Capítulo 5: Plan de acción

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Yoko y Mio habían decidido llevar a cabo su plan para ayudar a Nanami a conquistar a Miyuki. Sin embargo, era bastante complicado, las cosas no avanzaban del todo bien. El equipo de béisbol se encontraba inmerso en el torneo de primavera y era muy difícil que el capitán del equipo dispusiera de tiempo libre, lo más prudente era pensar algo para que pudieran hacer juntos luego del torneo. En esos intentos se pasaban sus tiempos de almuerzo.

—Dime, Nanami, ¿por qué no te unes al equipo de beisbol como una manager? Así estarías más tiempo en el campo y tendrían más oportunidades de verse y hablar —dijo Mio.

Sin embargo, Yoko cortó a Nanami antes de que pudiera responder, haciendo un pequeño análisis retrospectivo.

—Es cierto, volverte manager hubiera sido muy fácil, pudiste haberlo hecho desde que entraste. No te uniste a ningún club y, a pesar de que vas a ver los entrenamientos de vez en cuando, al final acabas yéndote temprano a casa. Hace algunos días nos hablaste un poco de ti; pero creo que este tema no lo tocamos. ¿Nos podrías explicar? —le pidió Yoko, con un poco de preocupación en su rostro.

—Es cierto que el otro día no conversamos todo. Creo que luego de abrirme así después de tanto tiempo se me quedaron algunos detalles en mi historia. La verdad es que no me quedo porque... debo tomar clases particulares.

—¡¿Clases particulares?! —exclamaron ambas.

—¿Cómo es que alguien con tus notas toma clases particulares? Es decir, no pareces del tipo que necesite estudiar tanto para estar entre los mejores —agregó Mio.

—Bueno, lo que pasa es que como estoy en una escuela que no tiene la parte académica como principal, estoy intentando conseguir una buena base y también una buena recomendación por parte de la academia a la que asisto para que me ayude a entrar a la universidad T.

—¡Ehhhh! Has pensado en todo eso. Qué bien, tienes todo muy claro y organizado con tu futuro —dijo Yoko.

—No realmente. Fue mi padre quien pensó todo esto para mí, le estoy muy agradecida. Siempre he sido bastante obediente, tal vez fue raro para él escuchar una petición de ese tipo de mi parte y trató de complacerme; pero como es alguien muy estricto, asistir a esa academia para contribuir a mi currículum fue su condición.

—Mmmm, ahora entiendo, tiene mucha lógica su idea, pues aunque puedas aprobar los exámenes siempre es bueno tener una buena recomendación en tu expediente —añadió Yoko nuevamente.

—Creo que tu padre, a su manera, hizo algo lindo por ti, en lugar de negarse rotundamente te dio una oportunidad de hacer los que querías de una manera que no afectara tu carrera —señaló Mio.

—Cuando me armé de valor para pedírselo, ya iba con mucho miedo y pensando en una respuesta negativa.

—Oigan, oigan. Ya nos hemos desviado del tema principal otra vez. Para traernos de vuelta, ahora tengo yo una propuesta. —Nanami y Mio se quedaron en espera, listas para escuchar—. ¿Qué tal si comienzan a almorzar juntos?

—¿Almorzar? ¿Cómo haría eso? Siempre como con ustedes. Sería raro que de un momento a otro quisiera comer con él. Además, por lo general él va a la cafetería con Kuramochi-kun.

—No te preocupes. Nosotras comenzaremos a almorzar en el salón del club. Están a punto de salir a la venta los mangas de primavera de la revista ShoujoSpace. Nuestro club de investigación de manga tiene por tradición que los leamos todos durante el almuerzo y compartamos opiniones.

—Realmente, Yoko y yo pensamos esto porque no queríamos dejarte sola, piensa que estamos matando dos pájaros de un tiro.

—Wao. Sabía que su club de manga hacía varias actividades, se lo toman realmente en serio.

—¡Si piensas que el manga es solo un pasatiempo estas equivocada, es una forma de vida, una religión, un...!

—Mio, para ya. Tu cara se está poniendo rara y estás asustando a Nanami. Te comprendo y sé que los otakus pronto dominaremos el mundo; pero este no es momento de hablar de eso.

—¿Qué? —preguntó Nanami, mientras su cabeza se ladeaba con su rostro lleno de desconcierto.

—¿Qué? —Yoko le devolvió la pregunta con cara de "no te asombres, si es obvio que lo dominaremos" y las tres estallaron en risas.

Nanami estaba muy contenta de que se hubieran abierto más con ella, pues desde hace un tiempo pensaba que se cohibían frente a ella.

—Volviendo al asunto, creo que la excusa perfecta sería que cocinaras para él, o sea, dile que estas probando hacer nuevos platos y quisieras que los probara o algo así. El resto de los detalles los vamos pensando sobre la marcha.

—¿De dónde sacas esas ideas tan rápido, Mio?

—No subestimes la cantidad de manga shoujo que he leído. Algo como esto es pan comido, más bien un aperitivo diría yo jejejeje.

—Oye, tierra llamando a Mio, otra vez estas poniendo tu cara extraña... Ejem. Dicho esto, creo que oficialmente tenemos decidido lo que haremos, así que tú ve pensando las recetas, Nanami.

—Espera Yoko, aún no he dicho que acepte esto.

—Creo que si no estuvieras de acuerdo ofrecerías algo más de resistencia, ¿no?

—Bueno, yo la verdad es que...

—La verdad es que tú también te mueres por hacerlo. Además, ¿a qué chica enamorada y buena cocinera no le gustaría que el chico probara lo que cocina? Así que deja esa cara de tomate maduro y se un poco más agresiva, ¿sí?

—Ja ja. Bien dicho Mio, me has robado las palabras de la boca. Nosotras te estaremos apoyando, así que no te preocupes. Tú sabes que los chicos como él, tan despistados para este tipo de cosas, no se van a dar cuenta a menos de que des el paso al frente, así que, ¡vamos a por ello!

—Muchas gracias chicas, en serio son mis salvadoras. Me esmeraré y prepararé un bentou para chuparse los dedos.

Con la decisión tomada, solo faltaba ponerse en marcha. Era tiempo de que Nanami comenzara a expresar sus sentimientos más intensamente, lo suficiente como para que hasta el más lento los entendiera. Almorzar juntos se convertiría en el primer paso para ello.

Daiya no Ace_Miyuki no koibanaWhere stories live. Discover now