Caminos Entrecruzados (Clexa AU)

Capítulo 16: La Tuya o la Mía

A la mañana siguiente Lexa se levantó de mal humor, había descansado mal y todavía le duraba el cabreo del día anterior. Por suerte, como cada mañana, no se encontró con sus padres porque no sabía cómo hubiera reaccionado ante la presencia de estos.

Cuando llegó al colegio ya era bastante tarde y casi todos los alumnos ya habían llegado, por suerte Roan no estaba en el aula y Clarke estaba tranquilamente en su mesa siendo ignorada por el resto.

Lexa iba a ir a saludarla pero el profesor entró en la clase y simplemente la saludó con un gesto de la mano que Clarke le devolvió.

Clarke se quedó pensativa ya que esa mañana Lexa no tenía su sonrisa habitual al saludarla y además tenía unas facciones bastante serias en su cara, facciones que hacía días que Clarke no había visto en la castaña. No pudo cavilar mucho más porque Roan entró como un vendaval en la clase y después de un regaño por parte del profesor por llegar tarde empezó la clase.

Cuando terminaron las dos primeras clases de la mañana Clarke recogió rápido y se acercó hasta el pupitre de Lexa y rápidamente ambas abandonaban el aula para dirigirse a su apartado lugar a desayunar.

- ¿Te pasa algo? – Preguntó Clarke ante el silencio de la castaña, silencio al que últimamente no estaba acostumbrada.

- Nada. – Dijo simplemente Lexa, aunque tal y como lo había dicho no parecía que fuera nada.

- Sabes que si quieres me lo puedes contar ¿no? – Apuntó Clarke.

- ¿Para que te voy a contar mis problemas? – Preguntó Lexa apática.

- Las amigas se cuentan los problemas. – Dijo Clarke a la vez que se encogía de hombros.

- Yo pensé que hablaban de ropa y chicos. – Apuntó Lexa intentando sonar más animada de lo que realmente estaba porque Clarke no tenía la culpa de que ella tuviera los padres que tenía.

- Puede. Pero no todo es hablar de ropa y chicos ¿o sí? – Preguntó Clarke.

- ¿Tú no hablas de ropa y chicos con tus amigas?

- De ropa poco, sólo si descubrimos alguna oferta buena en alguna tienda. – Dijo Clarke avergonzándose ligeramente, y es que si no había ofertas tampoco es que se pudieran permitir grandes cantidades de ropa.

- ¿Y de chicos? – Preguntó Lexa.

- Todavía menos. – Dijo Clarke. – Bueno... ellas hablan más sobre ese tema pero conmigo poco.

- ¿Y eso por qué? – Preguntó Lexa.

- Porque no me interesan los chicos. – Dijo Clarke con toda naturalidad.

- ¿No te interesan los chicos? – Preguntó Lexa algo incrédula.

- No. No me interesan. – Repitió Clarke.

- ¿Y entonces que te interesa? – Preguntó Lexa haciendo que Clarke se volviera hacia ella con cara de "¿en serio me estás preguntando eso?" – Entiendo... - Dijo finalmente Lexa. - ¿Te gustan las chicas? – Preguntó bastante alucinada.

- Si. ¿Por qué? ¿Tan raro es? – Preguntó Clarke que desde hacía dos años sabía que a ella las chicas le gustaban de la misma manera que a sus amigas los chicos.

- No sé. Nunca había conocido a una lesbiana. – Dijo Lexa pensativa.

- ¿Y eso es un problema para ti? – Preguntó Clarke algo a la defensiva.

- No. Supongo que no. – Dijo finalmente Lexa mientras seguía meditando sobre el tema. - ¿Y tus padres lo saben?

- Sí. – Dijo Clarke simplemente.