Perfecto

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Capítulo VIII

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Capítulo VIII

Final.

Eran cerca de las tres de la madrugada cuando abrió la puerta de su nueva casa y la oscuridad de la noche le recibió. El silencio profundo indicando que su prometido estaba dormido, pero él necesitaba verlo con sus propios ojos porque mientras conducía de vuelta a su hogar una muy antigua y casi olvidada desesperación había retornado a su ser, impidiendo que pudiera pensar con claridad.

Fue muy imprudente en su camino de regreso, pero sentía que no podía esperar, no podía tardar más en llegar y entrar en esas paredes que resguardaban a la persona más amada y valiosa de su vida.

Caminó hasta la habitación que recientemente estaba compartiendo con JungKook y cuando entró por el umbral todo estaba oscuro, a pesar de que la cortina no estaba cerrada. Como no podía mirarlo bien, Jin se acercó hasta la cama y se sentó a un lado, justo en un espacio que le permitía estar al lado de Kook y mirar su rostro, acariciar sus mejillas y sentir que su presencia era completamente real.

No quería despertarlo, solo admirar su belleza esa noche y, deseaba, por toda la vida. Así que se levantó, fue por una cerveza a la cocina y al volver se sentó en un sitial que había instalado en la habitación para cuando quisiera leer por las noches.

La cortina abierta al igual que un poco el ventanal permitían que la luz de la luna a veces se filtrara por la habitación. Las nubes de la lluvia reciente seguían allí, pero el viento las movía, al igual que a las hojas de los árboles, logrando que un suave olor a humedad se colara en la habitación.

Jin se quedó en su sillón, mirando la figura durmiente de JungKook, que estaba de lado abrazando con fuerza una almohada. Con el flequillo sobre sus ojos cerrados y que eran de un bonito color avellana, la boca delgada entreabierta, el torso desnudo y dejando ver una de sus hermosas y perfectas piernas. Jin bebió de su cerveza mientras intentaba creer que esa vista era real y no producto de su imaginación.

¿Cuán afortunado era en ese momento?

Sentía que se había gastado toda la suerte de su vida en el instante en que JungKook quiso darle un beso la primera vez.

El hecho de tener a una persona tan maravillosa, desinteresada y hermosa a su lado le abrumaba, y mucho más lo hizo en esa noche luego de su extraño encuentro con Kim NamJoon.

No podía dejar de recordar todas las veces en las que soñó, dormido y despierto, que el mayor se acercaba a él pidiéndole que volvieran a estar juntos, diciendo que lo amaba y que podían quererse otra vez. Jin había perdido la cuenta de las veces que borracho y solo en su habitación clamaba en silencio por una sola caricia de NamJoon, una mirada de sus ojos castaños, una sonrisa llena de hoyuelos perfectos que añoraba tanto. Los celos y el odio profundo que lo envenenaba cuando le veía del brazo con otra, besando labios que no le pertenecían, acariciando un cuerpo que no era para el mayor. ¿Cuántas veces quiso acostarse con él? ¿Cuántas veces urdió planes en su cabeza para hacer que NamJoon volviera a su lado?

PerfectoWhere stories live. Discover now