Capítulo 13: Poder Conocerte

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Ese mismo día Clarke llegó a casa agotada, física y mentalmente, había sido un día demasiado intenso y complicado. Normalmente se daba una ducha rápida al llegar a casa pero ese día decidió que se merecía un baño así que eso fue lo que hizo mientras no dejaba de darle vueltas a todo lo que había sucedido.

La actitud de Roan no la había sorprendido para nada, no dejaba de ser la misma actitud intimidatoria que tenía desde que habían empezado las clases al inicio de curso, pero si que era cierto que ese día era el que más se había asustado y no sabía como hubiera terminado la cosa si Lexa no hubiera intervenido. Pero la actitud de Lexa si que la había sorprendido, no solo porque la defendiera, cosa que había hecho en más de una ocasión, sino porque además se había preocupado por ella y luego encima la había invitado a comer con ella, pese a que sus amigas se marcharan dejándolas solas. Pero sobre todo lo que le impactó fue que se fuera con ella la biblioteca, eso sí que la había dejado completamente descolocada.

Así que por la mente de Clarke pasaban varias preguntas, aunque la mayoría eran repeticiones de una misma idea. ¿Qué le pasaba a Lexa? ¿Era cosa de un día o continuaría? Sin duda la única forma de saber las respuestas a sus preguntas era seguir asistiendo a clases aunque cada vez se le hiciera más cuesta arriba, una cosa era aguantar cuchicheos y malas caras, y otra cosa era aguantar agresiones, ya fueran verbales o físicas.

Clarke salió de la ducha prácticamente a la vez que su madre y su pequeña hermana llegaban a casa. Madi no tardó en saltar a los brazos de su hermana, saludándola con efusividad como era habitual en ella. Aunque ese día Clarke no pudo evitar un gesto de dolor al resentirse su brazo al alzar a su hermana, gesto que pasó desapercibido para ésta pero no para su madre.

- ¿Qué te ha pasado en el brazo? - Le preguntó Abby a su hija una vez Madi hubo desaparecido en dirección al baño para lavarse las manos antes de merendar.

- Nada. - Dijo Clarke. - Me he dado un golpe.

- ¿Otro golpe? - Preguntó Abby ya que últimamente su hija parecía haberse vuelto más patosa de lo habitual en ella, que la verdad es que no lo era mucho, ni siquiera de pequeña.

- Bueno... Entraba en el baño cuando alguien salía y me di con la puerta. - Dijo Clarke algo nerviosa, y es que no estaba acostumbrada a mentir, y menos a sus padres, pero últimamente ya eran varias mentiras las que les había dicho.

- ¿Seguro? - Preguntó Abby sin terminar de creerse a su hija. - ¿Hay algo que no me estás contando? - Insistió.

Clarke negó con la cabeza y justo en ese momento aparecía Madi lista para merendar por lo que la conversación quedó interrumpida, aunque Clarke sabía que su madre volvería a preguntarle otra vez si se presentaba la ocasión.

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Lexa también llegó a casa agotada, y no por el entrenamiento de baloncesto, estaba agotada anímicamente. No terminaba de entender todo lo que había sucedido ese día con Clarke, solo sabía que cuando vio a Roan sobre la rubia no pudo soportarlo y necesitó frenar lo que estaba sucediendo en ese baño. Además su cabeza no dejaba de darle vueltas a todo lo que había dicho Clarke llevada por la rabia, y sabía que la rubia tenía razón en todo. La despreciaban porque era pobre, nadie quería hablar con ella, ni siquiera estar cerca de ella, y ella llevaba varias semanas escondiendo que tenía clases particulares con Clarke y por lo tanto una relación mucho más cercana con ella que el resto de sus compañeros.

Y a Lexa su cabeza le decía que todo eso estaba mal pero también le decía que era lo que le habían enseñado desde pequeña, que el dinero era lo importante y que si no había dinero no merecía la pena. Pero eso tenía que cambiar, Clarke tenía razón daban asco, todos ellos, empezando por sus padres.

Caminos Entrecruzados (Clexa AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora