Ya no lloraré

Angustia

|Audiovisual: Stray Kids; I Am You|

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Al salir del Senkaimon fueron recibidos por el capitán general y su teniente quienes se veían más serios que de costumbre.

—Vamos, los demás ya nos esperan. —exclamó el anciano con frialdad.

Los recién llegados solo se limitaron a asentir con la cabeza.

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Al llegar a la Sala de reuniones notaron que como fue dicho todos ya los esperaban, hasta el mismo capitán Zaraki el cual acostumbraba llegar tarde.

—Con que era cierto que perdieron a la mota rosa... —comentó sin ningún tacto el capitán de la décimo segunda división.

Todos dentro de la Sala se vieron molestos, aunque unos más que otros, al oír el comentario y tono de voz que había usado el peliazul.

—¡Capitán por favor! —reclamo él capitán Ukitake.

Este solo rodo los ojos restándole importancia al asunto.

—¿Qué acaso no ve la gravedad del problema? —pregunto más que molesto el oji-turquesa —Además de que debería de tener más respeto, o es que usted se comportaría igual si le pasará algo a la teniente Nemu.

—Si Nemu fuera secuestrado yo la dejaría morir sola. —dijo mirando a su teniente con desdén.

Todos voltearon a ver con desapruebo lo dicho por el capitán.

—Imbécil... —pronunció el Kuchiki.

—¡Yah! —grito el anciano estrellando la punta de su bastón contra el suelo —No los reuní para que discutieran, estamos aquí para solucionar el secuestro de la shinigami Sakura Haruno.

Los presentes asintieron ante lo dicho por el capitán general, pues este tenía toda la razón.

—¿Entonces qué será lo que pasará? —cuestionó el capitán de la séptima división.

—Creo que lo mejor será saber que fue lo que pasó ¿Cómo fue que la secuestraron? —esta vez quien habló fue la mujer de trenza.

—Estoy de acuerdo... —concordó el capitán Kyoraku quien se mostraba serio, lo cual resultaba sorprendente viniendo de él.

Todos dirigieron su mirada a los dos capitanes que acababan de llegar dando a tender que podía comenzar con la historia.

—Por la madrugada de este día una manada de Menos atacó la ciudad de Karakura. —comenzó con su relato él niño —Por lo que todos acudimos al lugar en donde se concentraron, al llegar al lugar nos vimos sobre pasados por lo que todos nos alejamos para acabar más rápido con los Guilians, Sakura acaba de terminar con dos de ellos por lo que un par de Menos crearon un cero para atacar la, sin embargo inesperadamente cuatro Arrancars aparecieron para luego llevársela consigo antes de que el impacto del cero los alcanzará, lamentablemente todos nos encontramos lejos de ella lo cual no nos permitió ayudarla.

Todos se miraron con molestia y duda ¿Pará qué Aizen querría a Sakura?, no lo entendían, ella no era una Shinigami de alto nivel como para que pudiera sacarle alguna información importante, ¿Qué era lo que planeaba ese malnacido?.

—No tiene sentido... —comentó el capitán Kurotsuji —¿Para que querría a una niña berrinchuda Aizen? No va a conseguir nada de ella.

—Le pido más respecto hacia ella. —reclamo el oji-turquesa.

—Tiene razón. —respondió la capitana Soi-fon —Si nos ponemos a pensar ella no es importante, no tiene sentido que la haya secuestrado pues no posee información valiosa.

—Exacto. —habló Kurotsuji.

Esto molesto a los recién llegados, ¡¿Cómo se atrevían a hablar así de ella?!, era el pensamiento de más de uno, pero fue el suspiro de cansancio el que los saco de sus pensamientos.

—Suena rudo, pero es cierto. —habló el capitán Ukitake.

—¿Entonces qué haremos? —comentó Zaraki.

—No podemos dejarla ahí, eso es seguro. —habló el hombre de kimono rosa.

—Esperar la orden de la Cámara de los 46. —informó el viejo —Hoy mismo iré a hacer la petición, luego de lograr el permiso un escuadrón de rescate ira a buscarla.

—¿Y eso cuanto tardará? —pregunto el Kurosaki con preocupación.

—Podrían ser semanas... —susurro el albino.

—¡¿QUÉ?! ¡No podemos esperar tanto, no sabemos que le pueda hacer ese bastardo! —grito molesto el pelinaranja.

—Kurosaki guarda silencio. —demandó Soi-Fon.

—¡O no! Es que acaso como no es una shinigami "Importante" No harán nada. —exclamó histérico.

—Kurosaki-san eso no tiene nada que ver! —respondió la capitana del cuarto escuadrón.

—¡¿Entonces por qué demonios hay que esperar tanto?! —volvió a reclamar.

—Por qué para una misión de esta magnitud necesitamos la aprobación de la Cámara del los 46. —sorprendentemente esta vez quien contestó fue el Kuchiki.

—¡O vamos Byakuya! No estarás de acuerdo. —volteo a mirarlo.

—Kurosaki entiende! —reprendió el Hitsugaya —A estas alturas ni siquiera nosotros podemos hacer algo.

—¡Maldita sea! —dijo antes de cruzar la puerta para salir.

Luego de aquello el capitán general dictó que se podrían ir a sus escuadrones, por lo que todos salieron con diferentes rumbos, en este caso Toshiro solo vagaba sin rumbo fijo.

// Narra Toshiro //

Vaya mierda, ¿Por que debemos esperar tanto? Sakura esta en peligro y yo aquí sin poder hacer algo para evitarselo, sin duda alguna soy el mejor novio de la historia.

—Shiro-chan...

Me llamaron, me rehúse a voltear, no quería ver a nadie que no fuera mi lindo Cerezo, seguramente debe estar asustada, aunque lo esconda ya que es muy testaruda para dejar ver a alguien ese lado, debe de estar haciéndose la fuerte, por favor Sakura aguanta solo un poco más, pronto yo iré por ti.