El Maestro Del Tiempo 2.

PURA ENERGÍA

Pero mientras que para todos los que habitaban la gran manzana habían pasado solo unos minutos, en la mente y cuerpo ahora etéreos de Jonh ya habían pasado infinidad de años.

- Pero entonces ¿que había antes del big ban? – Pregunto Jonh a la misteriosa presencia que lo observaba atento.

- Ya te lo dije, te lo pondré de esta forma, veras Jonh, no había antes ni después, porque el tiempo no existía, el tiempo es una consecuencia misma de la expansión del universo, un concepto abstracto que el ser humano ha inventado, el tiempo es y no es.

- ¿Cuál es entonces la naturaleza del tiempo?

– Te lo diré de una forma en la que puedas entenderlo. Su teoría de cuerdas, me refiero a ustedes los seres humanos es correcta hasta cierto punto. El universo posee nueve dimensiones espaciales y una dimensión temporal, cada dimensión es una minúscula cuerda enrollada sobre sí misma, entonces esto significa que la realidad es una circunferencia y el tiempo una línea recta que en ocasiones se curva, es en ese instante cuando logras saltar en el tiempo. Para darte un ejemplo; uno o dos segundos desde la perspectiva de un observador pueden ser en realidad decenas, centenas y hasta millares de años para un viajero del tiempo, siempre y cuando la gigantesca energía requerida para tal acto sea suministrada. Hay infinitas cuerdas conviviendo en este instante en lo que llamas presente y sus puntas están aquí y ahora frente a nosotros, pero el extremo de la misma puede estar ubicada a miles de años luz en el tiempo y espacio y al final sin importar lo que parezca son una misma cuerda cuyos extremos se rozan, aunque parezca lo contrario, a su vez están entrelazadas por otros cientos de miles de cuerdas con las mismas características, es lo que los humanos llamarían multiunversos.

– ¿Qué eres tú, quien eres en realidad?

– Soy un guardián del tiempo, sin cuerpo físico, sin forma definida, soy una entidad creada y echa de pura energía. Quizás algún día ocupes mi lugar

Con cada respuesta Jonh Gleen tenía más y más dudas, Cada vez que aquella entidad luminiscente y amorfa hablaba, su voz retumbaba como el estruendo de mil caballos galopando a toda velocidad. Era como si el sonido que emitía viniera de todos y de ningún lado al mismo tiempo.

– ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué estas tu aquí?

– Estas aquí porque poco a poco serás como yo, serás consumido por el TODO, al final te convertirás en pura energía también, ambos ajenos a los caprichos del tiempo, del espacio y de las leyes limitadas del hombre. Ahora mismo ya soy, he sido y seré eterno. He visto nacer, desarrollarse y caer a cientos de civilizaciones enteras, pero para mí solo fue más que un brevísimo instante en el tiempo, un parpadeo o un suspiro en la eternidad y a tu pregunta de ¿quién soy?, puedes llamarme como antaño lo hacían todos, puedes llamarme por mi nombre material, me llamo Jonh.

Aquella presencia decía llamarse Jonh. Nuestro viajero en el tiempo parpadeo para que sus ojos se terminaran de habituar al resplandeciente brillo que parecía envolverlo todo. El tono de confianza de aquel ser parecía indicar que sabía mucho sino es que todo. Jonh Gleen se sentía insignificante al lado de aquella casi divina presencia. La mente limitada del viajero del tiempo no alcanzaba a comprender la visión del universo de aquel ser luminoso quien además de todo decía también ser Jonh.

– ¿Estás diciendo que tú eres yo? – Pregunto Jonh Gleen algo temeroso de la posibilidad de escuchar una respuesta de la cual ya imaginaba la contestación.

– Tú lo has dicho – Dijo la presencia con un tono seguro.

– Pe... pero ¿cómo?

– Pasará un larguísimo tiempo para que lo comprendas todo, pero al final lo harás, el tiempo no tiene prisa para nada. – Respondió aquella cálida energía sin forma y de nombre idéntico al de nuestro querido viajero del tiempo.