Secuestro

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Una garganta nuevamente fue abierta en la Sala de aquel frío palacio, más sin embargo a quien dejó salir no fue a nadie más ni menos que al primer espada junto al octavo.

—Tardaron mucho ¿No creen? —les habló el quinto con molestia.

—Saben, no es agradable convivir con esos inútiles shinigamis, así que la próxima vez que nos hagan distraer los para que pongan su puta trampa hagan lo rápido. —demandó el peliceleste.

—Mmmm. —murmuro el primero sin darle importancia.

—Para su información plantar el señuelo no es algo tan sencillo, pero que va, que sabrán un par de bestias como ustedes. —contestó el pelirrosa con saña.

Ambos espadas molestos por aquel comentario se dispusieron a ir hacia el para hacerlo arrepentir de lo que acaba de hacer, pero fueron detenidos antes de lograrlo.

—Alto. —demandó un hombre castaño quien se encontraba mirando los desde su trono con molestia.

—Aizen-sama... —intentaron replicar.

Este solo los miro con desdén dejando en claro una clara amenaza con la mirada, a lo que el par de Arrancars no tuvieron más que conformarse con quedarse en su lugar, por otro lado el mencionado volteo a mirar a los recién llegados con expectativa.

—¿Y bien? —demandó tajante.

—Ya esta listo Aizen-sama. —indicó el pelirrosa con superioridad por su gran habilidad.

—Bien. —sonrió con arrogancia.





— En otro lugar —

Luego de aquella pequeña reunión con el capitán general todos comenzaron a dispersarse yéndose cada uno a donde pasaban la noche.

—Nos vemos mañana Shiro-kun. —se despidió la pelirrosa depositando un casto beso sobre los labios del albino.

—Sí... —respondi con pena.

La pelirrosa luego de dedicarle una gran sonrisa se dio la vuelta y se encaminó rápidamente hasta llegar a donde estaban la Kuchiki y el Kurosaki, los tres comenzaron de nuevo su camino por lo que la pequeña movió la mano para despedirse de todos.

// Narra Sakura //

Luego de despedirnos los tres caminamos en silencio, yo me quedé absorta en mis pensamientos, Traidores, no podía sacarme esa palabra de la cabeza pues los rostros de mis "amigos" se hacían presentes en mi cerebro, y diablos, eso dolía como nada ya que yo si los quería, los considere mi familia... Pero valla cariño que ellos me profesaban... Sasuke, aún que me de vergüenza admitirlo yo lo amaba a pesar de su mal trato, o al menos eso creo, Naruto, él era mi mejor amigo, más que eso, mi hermano así como Shisui Nii-sama o Sai-kun, a decir verdad me dolió más su traición que la de los demás, Ino, ella también la llegue a considerar una muy buena amiga, casi como a Karin, Neji y Hinata, bueno tal vez era más unida con Hanabi-chan pero aún así me encariñe con ambos, Tenten y Kiba, al igual que con Neji y Hinata no era muy unida pero ellos eran muy divertidos me gustaba pasar tiempo con los dos, por ello aún seguía resentida, yo les había dado mi confianza y ellos se aprovecharon, lo peor de todo es que a pesar del tiempo aún no lo entiendo ¿Por qué? ¿Qué fue lo qué les hice para que me odiaran tanto? Digo, siempre fui amable con ellos, ¿Por qué tanto odio hacia mi?.

La noche ya había caído y con ella venía una fresca brisa que me hizo estremecer, alce la mirada a la Luna en busca de consuelo ya que de esta forma siento que sigo en contacto con los seres que deje atrás, Nii-sama, Sai-kun, Karin-chan, my lady, Hanabi-chan, Shikamaru, Suigetsu y Yugo, aveces me gustaría regresar pero el solo pensamiento de que ellos están ahí me da terror, el que ellos intenten algo nuevamente en contra mía, se que he mejorado y que muy probablemente les pueda hacer frente yo sola, pero, ese solo pensamiento aumenta mi pánico por lo que prefiero seguir así, además de que estoy muy contenta así, con Shiro-kun, Byakuya Oto-san, Rukia-chan, Ichigo-nii, Renji, sin poder evitarlo una sonrisa adorno mi rostro, pero como no hacerlo si yo era muy feliz al lado de ellos, me sentía protegida, por ello a pesar de extrañar a mis amigos podía seguir.

Ya no lloraréWhere stories live. Discover now