Dating Chris Evans

Would you rather...?

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Frotaste tus pies adoloridos después de finalmente quitarte los talones, y alcanzaste la parte posterior de tu cuello para desabrochar tu vestido, pero no pudiste bajarlo.

"¡Au!", Dijiste, hurgando con la cremallera y atrapando un mechón de tu cabello en ella.

Unas manos firmes empujaron las tuyas a un lado y bajaron suavemente la cremallera, ayudándole a quitarse el vestido.

"Ahí tienes", susurró Chris, mientras golpeaba suavemente tu trasero desnudo y comenzó a desabotonarse su propia camisa.

"Gracias, bebé", suspiraste.

Antes de entrar en el baño para quitarte el maquillaje, tomaste su rostro con rudeza y le plantaste un beso en la frente: dejando una marca roja brillante de tu lápiz labial.

Luego decidiste que, de hecho, necesitabas una ducha tibia para ayudar a relajar los músculos y disfrutaste del agua tibia corriendo por tu cuerpo, liberándolo de la tensión acumulada en él por el baile nocturno. A través del vapor, podías distinguir la sombra de Chris frente en el fregadero, balanceando su cuerpo de lado a lado, mientras se cepillaba los dientes.

Obviamente todavía está en modo fiesta, pensaste.

Sonriendo ante el buen humor de Chris, pensaste que sería divertido continuar el juego de la fiesta más temprano esa noche, así que tocaste en la puerta de la ducha, "Entonces... Evans, ¿preferirías besarme ahora, después de que comí 3 quesos y aros de cebolla en la fiesta?, ¿o mañana con mi aliento matutino?", reíste, sobre la corriente del agua.

En un instante, la puerta se abrió y él metió la mano, cerrando el agua.

"Dilo todo de nuevo bebé, no pude escucharte por la ducha", dijo con entusiasmo.

Ja, por supuesto que está emocionado. Cualquier juego lo emociona, pensaste.

Saliste de la ducha, te envolviste en una toalla y repetiste la pregunta. Contempló las opciones por una fracción de segundo antes de acercarse a ti y tomarte.

Una de sus manos alcanzó tu cintura mientras te empujaba hacia su pecho, mientras que con la otra empujó tu cabello húmedo hacia atrás para ahuecar tu cara. Luego presionó sus labios regordetes contra los tuyos y te besó profundamente; su lengua se deslizó en tu boca antes de detenerse repentinamente y dejar un beso final y húmedo en tu cuello.

"¿Eso responde a tu pregunta?"

Todavía podías sentir el hormigueo alrededor de tu cuerpo por el inesperado beso y solo asentiste, sonrojándote ligeramente.

"Pero definitivamente pude saborear la cebolla, así que, por favor, lávate los dientes antes de acostarte, ¡gracias!", Se rió rápidamente, corriendo de regreso a la habitación, antes de que pudieras agarrarlo.

"Como sea, astuto", le gritaste mientras sonreías y te apresurabas a lavarte los dientes.

Rápidamente secaste tu cabello, te pusiste el pijama de satén antes de apagar las luces y meterte en la cama junto a Chris.

Tan pronto como te acostaste, Chris se acercó a ti y te acarició suavemente la mano desde el hombro hasta la cadera.

"¡Mi turno! ¿Preferirías lamerme la axila o lamerme el dedo del pie? Ten en cuenta que no me he duchado esta noche?" Él se echó a reír entre las almohadas.

"Chris! ¡Ew, eso es asqueroso!" Jadeaste, golpeando su brazo.

"¡Vamos! Solo lo estoy haciendo interesante".

"Bueno, ¡puedes enojarte si crees que voy a elegir una de esas opciones y luego realizarla!" Dijiste, haciendo una mueca de asco.

Chris estalló en risitas, quitando el brazo de tu cadera y agarrando su pecho.

Dios, se divierte tan fácilmente, pensaste divertida.

Sabías que él no te dejaría dormir hasta que le dieras una respuesta: "Biiiien, agh, si tuviera que elegir, te lamería el dedo del pie".

Se arrastró hacia ti y susurró: "Bien, es genial ver que finalmente admites que tienes un fetiche de pies".

"Oh, cállate", respondiste, mientras él se reía y besaba la curva de tu cuello.

Ambos pasaron la siguiente hora haciéndose preguntas difíciles de "Preferirías" y con el paso del tiempo, cada pregunta se volvió más ridícula que la anterior.

Después de una pregunta particularmente absurda tuya (sobre la gelatina, los pañales y las gallinas), Chris guardó silencio durante un minuto entero.

Finalmente, se rió un poco y dijo dramáticamente: "¿Alguna vez has pensado que, si la gente escuchara nuestras conversaciones, nos encerrarían?"

"¡Sí, todo el tiempo!" Sonreíste mientras acariciabas tu rostro contra su pecho.

Dio otra risa y suspiró contento. Después de solo un minuto, puedes escuchar que su respiración comienza a disminuir y su agarre a tu alrededor se afloja ligeramente.

De ninguna manera va a salir de esta. Especialmente después de lo que me hiciste elegir cada ronda, pensaste.

Le empujaste suavemente las piernas con el pie para llamar su atención.

Un pequeño sonido crujiente escapó de sus labios: "Bebé, lo sé, lo sé. Pero la pregunta era tan buena que necesito toda una noche para contemplarla realmente".

Claro, claro. Sigue aplicándome, Evans, pensaste, sonriendo.

"Te lo recordaré en la mañana", respondiste, mientras acariciabas su barba y cerraste los ojos.

"Por supuesto que lo harás, sonrió, besando la parte superior de tu cabeza, mientras ambos finalmente se quedaban dormidos.