Capítulo 3

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La mañana comenzó con normalidad para Kazuto, se levantó, aseó y bajó a desayunar.
-Buenos días hermano- le saludó su pequeña hermana menor.
-Hola Sugu- contestó bostezando y revolviendo el cabello de su hermana.
-¿Estuviste jugando hasta tarde?- lo miró de forma acusatoria.
-Una chica de la escuela me lanzó un reto- tomó un pan tostado de su hermana.
-Oye es mío- se molestó- Me alegra que hables con chicas otra vez- 
-¿No estas celosa?- se burló.
-Desde que saliste de primaria dejaste de hablar con chicas y también con chicos- mencionó.
-No sentí la necesidad de hacerlo, además los vídeo juegos son mejores- 
Su hermana bajó la mirada, se sentía triste por su hermano pero a la vez quería apoyarlo al máximo.
-Debo irme o llegaré tarde- Kazuto besó la cabeza de su hermana y se fue a la escuela.
Salió de casa para dirigirse a la escuela, ese día quizá su vecino iría a casa para estudiar, estaba entre emocionado y nervioso, también quería ver a Alice para mostrarle su récord en el su juego.
Se cambió los tenis y caminó a su clase, en el salón se topó con su amiga Lizbeth.
-Buenos días Kirigaya-Kun- saludó cuando este llegó y se sentó.
-Buenos días- respondió con cortesía.
Se sentó delante de él y las clases empezaron, por alguna razón prestó especial atención en la clase de matemáticas. A la hora del almuerzo fue a su escalera para poder jugar y comer tranquilo, luego de un rato llegó aquella chica rubia.
-Ne~ Kirigaya-kun- se sentó a su lado empujándolo un poco- ¿Lograste superar a esta campeona?- alardeó.
-Juzgalo tu misma- le enseñó su celular y vio como la había superado por casi diez mil puntos.
-AHHHHH- se quejó- ¿Cómo puede ser posible que consiguieras ese puntaje? Seguramente estás usando hacks- lo acusó.
-Soy demasiado bueno- se encogió de hombros restando le importancia.
La chica fingió llorar y Kazuto la ignoró por completo, se puso a jugar algo nuevo en su teléfono y la chica lo miró con curiosidad.
-Ne~ ¿puedo llamarte Kazuto?- preguntó muy cerca de su oído.
-Me da igual- la miró y notó su cercanía, se levantó y caminó a su clase.
-¿Puedo decirte Kazu-chan?-      
Volvió a la realidad dos milésimas de segundo más tarde, estaba sentado poniendo atención en su clase de literatura, su materia menos favorita.
-Chicos en lugar de examen les pondré un ensayo que hable de sus emociones- dijo su profesora entusiasmada.
En la salida el chico se cambió de tenis y caminó a la salida, fue alcanzado por dos rubios.
-Kazuto, ¿vas a casa?- preguntó la rubia invadiendo su espacio personal otra vez.
-Si- respondió mantenido su distancia.
-Buen trabajo- dijo Eugeo.
-Igualmente-
-Quisiera ir a casa- se quejó Alice.
-Ya faltaste demasiado al club- la regaño su mejor amigo- Fanatio-San se enojará contigo-
-Agh, ne Kazuto ¿Quieres unirte a mi club? -  preguntó.
-¿Qué club?- preguntó de vuelta el chico y pudo ver como el rubio se palmeaba la frente.
-Los caballeros de la integridad-
-Un grupo de gente que juega calabozos y dragones- aclaro Eugeo.
-No lo digas como si fuera algo absurdo- se enojó.
-Una vez trató de llevarme y es la cosa más aburrida del mundo- fingió hablar solo con Kazuto.
-Cállate, no entiendes nada- se cruzó de brazos- Como sea me voy o llegaré tarde. Hasta mañana Kazuto- se despidió y salió corriendo.
-Esa niña- se quejó el rubio- ¿Nos vamos?-
Caminaron en silencio a la casa de los Kirigaya, por fin llegaron y ambos chicos se quitaron los zapatos.
-Disculpe la intromisión-
-No te preocupes estoy solo- dijo el dueño del hogar.
-¿Tu familia?- preguntó curioso.
-Papá esta en un viaje de negocios, mamá llega hasta las 10 y Sugu esta en su club de kendo así que llega en media hora-
-Entiendo- pensó en Suguha Kirigaya, la conocía, se habían visto y con ella había hablado en la tienda o la calle.
Subieron al cuarto para estudiar, luego de un rato la geometría analítica parecía más sencilla.
-Hiciste al revés ese problema- escuchó la voz de su tutor.
-Lo siento- miró el reloj, llevaban una hora estudiando.
El teléfono sonó y el chico atendió.
-Kazuto voy a quedarme a dormir en casa de Silica-chan, ¿estarás bien?- dijo su hermana.
-Si, llama cuando llegue mamá-
-Nos vemos-
Colgó el teléfono y volvió a sentarse. Eugeo lo miraba curioso, cuando sus miradas se toparon apartó la vista.
-Estas haciendo ese problema al revés, de nuevo-
-Es cierto- suspiró- La verdad es que tengo hambre- se excusó.
-Esa no es- su frase quedó a medias ya fue interrumpido por si estómago- Tomemos un descanso para comer-
Ambos bajaron a la cocina y Kazuto empezó a buscar comida instantánea.
-Saldré a buscar comida- anunció.
-Tienes buenos ingredientes, yo puedo cocinar- el rubio empezó a asaltar el refrigerador de su vecino para cocinar algo- Tu siéntate y espera-
El pelinegro obedeció y se sentó a observarlo.
-¿Cocinas?-
-Si, ¿tu no?-
-Sugu se encarga de eso, yo mató insectos grandes y llevo los gastos de la casa- contestó.
-Entiendo- parecía que la vida de su vecino era más solitaria de lo que imaginó- En mi caso es diferente, mi padre trabaja casi todo el día y hace como dos años mi abuela se enfermó así que mi madre fue a cuidarla, mi hermano mayor y yo repartirnos las tareas por medio de piedra, papel y tijeras, aprendí a cocinar, claro que los primero platillos eran capaces de noquear a un oso- se rió- La abuela murió así que cuando mamá regreso estaba muy deprimida como para hacer algo así que seguimos como antes, ahora ya esta mejor pero me gusta cocinar- terminó de hablar a la vez que servía la comida para ambos- Bien, provecho-
-Gracias- Kazuto dio el primer bocado y quedo maravillado, la habilidad de su vecino era superior a la de todos- Esta muy rico- comió un poco más a prisa.
-Me alegra que te gustara- sonrió.
-Deberías ser chef- sugirió.
-La verdad no me gusta pensar en el futuro, es muy volátil, un día lo tienes todo y al siguiente lo pierdes o cuando crees que has tocado fondo puedes hundirte más- dijo mirando al cielo como si no fuera la gran cosa.
-Si lo piensas así es aterrador-
-Prefiero vivir según me despierte cada mañana-  terminó de comer y puso su palto en el lava vajilla.
-Suena bien- Kazuto imitó su acción.
Era su primera conversación seria y eso le agrado a Eugeo.
-Debo irme antes de que mi madre se enoje- dijo y caminó a la puerta.
-Okay- lo acompaño- Nos vemos mañana-
-Hasta mañana Kirigaya-Kun-
Kazuto vio como su vecino cruzó la calle y entró a su casa, subió  a su habitación para terminar sus deberes y ponerse a jugar Gun Gale Online. Miró de reojo por su ventana y le pareció ver a su vecino observando su habitación.

   

Enamorando al gamerWhere stories live. Discover now