Capítulo 14

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Siete meses transcurrieron en un abrir y cerrar de ojos, once sesiones que habían pasado restando solamente una para que ambos le pusieran punto final a sus encuentros. Un último encuentro que dictaba el final de esos días viernes agendado y encuentros candentes que siempre tenían.

— ¿Se puede saber qué demonios te pasa? — Cuestionó Taemin a su mejor amigo. — Llevas días que no hay quien te resista. Estás insoportable e inaguantable. No deberías estar aquí hoy. Además, tenemos que hablar seriamente.

Jimin quitó el brazo que tenía cubriendo sus ojos y observó a su amigo con cierta pesadez. No tenía deseos de tener contacto con nadie, por alguna razón estaba irritado y cualquier interacción estaba fuera de sus planes ese sábado.

— ¿De qué quieres hablar, Taemin? Ya te dije que no tengo deseos de hablar con nadie, si estoy aquí es precisamente porque deseo tranquilidad, sino estuviese en mi casa. Por favor...

— No si ya sé que me lo dijiste, sabes perfectamente que siempre te doy tu espació pero de seguir así te apropiaras del maldito mundo. Llevas tres semanas diciendo lo mismo, desde el último viernes que saliste. En estos últimos meses te vi siempre ansioso pero de cierta forma con buen ánimo, ahora eres todo un manojo de ansiedad, depresión y mal humor.

— Todos tienen días malos, deja de exagerar, ¿quieres?

Se levantó del sofá con pesadez, dejando a un Taemin hablando solo en la cocina, sin embargo este no se dio por vencido, tomó los papeles que tenía sobre la mesa y lo siguió a su habitación.

— Ni pienses que te vas a escapar de mí Park. Abre la maldita puerta. — Tocó sin rendirse hasta que sintió el seguro correrse, abrió y vio a Jimin tirado en su cama. Arrastró la silla del escritorio y se sentó frente a él esperando a que lo mirase sin éxito. Masajeó el puente de su nariz dejando escapar un agotador suspiro. — Jimin... No sé qué te sucede y como amigo me preocupo. ¿Estás metido en algún problema? He visto el estado bancario, de tu cuenta personal intocable, todos los meses sacas la misma cantidad de efectivo a final de mes.

— ¿Qué mierda tienes que hacer tú revisando mi estado de cuenta? Por si no lo sabes es personal y privado, no tienes ningún derecho a estar fisgoneando. — Se incorporó exaltado.

— Relájate, nunca me he metido en tus cosas y no lo voy a comenzar hacer. Tenemos el mismo banco, vi los papeles de HypoVereinsbank encima de la mesa y pensé que eran míos, por eso los leí pero cuando me fijé que decía que había hecho un retiro hoy de 550 euros controlé mi cuenta y estaba intacta. Ahí fue cuando leí bien los papeles y me di cuenta que el nombre que estaba escrito era el tuyo.

— Da igual, eso no te incumbe.

— Todo lo que tenga que ver con mi hermano me incumbe. Necesito saber qué te pasa para poder ayudarte, puedes desahogarte conmigo, entre los dos nunca han habido secretos Jimin, no quiero que eso empiece ahora que somos hombres adultos. Nuestra amistad no tiene por qué cambiar, si no quieres hablar lo respetaré. Simplemente mantén presente que me duele verte así y sufro contigo.

Peinó su cabello con los dedos agotado por la conversación. Se echó hacia atrás dejando el estado de cuenta sobre su mesa, se levantó y dirigió a la puerta para dejar a su amigo solo como deseaba.

— Espera... Lo siento Taem, no quería ser grosero contigo. Yo simplemente... — Suspiró frustrado — ¿Tienes para tomarnos un trago? No creo que pueda hablar o tú asimilar nada sin un buen trago.

El castaño asintió con una sonrisa, abandonando la habitación para ir por dos vasos, una botella de vodka y una caja de zumo de naranja para mezclarlo. Regresó incluso con algunos bretzel salados para picar. Dejó todo a un lado de la cama cuando preparó la bebida y brindó con su amigo dejando que el ardor de sus gargantas mermara.

Dr. Control - NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora