia el agua y ambos estaban ahora mojados, el agua caía sobre sus cuerpos, pero no les importaba, ellos seguían besándose con intensidad cómo si no hubiese un mañana para ellos, como si el mundo se detuviese cuando se besaban, porque eso era precisamente para ellos. Todo se detenía excepto su momento, excepto el amor que tenían el uno por el otro que era tan fuerte e inquebrantable que nada podría separarlos.

— Cógeme Jungkook. — le pidió Taehyung. Jungkook no lo pensó dos veces, Taehyung se inclinó parando el culo en dirección a la polla de Jungkook quién de inmediato se posicionó detrás de él. El azabache metió un dedo primero, después dos para preparar el ano de Taehyung tal como el lo había hecho con el suyo. Después de meter los tres dedos,  Jungkook tomó su polla con firmeza y la introdujo en el delicioso ano de su novio. Taehyung gimió al sentir a Jungkook en lo profundo de su ser. Poco a poco el azabache tomó el ritmo, ver la espalda de Taehyung inclinada, y escucharlo gemir, lo estaba poniendo tan caliente y loco que sin darse cuenta incrementó las embestidas. Jungkook no podía aguantarlo, sabía que en cualquier momento se vendría dentro del culo de su novio.

Detrás del escenario ❀ Vkook ❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora