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CUENTA SALDADA PARTE FINAL:

Apenas si puedo respirar, un calor de sangre sube por mis pulmones, me encuentro mal herido, los golpes en todo mi cuerpo son severos, la cabeza me palpita, prácticamente me estoy desmoronando en vida, como un polvorón de arena. No sé si sobreviviré después de esta pelea, sin embargo, ya lo he hecho antes, eso me tranquiliza aunque sea un poco, algunos le llamarían esperanzas inútiles. Comienzo a toser sangre, la vista se me nubla y un dolor de muerte me recorre por toda la columna vertebral, pero lo logre, André Wilson ¡esta muerto! El precio fue alto, ya no me queda más energía para huir, para fragmentarme (esa palabra comienza a gustarme), la había gastado absolutamente toda en aquel gran viaje al pasado. En cuanto me materializo en la habitación, Kym y Joseph corren a abrazarme, justo en ese momento se escucha un gran alboroto en la planta baja y pasos de botas recorrían todo el lugar.

- André Wilson ¿Dónde está? Responda de inmediato – Preguntaba desde el piso de abajo una voz.

- Viajero 1 responda inmediatamente. – Decía otra.

- Es extraño coronel, incluso perdimos la señal de localizador, es como si se hubiera esfumado de la faz de la Tierra (y casi tenía razón)

- Revisen todo el lugar, no dejen un solo rincón sin verificar. – Dijo una voz que ya no olvidaría nunca. Era el coronel Jackson.- Maten a todos, solo quiero al chico.

De pronto comenzaron a subir las escaleras. Lo que esos imbéciles no sabían es que ya me había encargado de André. Me alegre internamente (no tenía fuerzas para hacerlo físicamente)

Oh, lo siento es verdad, lo olvidaba, déjame contarte cómo ocurrieron las cosas...

Y como un león, Joseph salto sobre su espalda, no dejaba de atacarlo con uñas y dientes. Presionaba el grueso y negro cuello de André Wilson.

- No, lo sueltes, me escuchaste, hasta que yo te diga ¡no lo sueltes!

En tres zancadas me lance también sobre él, lo sujete por ambos brazo, apenas si podíamos controlarlo entre los dos. El gigante luchaba como un gran rinoceronte arrinconado por cazadores. Lo que le había hecho a mi madre de este tiempo y a Joseph en su momento, era imperdonable. Nunca me considere fan de la violencia física pero aquí estaba André quien venía a cambiarme toda la jugada. Comencé a calcular fechas y eventos aleatorios en mi mente a toda velocidad. ¿Dejarlo en medio de la batalla del 4 Julio en Waterloo? ¿Llevarlo al lado de sus compañeros, los viajeros tres y cuatro a la prehistoria? No, eso no. Quería que sufriera más. Piensa Jonh piensa. – Me repetía.

- Papá, ya no aguanto más, apresurarte por favor. - Suplico Joseph al tiempo que André Wilson comenzó a estrellarse de espaldas contra la pared, el único problema es que Joseph estaba en medio, pero el chico no cedía, no lo soltaba, como si la vida se le fuese en ello presionaba más y más.

Dejar al gigante en compañía de sus amigos en la prehistoria sería un castigo muy pequeño para todo el mal que había causado.

Dejar al gigante en compañía de sus amigos en la prehistoria sería un castigo muy pequeño para todo el mal que había causado

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¿Quizás en 1870 en Mississippi E.UA? Era una época en donde la gente de color era repudiada, era sobajada e incluso eran usados como esclavos. Les podría enviar un regalo humano de dos metros de altura para que humillaran hasta el cansancio hasta el fin de sus días, eso, si no se suicidaba antes. Aun así se me hizo muy pequeño aquel castigo. De pronto como un chispazo de inspiración supe a donde lo llevaría, no estaba seguro si lo lograría. Quería que se arrepintiera de haber nacido, de haber asesinado a las personas sin ningún rastro de piedad, así que decidí arrebatarle eso, quitarle la posibilidad de volver a lastimar a alguien y de arrepentirse para siempre.

- Joseph, ¡suéltalo ahooraaa! - Grite al muchacho que de inmediato acato la orden

Y tomándolo desprevenido, con todas mis fuerzas me fragmente hacia el pasado junto con aquel gigante de dos metros. La habitación se iluminó por unos segundos en tonos azul y blancos antes de desaparecer de ese tiempo. Salte hasta el origen mismo de los tiempos en donde aún no existía nada. Tuve que gastar gran parte de mi energía vital para conseguirlo, estaba en una fecha en la que nunca jamás soñé que podría ir, un número tan grande como (2, 600, 000,000) dos mil seiscientos millones de años hacia atrás en el tiempo.  Pero algo era seguro, Andre Wilson estaba dispuesto continuar dando problemas...  CAPÍTULO DOBLE Y COMPLETO A TRAVÉS DE FACEBOOK

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El Maestro Del Tiempo 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora