Valentino (Pandora #2) **Disponible en físico y e-book**

Capítulo 14 (parte II)

Lo miré molesta y le mostré la lengua, conteniéndome de intentar golpearlo sabiendo cómo aquello terminaría. Intentar alcanzar con mi puño a Jack era un caso perdido, él siempre me detenía y me inmovilizaba de un modo más íntimo y cercano del que pensaba permitirme con mi madre en la cocina. Me detuvo eso y el ruido de la puerta. No podía ser John, conociendo a mamá ella debía haber avisado a Charlie para que no le permitiera subir como consecuencia de su reciente pelea, pero eso no impidió que todos mis sentidos se dispararan antes que mi mandíbula cayera prácticamente al suelo. Ethan entró sin mirar, sosteniendo a Diana demasiado cerca quien solo tenía ojos para él.

—Y luego pretendes que te crea en lo que dices —dije y Ethan nos miró incrédulo.

—¿Qué demonios Em? —preguntó él.

—¿Ethan? —preguntó mamá saliendo de la cocina.

—¿Mamá? —exclamó él.

Suspiré y eché la cabeza hacia atrás, esto parecía un circo. ¿Algo más faltaba? Diana se alejó enseguida de Ethan, por primera vez ella había perdido cualquier pizca de seguridad o atrevimiento que tuviera y parecía sentirse completamente fuera de lugar. Por unos eternos segundos todo fue silencio. No se suponía que mamá estuviera aquí, no se suponía que Ethan estuviera aquí y no se suponía que Jack y Diana estuvieran aquí. Le eché a mi hermano una mirada que lo decía todo, de no haber interrumpido él bien habría besado a Diana aquí mismo y probablemente más, pero Ethan estaba muy ocupado lidiando con la presencia de mamá y de Jack.

—Bien, supongo que seremos cinco para la cena —dijo mamá y le echó una seria mirada a Diana—. Espero que te guste la pasta.

Ella se dio vuelta sin darle tiempo a la joven de responder y volvió a lo suyo. Ethan resopló y se pasó ambas manos por el cabello, estaba jodido con mamá y más que yo. Ethan tenía una cubierta que mantener a diferencia de mí, falsas secuelas de un trauma infantil que fingir para justificar su comportamiento fuera de lo normal y no permitir que mamá se acercase lo suficiente para descubrir lo que ocultaba. Sí, estaba en problemas, sobre todo porque se suponía que él estaba en la universidad lejos de Londres estudiando tecnología.

—Si fuera tú improvisaría ahora antes que estés más jodido —dije y señalé la cocina—. Créeme, no está de lo mejor esta tarde.

—¿Está cocinando? —preguntó él alarmado sabiendo lo que aquello significaba, asentí.

—Discutió con John —dije—. Está haciendo ella misma la pasta.

—Me asesinará —dijo Ethan y me miró seriamente—. Tienes mucho que explicarme cuando vuelva.

Él tomó aire y se dirigió a la cocina. Era probable que Ethan prefiriera volver a ser cautivo de esos criminales portugueses que lo habían torturado en Paris o repetir lo que le había costado el esguince en China a enfrentar a mamá. No me malinterpreten, ella no era malvada ni nada, de hecho nunca en mi vida la había escuchado dar un castigo, pero no era alguien con quien quisieras estar en problemas.

—Estoy empezando a creer que es peor que la mafia —dijo Jack.

—Y eso que no conoces a la abuela Stonem —dije.

—¿Crees que esté bien? —preguntó él y seguí la dirección de su mirada para fijarme en Diana, ella estaba apoyada contra la pared y se cubría el rostro con ambas manos.

—Di, no está pasando nada realmente malo —dije y ella alejó sus manos para sonreírme tristemente.

—No soy el tipo de chica que le presentas a tu madre, pequeña Em —dijo—. Yo nunca estuve en una situación así. ¿Qué sucede si no le gusto?