—Lo soy —habla, como si en realidad fuera un título muy honorable. Ruedo los ojos al mismo tiempo que le doy un sorbo a mi bebida—. Mira y anota.

Es obvio que no voy a hacerlo.

Observo a Simon alejarse y yo miro alrededor para ver si alguna de ellas está aquí y tal vez es que no nos hemos dado cuenta, pero nada. Saco mi teléfono celular para intentar distraerme en algo y vuelvo a levantar la mirada a él quién ya abordó a la chica y por lo que aprecio ya están intercambiando números de teléfono.

Qué fácil resulta todo para Simon.

Pero no quiero prestarle atención. Veo mi red social y me doy cuenta de que mi encuesta no tiene ni un voto, suelto un suspiro mientras reviso qué hay por aquí, nada interesante la verdad. Por un momento se me pasa por la cabeza buscar a Kate, no tengo idea de su apellido y escribir solo su nombre me lanza miles de resultados y los primeros son chicas que nada que ver con ella.

Me voy directamente al perfil de Simon, supongo que deben de ser amigos. El perfil de él salta ante mis ojos y no dudo en buscar entre sus más de tres mil amistades, no me sorprendo por la cantidad de chicas que hay aquí. Escribo el nombre de Kate en el buscador y no hay resultado, no hay ni una Kate entre sus amigos, arrugo el entrecejo mientras reviso cada una de las personas que tiene, me aburro a los primeros veinte. Dejo el celular dentro de mi bolsillo dándome por vencido y levanto la vista de nuevo para verlo a él, tan animado que no me sorprende, hablando con la morena a media pista de baile.

Las ganas de liberar líquidos me ganan y me pongo de pie de un salto, dejo el vaso que sostengo sobre la barra y le pregunto al barman quien de inmediato me indica que están los baños. Antes de salir de la zona una figura llama mi atención, la chica que se me hace muy conocida está a unos cuantos metros de mí y es en ese momento que se arregla el cabello rubio que ahora lleva bastante corto, que me doy cuenta de que sí es ella. Ella mira en mi dirección, pero de inmediato sus ojos se centran en la persona que tiene en frente ignorándome por completo.

Wendy, la mejor amiga de Sara, o eso creo que es, parece no haberme reconocido. Miro alrededor, tal vez Sara esté aquí con ella, no veo a nadie a su lado, salvo al tipo con el que habla y me acerco la suficiente para llamar su atención. El sujeto de traje es el primero en percatarse de mi presencia, con un saludo rápido de cabeza me vuelvo a Wendy quién está de espaldas a mí y de inmediato al ver a su acompañante fijar sus ojos en mi persona, se gira y frunce el ceño.

—Hola, Wendy. —Ella no cambia el gesto, lo cual me desconcierta. Es una persona efusiva, parlanchina y es capaz de hacer amistades al segundo.

—Hola, Roger, qué gusto verte —habla, pero su tono no es de entusiasmo y quiero entender qué le hice para que el pasado fin de semana nos invitara a su apartamento en París, y ahora pretenda no conocerme. Se vuelve al tipo, continúa hablando y me siento humillado, miro en dirección a Simon y observo que continúa hablando con su ligue de esta noche.

—Disculpa ¿Está Sara contigo? —Casi tengo que gritar por la música electrónica, ella se gira hacia mí y eleva la barbilla.

—No, no está aquí. —Se vuelve a girar y continúa hablando con el sujeto quién parece desconcertado por mi presencia y yo por su actitud.

—¿Y tienes idea dónde está? He intentado localizarla desde hace días.

—Roger —escupe con furia. Observo en su rostro como rueda los ojos al momento que se vuelve a mí— estoy ocupada, vine aquí con mi cita y estás interrumpiendo, no está Sara aquí y si no sabes nada de ella es porque no quiere estar contigo, entiéndelo de una vez, esto es el colmo... acosarme a mí para que te diga dónde está, ¿no te has cansado de tantas llamadas que has dejado en su celular?

¿Cómo (no) conseguir un ligue de una noche?Where stories live. Discover now