Capítulo 15

25.8K 2K 258
                                    

Escuché el ruido afuera y no pensé al momento de meterme dentro de la bañera. Mi corazón latía fuertemente pero me obligué a mantenerme calmada y bajo control. Al menos había tenido el tiempo de volver a poner todo en su lugar. No se suponía que estuviera aquí, no se suponía que estuviera revisando el lugar y no se suponía que me metiera en problemas. Respiré profundamente mientras escuchaba a alguien abrir la puerta del baño. ¿Qué era lo peor que podía suceder? ¿Cuáles eran las consecuencias? Me aferré a mi cubierta más que nada. Yo era una chica normal de dieciséis años y el equipo de seguridad no tenía nada que sospechar de mí a pesar de mi sospechoso comportamiento. No se suponía que me metería aquí. Contuve la respiración al sentir a alguien acercarse, dispuesta a dar cualquier excusa y hacer lo necesario para no meterme en problemas.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Andy y me relajé enseguida al ver que era él.

—Solo... pensando —dije mirando el techo blanco del baño—. ¿Nunca has pensado en lo frágil que es la vida en realidad?

Mi actuación de despreocupada adolescente metida en una bañera fue perfecta. No era como si encontrarme en tal estado en el baño de David Cribs fuera algo fuera de lo normal. Andy me había mandado un mensaje demasiado temprano, un SOS que no pude ignorar. Él me había cubierto muchas veces, tenía una deuda que saldar y era mi mejor amigo. Si necesitaba mi ayuda, yo se la daría sin pensar. Así que me levanté a regañadientes, había vuelto demasiado tarde a casa y las pocas horas de sueño no parecieron suficientes pero no podía ignorar a Andy. Y mucho menos a la oportunidad que él me estaba dando aunque no lo supiera.

Luego del supuesto incómodo encuentro con los padres de David y el mal manejo de la situación de parte de Andy, sus padres lo habían obligado ese domingo a ir a ver a los señores Cribs bajo la excusa de ayudarlos con la pérdida y mostrar unas mejores condolencias. Sus padres no le dejaron opción y Andy tuvo que aceptar pero no quería estar solo con temor a volver a hablar mal y quería mi compañía. Entrar a la casa de David, esa era una oportunidad que no podía desperdiciar. Así que acepté enseguida y aquí estaba ahora, metida sospechosamente en su baño cuando no debería luego de haberles dado el pésame a sus padres y haberme comportado como una perfecta y educada chica.

—Creo que nadie se da realmente cuenta de eso hasta que tiene que lidiar con una muerte —dijo Andy y suspiró con pesar.

—¿Crees que le dolió? —pregunté.

—No lo sé. Sabes lo mismo que yo, cayó por las escaleras y se quebró el cuello. Fue rápido al menos —dijo él—. ¿Cómo será? ¿Cómo te sentirás al momento de aceptar que morirás?

Miedo. Frío. Tal vez un poco de paz. Lo sabía perfectamente. Pero no podía decirle a Andy que había tenido un arma contra mi cabeza, que había escuchado el disparo y había temido que ese fuera el fin.

—Paz, quizás —dije pensando en cómo me había sentido yo al creer que allí acababa todo, había cumplido con la misión—. Si él en serio temía y creía que moriría tal vez sintió paz al saber que finalmente terminaría.

—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó él.

—Me perdí —dije sencillamente—. Es una casa muy grande.

—Primer piso, a la izquierda, segunda puerta a la derecha frente al dibujo de Da Vinci. Ahí te dijeron que está el baño. No primer piso, a la derecha, sexta puerta con un poster de The Who y de nuevo la puerta de adentro con recortes de The Sex Pistols. Te das cuenta de la diferencia. ¿Verdad? —dijo Andy y no respondí—. Eres rara.

—Sí, supongo que lo soy —dije—. Pero tú me encontraste. ¿Qué haces aquí? ¿No estabas abajo hablando con los padres?

—Me dejaste solo con ellos bajo excusa de necesitar el baño. Huí al cabo de unos minutos, es una tortura. Y tan solo quería recordar un poco a mi amigo al estar en su habitación cuando noté que había alguien en el baño —dijo él.

Valentino (Pandora #2) **Disponible en físico y e-book**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora