Caminos Entrecruzados (Clexa AU)

Capítulo 50: Nueva Vida

Por fin había llegado el esperado día. Clarke salió de su casa, de su nueva casa, rumbo a su trabajo lista para enfrentar la mañana antes de poder marcharse con Evelyn a casa. Ese día iban a tener su última sesión y Clarke tenía que hablar con la pequeña para que lo entendiera.

- Bueno cariño, hoy va a ser nuestra última sesión juntas. – Dijo Clarke nada más entrar en la habitación de Evelyn y que ambas tomaran asiento.

- ¿Por qué? – Preguntó Evelyn desconcertada.

- Porque te vienes a vivir conmigo y no estaría bien que yo siguiera con tu tratamiento. – Dijo Clarke.

- ¿Por qué...? - Preguntó Evelyn sin entender nada.

- Porque no está bien que un médico o cualquier otro profesional sanitario trate a un familiar o alguien de su entorno.

- Pero no entiendo por qué. – Se quejó la pequeña.

- Porque no siempre se es objetivo. – Apuntó Clarke.

- ¿Qué quiere decir ser objetivo? – Preguntó Evelyn que seguía sin entender nada de esa conversación.

- Que no te dejas llevar por los sentimientos a la hora de cuidar de esa persona.

- Aaahhh. – Dijo Evelyn. – Sigo sin entenderlo.

- Sé que es complicado. Pero créeme, es lo mejor. – Intentó convencerla Clarke.

- ¿Entonces ya nunca podré hablar contigo de lo que me pasó? – Preguntó la pequeña extrañada.

- ¡Claro que sí! – Dijo Clarke. – Siempre que quieras. Pero a partir de ahora será otra persona la que llevará tu tratamiento y decidirá cuál es la mejor forma de seguir.

- ¿Y quién será? – Preguntó la pequeña algo asustada.

- He estado pensando. De momento vendrás por las mañanas aquí conmigo porque todavía no estás preparada para ir al colegio y trabajarás con Jackson, al que ya conoces, para que después de Navidad puedas asistir al colegio sin miedo ¿Qué te parece?

- Yo... ¿Qué es Navidad?

A Clarke se le cayó el alma a los pies ante esa pregunta, una niña de seis años, o eso suponían, que no sabía lo que era la Navidad, a la que nadie había ilusionado con los regalos de Santa Claus, los árboles adornados y las luces de colores.

- Son unas fiestas muy bonitas. – Contestó Clarke. – Ya verás cómo nos lo pasaremos muy bien ¿Sí?

- Vale. – Aceptó la pequeña sin saber muy bien lo que estaba aceptando. - ¿Y tendré que hablar con Jackson? – Preguntó después.

- Sí. Tienes que hablar con él, contarle todo lo que te pase, como haces conmigo, y dejar que él te ayude.

- Pero...

- Sabes que él es bueno y que nunca te haría daño. – Dijo Clarke.

- Ya pero...

- Lo vamos a intentar ¿Vale?

- Está bien. – Terminó accediendo la pequeña. - ¿Y después?

- ¿Después? – Preguntó Clarke sin entender.

- Has dicho que esto lo haremos hasta que empiece el colegio.

- Cierto. Después buscaremos a alguien con el que puedas seguir el tratamiento sin necesidad de venir al hospital. Una o dos veces por semana. ¿Qué te parece?

- ¿Es lo mejor? – Preguntó Evelyn.

- Yo creo que sí. – Respondió Clarke.

- Entonces vale. – Aceptó la pequeña y es que si lo decía Clarke ella se lo creía.