¿COMENZAR DESDE EL PRINCIPIO?

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Joseph no daba crédito a lo que acababa de suceder, se dejo caer en el sofá, hundió su cara entre los suaves almohadones de pluma de ganso y comenzó a llorar.

- Esto no tenía que suceder, esto no debía de ser así ¿por qué no cumple su parte, cumpla su destino señor Jonh? ¿qué fuerza superior le hace ir en contra el destino? - Pregunto el chico mientras se intentaba limpiar las lágrimas.

- Libre albedrío, creer en el libre albedrío te hará ir en contra de todo lo que no te convenza de todo lo que tu sientas que no debería de estar en tu vida, incluido algún destino que sepas que no te corresponda. Nunca lo olvides chico, siempre habrá más modos de hacer las cosas. - Respondí

- Pero entonces... ¿el destino no existe?

- Lo lamento mucho Joseph, pero debes entender que el libre albedrío y el destino siempre estarán en un eterno conflicto para personas como nosotros, para viajeros como tú y como yo.

Quería hacer entender al chaval que no tenía por qué seguir todo al pie de la letra y que él podía dictar y crear su propio destino y no el destino crearlo a él. Sin embargo, su respuesta me sorprendió

- El que se equivoca es usted Jonh, todo está predestinado, todo ya está escrito por el tiempo y este es inamovible, y la razón es porque no hay nada más poderoso que el destino.

Joseph tenía los ojos casi desorbitados por los nervios y mientras se sujetaba de los cabellos, caminaba de la chimenea al baño y del baño a la chimenea. El pobre muchacho nunca se imaginó que el destino de aquella moneda y de aquel papel seria desaparecer en 2017.

- Discúlpame por favor Joseph, pero así no funcionan las cosas, no estoy de acuerdo contigo.

Estoy harto de esto y justo en este momento termino con todo, ahora mismo, en esta misma época de una vez por todas, definitivamente. ¿querías engañar al destino? esto es engañar al destino...

Joseph aun era muy joven para comprender la naturaleza del tiempo, ni si quiera yo sabía todo sobre el caprichoso tiempo, es más no sabía si el muchacho viviría un día más para contarla, pero era un hecho que el necesitaba recibir una lección de vida. Nunca estuve más equivocado y es que al final el que recibió una lección fui yo.

- ¿Sabe qué señor Jonh Glenn? – Dijo en tono irónico y serio - tiene razón, usted no es mi padre eso es difícil de creer, totalmente imposible.

- ¿De qué hablas? - Pregunte extrañado.

- Mi madre me habló de un gran hombre, uno que luchaba por lo que él creía correcto, Y sabes... me contó historias asombrosas sobre él, sobre cómo hizo posible lo imposible para que ella y yo pudiéramos sobrevivir. – Después con la voz quebrada a punto del llanto continuo. - Tú... tú no puedes ser mi padre, mi papá no es un cobarde. – Termino de decir mientras limpiaba algunas lágrimas que se habían decidido a salir.

Me acerque a él y lo tome por los hombros. - Escucha Joseph- Le dije.

- No me toque, me da lástima, no eres más que un impostor. El verdadero maestro del tiempo del que hablaba mamá no hubiese elegido una vida de perdedor y solitario leñador en el bosque, no si supiera que mamá corre peligro. Si tan solo ella supiera que no eres quien ella creía, que todo el tiempo estuvo equivocada sobre quien es realmente Jonh Gleen y que solo es un patético ermitaño el cual tiene miedo a la vida.

Sus palabras iban cargadas de rabia, de coraje y de resentimiento hacia mi persona. De verme con admiración y reverencia la primera vez que me vio aquí, ahora me tomaba por un patético cobarde y eso no lo permitiría.

El Maestro Del Tiempo 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora