Capítulo 07: De aquel paraíso

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Sakura se subió en el lado del copiloto del auto de Sasuke, colocándose el cinturón de seguridad.

Una pizca de felicidad la hincó en el pecho ante el ángulo recto del asiento, ideal para su cuerpo y altura.

Nadie más se ha sentado ahí.

Cuando Sasuke se sentó, ella notó cómo colocó un poco cuidadoso el cinturón, tratando de no topar la herida.

Mentalmente Sakura revisó su botiquín de urgencias. Ibuprofeno si encuentra inflamación en la zona, inyectable para mayor rapidez.

Inyectable.

Sakura se mordió el labio inferior.

Uno de los principales motivos por los cuales Sasuke se niega a ejercer la carrera de medicina es por la asociación de agujas hipodérmicas con el tratamiento fuerte que recibió Mikoto. Ya sean Intramuscular, Intravenosas, sin importar el gauge... Sasuke pareciera no tolerar ver siquiera una aguja médica.

Tal como Itachi lo había descrito con la pérdida de su anterior bebé, es una herida que nunca cierra. Parecieran que, como Uchiha, aprenden a convivir con ese tipo de dolor.

Y Sakura lo comprende. Una punzada que nunca se va se encuentra en su alma, recordando a sus propios padres, que partieron a la "aventura del más allá" antes de verla convertirse en médico. Un accidente en el automóvil en el cual se transportaban. Quizá por ello, Sakura evita en lo mayor posible el área de emergencias de traumatología, y en especial a los accidentados de tránsito. Es un recordatorio eterno de lo que no volverá a tener.

Afortunadamente tanto Sasuke como ella son conscientes que no pueden evadir la realidad y no es que se pongan obsesivos destilando odio al ver cosas cotidianas como un suero intravenoso o un celular.

Sasuke, por su lado, manejaba silenciosamente. De cuando en cuando notaba la pantalla de su celular alertándole de mensajes, pero cuando él estaba al volante, se concentraba totalmente en ello. Conoció a Kizashi y Mebuki y fue triste su partida, al parecer por haber tomado un taxi apenas llegaron a un viaje turístico en América, y el conductor se distrajo, posiblemente, por verificar una llamada en su celular, o  enviar un mensaje de texto. Aquel accidente de tránsito desmoronó emocionalmente a Sakura y fue un proceso doloroso la repatriación, trámites, seguros... En el fondo, Sasuke admiraba la fortaleza emocional de Sakura, por no volverse un centro de amargura por algo que no se puede revertir, como es la expansión de telefonía móvil.  Él es consciente de la punzada en el corazón que le da ver siquiera una jeringa.

Por respeto a ella, y por su propia seguridad, deja su Iphone en el compartimento debajo del reproductor de música. Es una acción tan automática para él, como la de ajustarse el cinturón de seguridad.

Llegaron al poco tiempo al departamento de Sakura. El guardia de seguridad observó las placas del vehículo y, al verificar que ese auto estaba asignado a la sección de la doctora Haruno, le abrió la seguridad, saludando a la pareja con una inclinación en señal de saludo.

Sasuke llego hasta el noveno piso y parqueó junto al automóvil de Sakura y abrió la puerta. Tomó su celular, revisando que Ishida le había enviado unos mensajes donde pedía la confirmación de los datos. Abrió los dispositivos de seguridad del vehículo, Sakura se bajó del auto.

—Te espero— le indicó ella, buscando en su bolso sus llaves.

Sasuke asintió en respuesta.

Dentro del vehículo revisó la información receptada. De haber querido una agencia de detectives, Ishida bien se pudo haber dedicado a ello. Aunque toda la información la conocía de sobra.

Ser Amigos... está bienWhere stories live. Discover now